Escala polémica: Argentina sella segundo contrato de compra de gas a Chile por precio aún mayor

 Si el primer contrato que Enarsa firmó para materializar la importación de gas natural desde Chile despertó polémica por el precio pactado, el convenio que ayer la petrolera estatal argentina suscribió con la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) y con el gasoducto GasAndes avivará las críticas, ya que la tarifa pactada es mayor a la acordada con Solgas, filial de Engie, para el hidrocarburo que se enviará desde la zona norte.

Así al menos lo informan hoy medios trasandinos que accedieron al contenido de este segundo convenio suscrito en el cual se establece que Argentina pagará US$ 7,02 por millón de BTU (unidad térmica británica) por el hidrocarburo que llegará desde la zona central. Este monto es superior a los US$ 6,9 por millón de BTU que Enargas le pagará a Solgas.

El precio conocido ayer es 132% superior al que actualmente el país vecino paga por el gas proveniente desde Bolivia y un 56% mayor que el de las importaciones de GNL que recibe en los terminales de Bahía Blanca y Escobar, de acuerdo con el más reciente pedido que efectuó Enarsa.

En el detalle, el contrato que habrían suscrito ayer con ENAP establece que desde la zona centro Argentina recibirá 276 millones de metros cúbicos (MMm3) de gas natural, lo que al precio pactado implicará un desembolso de US$ 73,4 millones, según publica El Inversor Online.

Una cláusula establece que el 25% de este último monto se pagará por adelantado y el porcentaje restante se cancelará contra entrega del combustible.

Este monto se suma a los US$ 22,5 millones que Enarsa le pagará por adelantado a Solgas, la filial de Engie, que articuló una oferta que incluye desde el abastecimiento del GNL hasta el transporte por el gasoducto NorAndino. Este medio indicó que la exigencia de pago inmediato responde a la mala experiencia que la franco-belga tuvo en el país vecino por la ruptura del contrato entre Suez y Aguas Argentinas.

"Tuvimos que aceptar las cláusulas"
En entrevista con el medio trasandino, La Política Online (LOP), el presidente de Enarsa, Hugo Balboa, justificó las condiciones del acuerdo para la compra del gas a Chile.

"Ésta era la única y más conveniente opción de abastecimiento de gas para el invierno" y se tuvo que aceptar las condiciones fijadas por los proveedores por "la falta de confianza en el país que tienen las empresas chilenas", dijo el timonel de Enarsa.

"Las empresas chilenas, por la falta de confianza que les genera Argentina, no quieren aceptar como garantía cartas de crédito del Banco Nación", dijo Balboa.

El primer punto responde, dijo el directivo, a que la capacidad de regasificación de los terminales flotantes de Bahía Blanca y Escobar asciende a 33 MMm3/día de gas, volumen que llega a tope durante los meses de invierno e impide comprar más barcos de GNL. Esta limitación, sumado a la imposibilidad técnica de Bolivia para aumentar sus envíos, ya que sobre un máximo programado de 19,9 millones de metros cúbicos diarios (MMm3d) solo podrá despachar 16 MMm3d a partir de junio.

Este fue el mix que le abrió las puertas al gas que llega a Chile, aprovechando los gasoductos que estaban inutilizados o subutilizados.

El uso que se le dará al gas que llegará desde Chile, continuó Balboa no será para calefacción en Buenos Aires, sino que será entregado a la administradora estatal del mercado eléctrico, Cammesa, que lo distribuirá a las centrales de generación térmica.

"De esta manera, logramos remplazar una parte del gasoil importado más caro por el gas natural que es más económico", dijo a LOP, ya que el costo de importar en el invierno 900 mil m3 de combustible líquido para abastecer a estas centrales es equivalente a US$ 10,4 por millón de BTU, superior al monto que se pagará a Chile, pues totalizaba US$ 319 millones y les permitirá sustituir del orden de 400 mil m3 de esas compras.