Enel pone fin a más de 10 años de disputas con regantes del Laja por uso del embalse

Enel Generación Chile y el Ministerio de Obras Públicas pusieron ayer fin a más de una década de enfrentamientos entre la eléctrica y las asociaciones de regantes por el uso y la administración del lago Laja.

Este embalse natural, el más grande del país y que representa el 20% de la producción hidroeléctrica de la filial de la italiana en Chile, tiene instalado del orden de 800 MW de capacidad en distintas centrales.

Ambas entidades suscribieron un convenio que complementa el acuerdo de uso vigente desde 1958 y cuyos términos, explica el gerente general de la generadora, Valter Moro, estaban obsoletos tras los embates de la prolongada sequía que afecta a la zona centro-sur del país.

“El convenio de 1958 se hizo para establecer cuándo y cuánta agua se podía usar para riego y generación, a partir de una situación de las reservas del embalse Laja que era muy distinta a la que se tiene hoy, debido a la sequía que se manifiesta hace unos ocho años. Esto hizo que ese convenio se haya quedado bastante obsoleto”, comentó el ejecutivo de la italiana.

El agotamiento de este reservorio, cuya utilización fue concebida para riego y producción de energía, es evidente. De acuerdo con los datos de la Dirección General de Aguas (DGA) a octubre, de los 5.582 millones de metros cúbicos de capacidad total del embalse actualmente éste acumulaba solamente 871 millones de m3, mientras que en igual mes del año anterior mantenía 1.015.

“A nivel nacional y en términos globales, los embalses han venido disminuyendo su déficit con respecto a sus promedios, llegando ahora a 24%. El mayor déficit corresponde a los embalses mixtos, dedicados a la generación y al riego, que tienen un déficit de 52%, representando un 65% del volumen promedio total. Los embalses dedicados exclusivamente al riego y los dedicados sólo a generación presentan superávits cercanos al 30%”, explica la DGA en su más reciente reporte.

Las cifras del Coordinador Eléctrico Nacional indican que en términos de cota, Laja está al 19% de su capacidad, en la cota 1.317 metros. Esto es levemente inferior al nivel de los dos años anteriores en la misma fecha, lejos de los 1.368 metros que es la medida máxima, mientras que la mínima para operar está fijada en los 1.308 metros.

La tensión entre los intereses eléctricos y los de riego se produce porque ambos usos se producen en momentos distintos, es decir, a la generadora busca liberar agua del estanque entre los meses de verano, cuando se produce el deshielo, que es el momento en que los regantes busca acumular reservas para la temporada de riego. Esta diferencia llevó el tema incluso a los tribunales. Los regantes representan unas 100 mil hectáreas, repartidas entre más de cuatro mil agricultores.

Largo proceso

La negociación que culminó ayer con la firma de un acuerdo indefinido, que podrá ser revisado en la medida en que haya un cambio en las condiciones, estuvo precedida por una mesa de trabajo en la que estuvo la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del MOP, la eléctrica y representantes de las asociaciones de regantes y juntas de vigilancia, durante tres años.

En esta instancia, que busca la recuperación del nivel de reservas del lago, habían suscrito tres acuerdos de vigencia anual a partir de 2014, uno de los cuales incluyó que la ex Endesa dejara de operar la central El Toro (450 MW) en los meses previos al deshielo, a fin de reconstituir al menos en parte los volúmenes del embalse. Previo a ello el convenio de 1958 debió ser “flexibilizado” unas seis veces a raíz del impacto de la sequía.

En esta oportunidad, comenta Moro, el principal cambio tiene que ver con la flexibilización de sus términos, ya que, por ejemplo, el criterio de uso deja de estar vinculado a un volumen determinado de agua, sino que todo se regirá a partir de porcentajes. La forma de uso estará dada, además, por el nivel que presente el embalse, lo que determinará si la prioridad estará en la generación o en el riego.

“Esto permitirá una mayor flexibilidad incluso a nivel mensual, porque las partes podrán programar con mayor flexibilidad sus retiros porque el volumen ya no será anual, sino que incluso mensualmente se podrá producir más, a diferencia de lo que pasaba con el convenio antiguo”, apunta Moro, quien añadió que la flexibilización en los tres años anteriores, efectivamente, permitió mejorar las reservas del lago Laja.

Replicar el modelo en el Maule

€La laguna del Maule, junto con el Lago Laja, son las principales reservas hidroeléctricas del país, por eso una de las metas de Enel Generación Chile es poder replicar este convenio con las asociaciones de riego de esa cuenca, donde también tiene operaciones Colbún, y donde la relación tampoco ha estado exenta de conflictos. Hasta ahora, comenta Moro, se ha logrado establecer una mesa de trabajo con todos los involucrados, replicando lo alcanzado en la Región del Biobío, razón por la que no descarta que las conversaciones también puedan llegar a la renovación del convenio de uso, que en el caso de la Laguna del Maule es más antiguo, pues data de la década del 40, tomando como referencia la experiencia acumulada en Laja.