Empresas y Startups

Andrés Couve: “En Chile la investigación está separada de la industria”

El titular de la nueva cartera comenta que ya inició conversaciones con diversos actores del ecosistema para generar la nueva estrategia de ciencia y tecnología para Chile.

Por: Alejandra Rivera | Publicado: Lunes 14 de enero de 2019 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

 El 17 de noviembre el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), Andrés Couve (50) se instaló en La Moneda, muy cerca del Presidente Piñera y donde dice, le gustaría quedarse. Remodelaron un ala completa, unas seis oficinas, para recibir a quienes integrarán la cartera. Couve deberá administrar la relación academia-empresa, -que hoy está en el terreno de las desconfianzas mutuas-, buscar la manera en que el sector privado aumente la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) y acelerar la definición de los programas para llegar a la discusión presupuestaria de 2020.

Comenta que por ahora está enfocado en formar equipo, en crear un cronograma de instalación y en poner en marcha su rol "articulador", para lo cual se está reuniendo con diversos actores del ecosistema y ministerios, para generar acuerdos en torno a la nueva estrategia de CTIC y para la política de centros de excelencias, dos tareas que se materializarán en 2020.

Imagen foto_00000004

-¿Cómo avanzarán en la definición de la estrategia de ciencia y tecnología?

- Hay nombramientos e institucionalidad pendiente. Por ejemplo, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CNCT), que remplazará al Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo (CNID) y que valida la estrategia, ahora se crea por ley y establece mecanismos para resguardar esa estrategia. Cada gobierno podrá, a la mitad del período, reemplazar a la mitad de los consejeros, lo que dará continuidad y definir una estrategia a largo plazo. Tenemos múltiples insumos que van a definir la estrategia de CTCI, los ejes definidos el presidente Piñera –cambio climático, envejecimiento y revolución 4.0-, la hoja de ruta del CNID, la Agenda de Innovación del Ministerio de Economía y las conversaciones que estamos teniendo con múltiples actores.

-¿Qué áreas de Corfo pasan al nuevo ministerio?

-Los programas de transferencia tecnológica de las universidades, el de Oficinas de Transferencia y Licenciamiento (OTL) y el de Hub Tecnológico. Además se creará un Comité Corfo de Institutos Tecnológicos y de Investigación Pública, presidido por el ministro de CTIC, -que coordinará la actividad de los institutos técnicos del Estado-, y que tendrá una función adicional de coordinación con Corfo.

Bajo el alero del ministerio quedan los centros de investigación de Conicyt –basales y Fondap- y los regionales, a los que se suma el programa Milenio que hoy está en el ministerio de Economía. Uno de los compromisos del presidente Piñera es establecer una nueva política de centros de excelencia, tarea que llevaremos adelante el próximo año, pero ya partimos con la articulación. Esta política debería generar condiciones para que los centros puedan cumplir mejor con su tarea de producir investigación asociativa y que como Estado, seamos capaces de incorporarla al desarrollo.

-¿Y qué tipo de innovación van a impulsar desde su cartera?

-En la tramitación de la ley del ministerio (CTCI) se hizo evidente que tenía que participar de la innovación y se definió que sería en la innovación de base tecnológica. Ahora tenemos que ver cuáles son los mecanismos que nos van a permitir participar de ese proceso, porque eso es lo que nos permite integrarnos a un sistema productivo.

Inversión Privada

-Usted ha planteado que Chile necesita llegar al 1% de inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) del PIB. ¿Cómo se logra?

-El ministerio tiene un rol clave, pues lo que tenemos hasta ahora son políticas científicas que tienen una historia positiva, con una agencia, Conicyt (1967), y un programa, Fondecyt (1981) con financiamiento con alza constante, pero modesta- y que ha dado continuidad y con centros de excelencia. Hoy tenemos un ministerio y una ley que permite plantear estrategias y políticas de largo plazo. No tengo dudas que el presupuesto va a acompañar a esos buenos proyectos desde el Estado. El presidente Piñera de ha mostrado muy entusiasta y con los indicadores de crecimiento estamos en una posición que es optimista.

