Energía

Tras críticas por corte de suministro eléctricas se abren a financiar parte del costo para soterrar redes

Gobierno analiza implementar modelo de concesiones para buscar una salida a 170 mil kilómetros de tendido eléctrico.

Por: L. Gómez y J. Troncoso | Publicado: Martes 18 de julio de 2017 a las 04:00 hrs.
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El corte de suministro eléctrico a más de 390 mil clientes a partir del sábado en la noche, en la Región Metropolitana y Rancagua, no sólo desató la ira de los clientes que en algunos casos debieron enfrentar hasta 50 horas de interrupción, sino que también la discusión sobre el estándar de calidad en el suministro que requiere el país.

A dos días del evento climático, en Santiago aún quedaban 7.500 clientes sin suministros eléctrico de los cuales unos 4.000 pertenecían a Enel Distribución y unas 3.500 a CGE.

“El impacto del evento climático fue más allá de lo que probablemente muchos planificaron, pero se puede hacer más hay que redoblar los esfuerzos para acortar los tiempos de falta de suministro”, dijo ayer el ministro de Energía, Andrés Rebolledo, quien criticó a las empresas por su lenta respuesta ante los inconvenientes.

En tanto, el Superintendente de Electricidad y Combustible (SEC), Luis Ávila, fue enfático en que se iniciaron los sumarios de investigación para establecer las causas de los cortes y las respectivas responsabilidades.

Y es que los argumentos esbozados por las compañías, esto fue producto del efecto que tuvo la nevazón en la caída de los árboles sobre el tendido eléctrico. Esto abrió nuevamente el debate sobre la necesidad de soterrar los tendidos otorgando una mayor seguridad y estabilidad al sistema.

En Chile existen más de 2,5 millones de postes para instalaciones de distribución eléctrica y casi 170 mil kilómetros de red. Del total, alrededor de un 2% está instalado bajo tierra.

Inversiones 10 a 1

Una de las grandes vallas que presenta este modalidad es quién financia las inversiones. Según la ley eléctrica, son los clientes quienes, vía tarifa, financian las obras que llevan a cabo las empresas. Según el ministro Rebolledo esta situación hace inviable pensar en esta modalidad. Por ello dijo que urge analizar otras alternativas de financiamiento en el marco de cambios a la ley que regula a este sector que data de la década de los ‘80.

“Hay que evitar que esto se refleje en un alza de las tarifas. No obstante tenemos disposición para buscar modelos donde no sean solo las empresas, sino también los centros habitacionales o los municipios, quienes colaboren eventualmente en el”, dijo Rebolledo.

El nivel de inversión no es menor. Esto porque la diferencia entre optar por instalar redes en postes por vía aérea o bajo tierra es equivalente a la diferencia entre 1 y 10.

El gerente general de Enel Distribución, Andreas Gebhardt, se mostró dispuesto no sólo de introducir cambios a la ley, sino que buscar un modelo donde varios actores puedan aportar con el financiamiento.

“Es parte de lo que hay que discutir. El negocio de distribución no es más allá del 20% del total de precio que uno paga, por lo tanto hay que definir cuál es el estándar de la calidad y la continuidad del suministro que tenemos que entregar y que cumpla con las expectativas de los clientes, después se ven las inversiones. Nosotros como compañía, no tenemos ningún problema en concurrir con las inversiones y tenemos que ver cómo se financia”, dijo.

Para Eduardo Apablaza, gerente general de grupo CGE, esto es algo que han venido estudiando. “El año pasado contratamos una consultora y las alternativas acá son tener redundancia de instalaciones, soterrar y tener conductor protegido y automatismo. Ya tenemos un 30% de la red soterrado y un 70% de redundancia, por eso que frente a estos eventos extremos nosotros en las primeras horas recuperamos prácticamente el 80% del suministro porque ya tenemos esa capacidad de levantar la red”, aclaró.

En tanto, el gobierno, a través del Ministerio de Obras Públicas, está evaluando la conveniencia de utilizar el sistema de concesiones en un posible plan de soterramiento masivo de redes.

Se estima que la explotación de poliductos podría ser un negocio tan lucrativo como las concesiones de carreteras, sin un incremento en las tarifas a público ni millonarias inversiones por parte de los municipios.

No obstante, esto podría demorar al menos dos años más, por lo que sería tarea del próximo gobierno: Lo que se ha realizado son análisis sobre si es viable el sistema de concesiones para el soterramiento de redes.


