Rembre se consolida como exportador de plumavit reciclado en Latinoamérica

En Chile, el reciclaje tradicional existe hace más de seis décadas, al igual que los recicladores de base, -mal llamados cartoneros- quienes recolectan materiales como papel, cartón, chatarras y plásticos, entre otros. De creación más reciente, son los puntos limpios, centros habilitados para recibir los residuos domiciliarios reutilizables.

“Tenemos el desafío de innovar en el reciclaje. Con esto buscamos darle un mayor valor, con foco en lograr un impacto no sólo en lo económico, sino también en lo social y ambiental”, afirma el gerente general de Rembre, Pedro Bulnes.

Un reto que los llevó a buscar opciones para ampliar el rango de materiales a reutilizar. En 2014, en conjunto con Corfo, implementó el proyecto “Apertura de un nuevo mercado de reciclaje”, que contempló la importación de tecnología para tratar el plumavit (poliestireno), un tipo de plástico con distintos componentes físico-químicos, usado principalmente en sectores de embalaje y construcción. No es biodegradable, por ello, es considerado nocivo para el medio ambiente, y por lo mismo, rechazado en los puntos limpios.

“Somos pioneros en el reciclaje de plumavit domiciliario y hoy lideramos en Latinoamérica”, sostiene Bulnes.

El ejecutivo señala que este tipo de reciclaje ha tenido un avance sustancial, lo que se refleja en su volumen de ventas a países como Alemania, Bélgica, España, Estados Unidos, China y Japón, el que registró un aumento de 50% el primer semestre de 2017, respecto de igual período del año anterior.

“Este mes exportaremos 15 toneladas de plumavit (3.400 metros cúbicos), alza que se debe a que cada vez más las empresas conocen que existe una innovación que lo recicla”, dice.

Bulnes señala que junto con seguir sumando entidades que se preocupen del destino final del plumavit y decidan reciclarlo, buscarán comercializar productos elaborados en base a esta materia prima, incorporando técnicas de ecodiseño.