-Eso es inversión pública. ¿Cómo se puede aumentar el aporte privado en I+D?

-En los países desarrollados hay dos tercios de inversión privada y un tercio de inversión pública y aquí es al revés. Hay una brecha que hay que cerrar con el sector privado, de encontrar incentivos para que inviertan en I+D, buscar soluciones, en participar de los grandes desafíos. La tarea es doble: una de Estado de buscar y proponer buenos programas y financiarlos y, por otra, sumar al sector privado. En este momento soy partidario de concentrarme en lo que vamos a hacer, en qué se necesita y luego, hablar de cómo lo financiamos.

-Usted es cercano a la Sofofa. Bernardo Larraín ha declarado que más que aumentar la inversión en I+D de las industrias hay que revisar a qué se está destinando hoy la actual inversión de 0,38 del PIB en I+D ¿Cuál es su visión?

-Participé en un grupo de trabajo de innovación. Este diagnóstico es compartido de que la investigación en Chile está separada de la industria y eso lo compartimos todos. La tarea es que este ministerio sirva para establecer los mecanismos de cómo vamos a cerrar esas brechas.

-¿A qué apunta la reformulación de la Ley de I+D?

-La nueva ley Investigación y Desarrollo (I+D) apunta a esa empresa que es más pequeña, que son los de base tecnológica, complementando lo que se ha hecho hacia la gran empresa. Como ejemplo, Corfo abrió el Centro de Biotecnología Traslacional (CBT) (alojado en Sofofa) que busca conectar necesidades de las empresas con soluciones del mundo de la investigación y del emprendimiento. La articulación de la oferta y la demanda es algo que debemos abordar de manera sistemática, hasta ahora ha ocurrido esporádicamente y esta es una oportunidad para hacerlo.

Investigación y hojas de ruta

-Hay actores del ecosistema que han planteado que la investigación debe responder a las necesidades del país. ¿Cuál es su visión?

-Si vamos a embarcarnos en una sociedad del conocimiento, debemos asegurarnos que tengamos investigación que va a proveer de nuevo conocimiento, de descubrimientos inesperados y eso tenemos que protegerlo. Y por supuesto, tenemos la necesidad país de que el conocimiento que generamos también pueda aplicarse en proveer soluciones, la visión es que no podemos separar las dos cosas, hay que entenderlo como un ciclo.

-Y respecto de las temáticas, la investigación financiada con recursos públicos ¿debe coincidir con las hojas de rutas del país?

-Este es un elemento que tiene que ver con la industria y ciertamente tenemos que abordar sus desafíos, no hay duda. Hoy se están empezando a ver buenos ejemplos donde se están levantando las necesidades de las empresas y se conectan con soluciones que vienen del mundo académico y del emprendedor.

Los desafíos van mucho más allá, el gobierno estableció tres ejes: cambio climático, envejecimiento, revolución industrial 4.0, y abordar estos grandes desafíos requiere incorporar una visión amplia, donde la industria tiene un rol fundamental, pero también hay otros actores involucrados.

-¿Cómo debe conectarse la academia/ciencia con el mundo privado? ¿Faltan espacios de interacción?

-Falta fomentar la interacción y esto parte por la generación de confianzas en ambos mundos, tanto en el académico como en el empresarial. He participado en ambos, -menos en el empresarial-, y la necesidad de proponer que si hacemos investigación, aplicaciones y transferimos, es un ciclo virtuoso que nos beneficia a todos y que es necesario para el país. Esta falta de confianza se debe al desconocimiento de cómo opera el otro, cuáles son sus objetivos y las metodologías y los tiempos de cada uno. La falta de conocimiento genera desconfianza y tenemos que trabajarla con conversaciones e instancias formales y sistemáticas de acercamiento, lo que ya está ocurriendo.

-¿Cómo abordará la formación de doctores? ¿Qué formación se priorizará?

