Medio Ambiente

Proyectan duplicar y llegar a 120 el número de empresas B en Chile

Certificación valida que las firmas apuestan por un resultado sostenible, conjugando el aspecto social, medio ambiente y trabajadores.

Por: | Publicado: Miércoles 28 de mayo de 2014 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Por Francisca Orellana L. 



Este año se proyecta más que duplicar el número de empresas certificadas B en el país, que hoy llega a 52.

Un crecimiento importante se está registrando en este tipo de certificación, que aglutina y valida a empresas que logran conjugar la rentabilidad del negocio con un impacto positivo en el medio ambiente, trabajadores y comunidad.

Partió en 2012, con 17 compañías en Chile y para este año, prevén llegar a 120, y sumar 200 casos a nivel sudamericano, explica Juan Pablo Larenas, co fundador y director ejecutivo regional de Sistema B, entidad que se encarga de certificar a las empresas sudamericanas y que, a nivel mundial, registra 1.020 compañías de 34 países.

Late, TriCiclos, Cumplo, Epullen, Latitud 90º o Lumni son algunas de las que forman parte de este grupo en nuestro país. En promedio, son compañías que tienen del orden de 100 trabajadores, y donde el 70% de las firmas del portafolio se han creado para resolver un problema ambiental o social a través de productos y servicios. “Hay muchas empresas interesadas en ser B, pero más del 80% no lo logra, porque el estandar es alto, requiere por ejemplo, hacer cambios en sus estatutos para dar mayor credibilidad, porque así deja de ser una mera declaración de buenas intenciones o un interés puntual de un ejecutivo de la compañía”, señala Larenas.

Este mayor crecimiento de empresas certificadas viene aparejado con el interés de medianas y grandes firmas a nivel global por pertenecer a este sistema. “Compañías como BancoEstado Microempresas, Natura, o categoría medianas con alto potencial de crecimiento como viña Emiliana o parque zoológico Buin Zoo, ya están en proceso para ser B”, explica Larenas agregando que el interés no es sumar por sumar firmas de mayor tamaño, sino que “efectivamente tengan la convicción de serlo”, acota.

Este nuevo escenario también se está proyectando en otras filiales del mundo. Destaca el ingreso en diciembre de 2013 de BDC, uno de los bancos más grandes de Canadá con más de 2.000 trabajadores al interior de sus filas.

Incentivo de políticas públicas 


A partir de este año, Sistema B está trabajando en la mayor integración y generación de redes de contacto entre las mismas empresas certificadas para potenciarse mutuamente. “Queremos que se dinamicen y hablen entre ellas, que sean clientes y proveedoras, y que puedan hablar con sus pares internacionales”, dice.

Sin embargo, considera vital que las políticas públicas tomen un rol protagónico en lograr condiciones favorables para que las empresas B puedan desarrollarse. “Serviría, por ejemplo, que mañana las compras públicas prioricen compañías que generen un impacto social y ambiental positivo. O que instrumentos de financiamiento de Corfo no sólo pongan recursos en emprendimientos innovadores, sino también en éstas”, explica.

Ya están dando el primer paso. Junto a Avina, Socialab, El Definido y el Laboratorio de Colaboración e innovación de la U. Católica, lanzaron hace pocas semanas la plataforma 101 soluciones, un sitio online donde están recopilando las principales trabas que impiden el desarrollo del emprendimiento social en el país, y propuestas para superarlo. La idea “es armar una agenda corta, donde el Estado pueda jugar un rol importante”, señala.

 

LD: trabajo inclusivo

Hace poco más de dos meses, la Constructora LD recibió su certificación. Miguel Luis Lagos, gerente general de la firma que factura US$ 70 milllones al año, explica que tuvieron que cambiar y formalizar las herramientas de apoyo para el capital humano, donde trabajan con 700 personas, en promedio. Con actividades de capacitación, beneficios y condiciones laborales, buscan, además, ayudar a disminuir la rotación de personas en las obras de construcción. También está partiendo el proyecto B, para la inclusión laboral, donde buscarán incorporar a las obras a personas infractoras de ley.

Cumplo: mejorar la plataforma

"Ser B nos entrega un marco y un apoyo para hacer las cosas de la manera en la que lo estamos haciendo y que no siempre está en línea con las empresas tradicionales", explica Jean Boudeguer, gerente general de Cumplo, la primera plataforma de préstamos entre personas o empresas.
Indica que para recibir el sello B, debieron pasar por un proceso de certificación en donde tuvieron que hacer modificaciones legales, "lo cual implicó ampliar las responsabilidades legales de la empresa". Agrega que se han conectado con sus pares para imitar buenas prácticas.

Algramo: reforzar Impacto

Algramo lleva un año de operación y hace pocas semanas se transformó en empresa B. Sin embargo, la certificación fue "un paso lógico dentro de la empresa, porque nacimos para reducir los precios de compra y ayudar a almaceneros a competir con supermercado", explica José Manuel Moller, gerente general de la firma, que ofrece a almacenes la venta de productos como aceite, arroz o lenteja a granel. Este año esperan llegar a 300 almacenes.
"Lograr el sello nos sirve para seguir avanzando en mejoras en lo que nosotros hacemos, solucionar problemas puntuales de triple impacto", dice.

Lo más leído