Energía

Abastible se expande en la región y se queda con activos de Repsol en Perú y Ecuador

Firma del grupo Angelini ya tenía operaciones en Colombia y, con adquisición de Solgas y Duragas, se convertirá en el tercer actor del mercado a nivel sudamericano.

Por: Antonio Astudillo M. | Publicado: Jueves 21 de abril de 2016 a las 04:00 hrs.
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Una fuerte expansión de sus operaciones internacionales concretó Abastible, firma controlada por el grupo Angelini a través de Empresas Copec, al sumar dos nuevos mercados a su negocio del Gas Licuado de Petróleo (GLP).

En un hecho esencial enviado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) la compañía informó del acuerdo alcanzado con Repsol SA para adquirir las operaciones de la firma en el segmento del GLP en Perú y Ecuador, con lo que se transformará en el distribuidor de gas en balones más diversificado del mercado local, con operaciones en cuatro países, y en el tercer operador en Sudamérica.

Abastible ya estaba presente en Colombia, donde tiene una participación de mercado del 35,3% y compite también con Gasco y Lipigas. En Chile es el segundo actor, con una participación de 37%.

Compras estratégicas

El acuerdo con Repsol implicó la adquisición por parte de Abastible de las firmas Solgas en Perú y Duragas en Ecuador, por US$ 264 millones.

Así, la compañía del grupo Angelini entrará a ambos mercados con una fuerte posición competitiva. En Perú, Solgas es el principal distribuidor de GLP en cilindros, con una participación de mercado del 26%, mientras que Duragas tiene una participación cercana al 37%.

La operación, señaló Abastible, será mediante la adquisición de las participaciones accionarias que tiene Repsol en ambas compañías. En el caso de Solgas, pagará unos 980 millones de soles peruanos -libre de deuda y caja-, mientras que por el negocio en Ecuador el desembolso alcanzará a US$ 33 millones. En la transacción, la compañía fue asesorada por Santander GBM.

En el caso de Duragas, el gobierno ecuatoriano intentó adquirir los activos de la firma a Repsol a inicios de la década, sin tener éxito.

“Si la deuda financiera neta al cierre de la transacción es similar a la registrada en los balances a diciembre de 2015, el monto a pagar por las acciones de las compañías peruanas ascenderá a aproximadamente a

US$ 264 millones (...) una vez materializada la transacción descrita, esta tendrá positivos efectos en los resultados de Abastible, sin perjuicio que por el momento estos no son cuantificables”, dijo la firma.

Mercados complejos

Si bien Abastible ya ha incursionado fuera del país, con sus operaciones en Colombia, el mercado peruano muestra un mayor nivel de complejidad dada su atomización e informalidad. Acá, el GLP es el segundo combustible de mayor uso por parte de la población y existe una alta sensibilidad a los precios.

Según señaló Abastible, Solgas vende unas 570 mil toneladas de GLP anuales, considerando el volumen entregado a clientes mayoristas y finales, cuenta además con un terminal de importación de gas propio, con una capacidad de 10.600 toneladas de almacenamiento.

Entre los activos también se consideran siete plantas de almacenamiento y envasado, 3,5 millones de cilindros de marca propia, 5.000 estanques de clientes, 62 camiones para abastecer a distribuidores y 57 cisternas para abastecimiento de plantas.

Duragas vende unas 405 mil toneladas anuales de GLP en el mercado ecuatoriano. Tiene cuatro plantas de almacenamiento y envasado, una de reparación y mantención de cilindros, 4,3 millones cilindros de marca propia, 2.500 estanques propios de clientes y 13 cisternas para abastecer a plantas y clientes.

investigación en curso

Como el mayor actor del mercado de GLP peruano, Solgas es una de las firmas investigadas por el organismo de competencia de ese país, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), en un caso de colusión, donde también se vio involucrada LimaGas, filial de la chilena Lipigas que fue adquirida en 2013, pero donde un grupo relevante de sus accionistas ya participaba de la propiedad con anterioridad. El proceso, donde también se investiga a Zeta Gas, propiedad de la mexicana grupo Zeta y Llama Gas, se refiere a un acuerdo para elevar los precios en los cilindros de 10 kilos, que las firmas habrían sostenido entre 2006 y 2011.

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