-La falta de capital humano es un diagnóstico compartido, hay un investigador por 1.000 empleados y eso es siete veces menor que el promedio de la OCDE. Las Becas Chile han permitido formar a muchos jóvenes en distintas área del conocimiento y uno de los desafíos es dar continuidad a esa política y que puedan ingresar al ecosistema, a la universidad, a los centros de investigación, pero también a la empresa y al Estado. Las Becas Chile han financiado libremente las temáticas de investigación y tenemos que estudiar cómo podemos incorporar elementos de focalización en ciertas temáticas y esto tiene que ver también con los tres grandes desafíos país: cambio climático, envejecimiento y revolución 4.0.

-¿Ha pensado en reformular el programa de inserción de doctores en la empresa?

-Es un tema clave, que estamos revisando. El diagnóstico hay que hacerlo cuidadosamente y después plantear soluciones. Así permites que el ecosistema crezca y lo haga con la diversidad que necesita. En países desarrollados las empresas incorporan investigadores para sus procesos de I+D y muchas veces puedes tener más una alternativa, puedes incorporarlos dentro de la empresa que es una opción, pero también puedes establecer mecanismos para identificar necesidades y luego, hacer un match en con las soluciones. Hay muchos espacios del sector privado donde caben investigadores que logren funcionar de puente entre academia y empresa. Tenemos que perfeccionar esta política.

-¿Fondecyt debería tener más recursos en 2020? La mayor parte de la investigación científica se financia con estos fondos.

-En generar vamos a pelear por más recursos, pero al alero de una estrategia que nos permita priorizar, fortalecer, crear programas y buscar financiamiento para esos programas. Fondecyt ha sido una iniciativa esencial para el desarrollo de la ciencia en Chile, es la piedra angular que nos ha permitido estar donde estamos. Estos programas operan en su mayoría dentro de las universidades, y tenemos que cuidar este sistema que hemos construido: los investigadores cuando alcanzan un grado de madurez se asocian en centros de investigación; estos centros cuando se desarrollan se vinculan con las empresas, otros con la educación y otros con las políticas públicas.

-¿Ha pensado en evaluar otros programas?

-La Agencia de I+D es la sucesora de todo Conicyt, por lo tanto, es necesario un trabajo junto con Conicyt, que es nuestro principal aliado, para ver cómo se construye con lo que tenemos, pero enfrentada a un escenario distinto, donde hay mucho más demanda de investigación y una necesidad bien urgente de incorporar nuevos elementos para enfrentar los desafíos y la globalización. Debe ser una agencia que pueda responder ágil y flexiblemente a esa demanda, moderna que se vincule con la agenda digital, con la modernización del Estado, elementos que van a permitir que sea una agencia más moderna, ágil y digital.

Presupuesto

-¿Cómo enfrentarán la discusión presupuestaria de 2020?

- Una de nuestras tareas es fortalecer el sistema y eso va a pasar primero, por tener claridad en qué queremos invertir, hacer que esos programas sean atractivos desde el punto de vista del conocimiento que estamos generando, cómo los vamos a aplicar y luego vamos a definir el financiamiento. Vamos a pelear porque el presupuesto aumente y en particular asociado a esos programas que creemos que pueden ser los bueyes y que el presupuesto sea la carreta. Nunca hemos hecho un ejercicio donde digamos estos son los bueyes que queremos y para allá debemos ir y eso cuesta tanta plata. El presidente ha dicho que si el país crece estamos en un buen pie, el país está creciendo y tenemos índices de 4%, entonces estamos bien.

-¿Cuándo van a estar definidos los "bueyes"?

-Bajaría las expectativas, claramente vamos a tener algunos proyectos que surgirán de los insumos que tenemos, no creo que para la discusión presupuestaria de 2020 tengamos totalmente definida una agenda. Ahora definiendo algunas líneas estratégicas.

La instalación en 2019

Creación del ministerio: el Ejecutivo tiene plazo hasta el 13 de agosto para el envío de dos decretos con fuerza de ley para la creación de la subsecretaría de CTCI y Agencia de I+D.
Consejo de CTCI: el proceso continúa con el envío de 15 decretos adicionales, uno de ellos establece la creación de este consejo.
Desconcentración territorial: el segundo semestre partirán con la instalación de seremías en cinco coordinaciones macrozonales, para luego avanzar en cada una de las regiones.

 

Lo más leído