 

"Dentro de la tarifa a los usuarios está incluida la poda de árboles"

-¿De quién es la responsabilidad de los masivos cortes de luz?

-De las empresas eléctricas. Dentro de la tarifa que pagan los usuarios está incluida la poda de árboles. Es verdad que tiene que haber coordinación con las municipalidades, pero también es parte de su negocio, es parte de la mantención para que las ramas no afecten a las líneas. En zonas rurales es mucho más complejo porque tienen que acceder a los predios, pero en la ciudad eso no es un problema.

-¿Falta fiscalizar?

-No creo que haya que fiscalizar cada una de las cosas que tienen que hacer las empresas. La calidad del suministro es su responsabilidad. Esta nevazón estaba avisada y las empresas se podrían haber preparado mejor para esto. -Las empresas dicen que no tienen el permiso de los municipios para cortar los árboles... -Es discutible. Los municipios pueden oponerse a que ellos hagan la debida mantención de las líneas. Y si es así fuera, debiesen informar a la SEC para que tome las medidas que correspondan.

-¿Está por el soterramiento de redes?

-Eso tiene un costo y está sujeto a que se inunden las canalizaciones, pero si tiene una adecuada mantención de los árboles esto no debería ocurrir.


 

"La responsabilidad de la franja de seguridad es de las empresas"

-¿Qué pasó que las empresas de nuevo fallaron en la prevención de cortes de suministro?

-No puede ser que vivamos con estos cortes masivos. Los efectos del clima nos dan sorpresas y van más allá de lo que se planificado pero sobre todo, por el tiempo del corte del suministro, que es lo que ha generado más molestias y complicación y esperamos que en las próximas oportunidades que se repitan estas condiciones climáticas estén preparados para no verse sobrepasados.

-¿Las empresas aún no han aprendido?

-Esperamos que esto nos sirva de experiencia para estar más preparados con los planes de contingencia. Estamos convencidos, y así además lo indica la ley, que la lluvia, el viento o la nieve en sí mismo no son causas de fuerza mayor y lo que hay que por lo tanto desde nuestro rol fiscalizador determinar es cuál es la causalidad en el caso que un árbol o de afuera de la franja de seguridad, pueda ser una causa de fuerza mayor pero en este caso, la nieve no lo es.

-¿De quién es la responsabilidad de las poda de árboles?

-La responsabilidad de mantener la franja de seguridad es de las empresas, así lo indica la ley y las empresas lo tienen internalizado y están conscientes de eso.


 Santiago tiene menos cortes que la región, pero más que países OCDE

Aunque está considerada dentro de las ciudades de "altos ingresos" de la OCDE, Santiago está muy por detrás de sus pares en términos de estabilidad del servicio eléctrico, según muestra un estudio del Banco Mundial publicado en marzo de este año.

La investigación, que sirve como insumo para el ranking anual Doing Business, compara a ciudades de todo el mundo según la frecuencia y duración de los episodios de interrupción del servicio eléctrico. La entidad vincula estos eventos a la baja productividad empresarial de los países. De acuerdo con esas cifras, recopiladas entre 2013 y 2015, un cliente estándar en la capital chilena sufrió 1,58 episodios de corte del servicio, con una duración promedio de 3,85 horas. Otros países de la misma categoría que Chile registran cifras bastante menores: la australiana Sidney registró 0,75 casos de una duración de 1,2 horas promedio; Madrid, en España, tuvo 0,56 episodios de 0,37 horas y París, Francia, 0,25 cortes de 0,26 horas.

En la región, el otro latinoamericano de la OCDE, México, también logró un mejor registro que Chile. Ciudad de México reportó 1,28 episodios de una duración de 0,59 horas y Monterrey, también mexicana, 0,33 episodios de 0,01 horas.

No obstante, Santiago sí muestra una ventaja importante entre las principales ciudades de América del Sur. Los clientes de Buenos Aires, Argentina, experimentaron entre 2013 y 2015 un promedio de 15,11 cortes de energía, entre los más altos de la región, con una duración de cuatro horas. En Brasil la duración de los sucesos estuvo entre las mayores del mundo. Río de Janeiro tuvo 7,1 sucesos de 14,42 horas de duración y Sao Paulo, 5,39 episodios que duraron un promedio de 14,99 horas.

En Lima, Perú, considerado por el BM como un país de ingreso medio alto, un usuario típico sufrió 4,33 cortes de energía en el mismo período, con una duración de 9,09 horas. En tanto, La Paz, en Bolivia, registró 11,45 episodios que se prolongaron por 7,98 horas.

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