Entre Códigos

Expertos advierten barreras para las reorganizaciones de empresas frente a alza de procesos de insolvencia

Altos costos y plazos comprometidos, así como la falta de un mecanismo especial para pymes, destacan entre los desafíos para mejorar el sistema.

Por: Camila Bohle | Publicado: Lunes 18 de mayo de 2020 a las 04:00 hrs.
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Foto: Agencia Uno
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Los abogados dedicados a las reorganizaciones y liquidaciones de empresas están recibiendo numerosos llamados de todo tipo de compañías para evaluar los caminos a seguir. La suma del movimiento social del 18 de octubre y el avance del coronavirus, ha sido una mezcla difícil de sortear, por lo cual los expertos anticipan una eventual avalancha de nuevos casos de insolvencia en las próximas semanas.

Aunque este escenario afecta a todas las industrias, sectores como el comercio, los restaurantes y productoras de eventos, así como constructoras e inmobiliarias, destacan entre los que han sufrido los golpes más duros. Los números ya lo muestran: 16 reorganizaciones y 564 liquidaciones en lo que va del año, según la Superintendencia de Insolvencia y Reeprendimiento.

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Luis Felipe Castañeda, socio de Castañeda Abogados, detalla que eso representa el 40% del total de 2019. “Revisando los procesos que se encuentran en análisis y considerando que la cuarentena total de la Región Metropolitana tendrá un efecto de considerable magnitud en la economía, estimamos que las reorganizaciones judiciales debieran sobrepasar en, a lo menos, un 70% al año anterior. Tendencia que se debiera mantener el primer semestre del 2021”, dice.

En este escenario, estima que muchas de las empresas que en un escenario de normalidad económica enfrentarían procedimientos de liquidación, ahora bajo las actuales circunstancias podrían optar por reorganizarse dado que existe una mejor recepción de los acreedores bancarios, financieros y proveedores a aprobar salvatajes.

Principales obstáculos

Aunque hay una demanda fuerte por estos procesos, existen barreras a la entrada, especialmente para pequeñas firmas, como los costos asociados y el lapso de tiempo que toma.

María Loreto Ried, socia de Ried & Camus Abogados, estima que para una empresa con menor sustento financiero puede ser más complejo acceder a este mecanismo.

Castañeda propone establecer un mecanismo especial que regule sólo a Pymes, donde la certificación del pasivo sea hecha por un auditor no necesariamente inscrito en la Comisión para el Mercado Financiero, que los honorarios del veedor y del interventor estén fijados por tabla y se requieran menores quórums de aprobación de los planes.

De todos modos, según Ried, las principales barreras de las reorganizaciones están dadas por la dificultad de operar una vez que se llegue a un acuerdo con los acreedores. “Por ejemplo, una empresa relacionada con la venta de productos, aprueba su acuerdo de reorganización, pero al día siguiente nadie le da crédito, debido a las altas provisiones que las instituciones financieras deben efectuar. Esto hace que el cumplimiento de los acuerdos de reorganización sea difíciles de llevar adelante y de ser cumplidos”, explicó.

Para afrontar el tema de los plazos y, por contrapartida, de los costos, existe un mecanismo simplificado de reorganización -como el que lleva AD Retail-, pero en la práctica -dice Castañeda- se ha visto que su aplicación se complejiza por cuanto exige que el pasivo se encuentre concentrado en pocos acreedores.

Necesidad de fondos

La situación actual acarrea una necesidad adicional de lograr fondos por parte de las empresas para afrontar lo que -se espera- sean los meses más duros de la pandemia. Algunas pequeñas empresas están optando por esperar las entregas de los denominados créditos Covid antes que someterse a una reorganización, confiando que con esta ayuda económica, en parte, puedan superar su crisis.

Sin embargo -dice Castañeda- “los bancos han sido bastante restrictivos en su otorgamiento, sujetando a las empresas a un riguroso análisis de riesgo, por lo que no serán muchos los beneficiados. Adicionalmente, prorrogar la decisión de iniciar un proceso concursal puede traer costos mayores e incluso hacer inviable una reestructuración financiera”, detalló.

Si bien señala no conocer detalles de situaciones concretas, Ried agrega que “no pareciera ser muy serio pedir un crédito Covid-19 y al día siguiente liquidarse”.

La reforma a la ley

En el marco de las señales del Gobierno en cuanto a que hará cambios a la legislación de este tema, Ried señala que, a su juicio, hay varios temas que ajustar “en especial en lo referente a las liquidaciones de personas naturales, ya que en dichos procesos se echa de menos una simplificación de los trámites y de las audiencias”.

En materia de reorganizaciones, propone que debería permitirse reestructurar los pasivos laborales y fiscales (con el acuerdo de dichos acreedores) y facilitar el financiamiento de las empresas que logran acuerdos.

Castañeda apunta a introducir simplificaciones a las reorganizaciones de micro y pequeñas empresas, permitiendo que el acreedor omitido en la nómina de pasivos y que no verifique, pueda, en cualquier momento, solicitar que el Acuerdo de Reorganización se cumpla a su favor.

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