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Grandes estudios estrenan socios en medio de más exigencias por paridad y flexibilidad laboral

Diez profesionales promovidos recientemente profundizaron en los retos que la industria debe abordar.

Por: Paula Vargas | Publicado: Lunes 26 de marzo de 2018 a las 04:00 hrs.
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Los socios de Cariola Diez Pérez-Cotapos: Javier Cerón, Pedro Lluch y Jorge Boldt (Fotografía de Julio Castro)
Los socios de Cariola Diez Pérez-Cotapos: Javier Cerón, Pedro Lluch y Jorge Boldt (Fotografía de Julio Castro)

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Varios son los estudios locales que este año han promovido a algunos de sus más destacados abogados como socios de sus respectivas firmas. Méritos profesionales y académicos tienen de sobra, a pesar de que muchos no superan los 40 años.

De hecho, el menor de ellos tiene solo 32 años, se trata de Javier Cerón de Cariola Diez Pérez-Cotapos, quien junto a Jorge Boldt (34) y Pedro Lluch, desde el 1 de enero pasaron a ser parte de la línea de socios de esta oficina.

Otra de las grandes promociones de este año se dio en Claro & Cia. con el nombramiento de Juan León (35), de quien se dice es uno de los profesionales más jóvenes que ha llegado a ocupar el lugar de socio en dicho estudio. En Guerrero Olivos también se vieron movimientos de este tipo con la promoción de especialistas de gran trayectoria como Marco Zavala (52), Macarena Ravinet (41) y Sergio Yávar (38).

En Carey también se dio un nombramiento de socio, el que recayó en la figura de Matías Vergara (37), mientras Barros & Errazuriz hizo lo suyo al incorporar a Sergio Eguiguren (37) para potenciar su área de fusiones y adquisiciones. Algo similar sucedió en Prieto Abogados con el nombramiento de Cristián Bay-Schmith como socio del equipo del área tributaria.

Los retos

Llegar a ser parte de este selecto club implica también un desafío mayor a la hora de analizar los cambios que vive la industria y las barreras que deben sortear para potenciar y retener el talento interno.

Varios de profesionales recién ascendidos profundizaron estos temas con Diario Financiero, entre ellos, la única mujer, Macarena Ravinet , lo que también da cuenta de uno de los grandes pendientes de la industria legal: la escasa presencia femenina en la cúpula de los grandes estudios.

“Los estudios de abogados tienen el deber de retener el talento de sus abogadas y así evitar las “fugas” de éstas cuando llegan al año 5-8 de la carrera, que generalmente coincide con la maternidad”, dice la profesional y, agrega,que lo anterior no puede ser un impedimento dado que la tecnología les permite estar conectadas y trabajar desde cualquier lugar.

“La tendencia debe moverse hacia los resultados, la eficiencia y no premiar a quien se queda más tarde a la oficina. En mi experiencia, al implementar estos sistemas (de mayor flexibilidad) las abogadas responden con creces, pueden desarrollar una carrera profesional contundente y ocupar un lugar en la mesa aportando no solo en lo profesional sino en favor de una cultura interna integrativa que en siglo 21 debe primar”, destacó.

Cristián Bay-Schmith, por su parte, señala si bien los estudios han avanzado en mejorar la carga de trabajo y la eficiencia, aún falta por hacer para lograr un mayor equilibrio entre el trabajo y la calidad de vida, “aspecto que es especialmente apreciado por las nuevas generaciones”.

Y es que el tema de nivelar las exigencias profesionales con la vida personal es algo de lo cual esta renovada camada de socios está muy consciente. “Muchas veces hay algo que a veces se pierde de vista: cultivar los otros aspectos de la vida nos permite hacer mejor nuestro trabajo, teniendo una visión más completa del negocio y los intereses del cliente, no solo del encargo puntual. Nuestra manera de ver la profesión va más allá de ser meros asesores legales”, explica Juan León.

Otro punto que hacen estos profesionales tiene que ver con la competencia y la llegada de firmas internacionales. “Esto nos plantea un desafío frente al cual nadie puede permanecer indiferente. Aquí no hay recetas predefinidas: sumarse a una multinacional o mantenerse independiente son opciones igualmente válidas, el reto está en encontrar la fórmula que mejor se adapte a la cultura interna y los tipos de práctica que cada estudio desarrolla”, menciona Sergio Eguiguren.

La incorporación de tecnología y la innovación a la hora de proponer soluciones creativas y eficientes también son asuntos donde la industria tiene mucho por hacer, coinciden los nuevos socios de Guerrero Olivos.

Pero no solo los temas de gestión y cultura interna de los estudios son los únicos retos de la industria. Estos profesionales comentan que la academia también tiene algo que decir, como por ejemplo, reforzar aspectos como el pensamiento teórico y analítico. “Lo que se requiere no son abogados que repitan ideas, sino que sean capaces de cuestionarlas, verlas desde otro punto de vista y desarrollar las propias”, mencionaron los nuevos socios de Cariola Diez Pérez-Cotapos.

En ese sentido, Marías Vergara de Carey comenta que es clave dar más prioridad a la aplicación práctica y resolución de casos, además de que las universidades aborden en su malla temas de ética e integridad profesional “ a la que se ven expuestos los abogados, poniendo especial énfasis en nuestro deber de confidencialidad”.

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