Energía

Diésel paga en Chile el tercer impuesto más bajo de la OCDE

Presidente de fundación GNF, plantea equiparar la tasa de los distintos combustibles.

Por: Jéssica Esturillo O. | Publicado: Martes 15 de noviembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Las industrias del gas y la electricidad están haciendo esfuerzos para ganarse un espacio en la matriz energética del transporte público en la capital, aprovechando la postura proclive a la inclusión de nuevos combustibles en este segmento que ha manifestado la autoridad.

En la última versión del plan de descontaminación de la Región Metropolitana y a raíz de ello en la próxima licitación del Transantiago, el gobierno se ha mostrado dispuesto a analizar la inclusión de nuevos combustibles.

Es así que en paralelo al despliegue demostrativo de algunas unidades que por estos días recorren la ciudad y la activa participación en instancias, como los grupos de consulta establecidos previo a la elaboración de las bases de la próxima licitación del Transantiago, Gas Natural Fenosa (GNF), controladora de la distribuidora Metrogas, organizó para este jueves un seminario donde mostrarán la experiencia internacional en esta materia.

En la actividad, el presidente de la fundación de la catalana, Martí Solà, se referirá a los beneficios que el diésel tiene en Chile y que le restan competitividad a opciones como el gas vehicular.

Uno de ellos, plantea, es la diferencia tributaria entre estas alternativas, lo que hace que la carga tributaria de Chile sea la tercera más baja de la OCDE, con un 29%. En promedio este indicador es del 42%, dice el directivo de la hispana, quien añade que resulta sorprendente que de esta forma en Chile prime el combustible que es más contaminante, respecto de otras opciones más limpias.

Añade que el parque vehicular en base a diésel es el 23% del total, pero es responsable del 65% de las emisiones de material particulado.

Los cálculos de la industria establecen que con un impuesto específico de 1,5 UTM por m3, el diésel resulta cuatro veces más barato que la gasolina, que paga 6 UTM por m3, y un 25% más barato que el gas vehicular comprimido, que paga 1,93 UTM por cada mil m3.

Solà plantea que la solución en este sentido pasaría por al menos dejar al diésel y al gas en el mismo nivel de tasas, lo que permitiría replicar a nivel local experiencias como la de Madrid, donde el transporte público tiene todas las opciones y donde la totalidad del parque de buses de mayor tamaño actualmente funciona con gas, especialmente ahora que la tecnología está probada y se ha reducido su costo.

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