Industria

CMPC: "Tenemos tierra para producir celulosa y es perfectamente posible que el mundo mapuche se integre a la producción"

El presidente de la compañía, Luis Felipe Gazitúa, aseguró que la sociedad chilena tiene una deuda con el mundo mapuche que tiene que ver, esencialmente, con su dignidad.

Por: Karen Peña C. | Publicado: Lunes 9 de noviembre de 2020 a las 14:00 hrs.
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Luis Felipe Gacitúa, presidente de Empresas CMPC.
Luis Felipe Gacitúa, presidente de Empresas CMPC.

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Fue en agosto cuando el presidente de Empresas CMPC, Luis Felipe Gazitúa, hizo pública su postura frente al conflicto en La Araucanía, asegurando de entrada que la violencia es más bien un síntoma de este problema que se arrastra hace décadas y que hace cinco años pensaría distinto probablemente si no tuviese el rol que hoy ostenta en la compañía.

"Nosotros somos conscientes completamente de la relevancia que tiene la industria forestal en la Región de La Araucanía. No somos los únicos actores relevantes y responsables de lo que ocurre, pero tenemos consciencia de que somos una industria que incide en lo que allí ocurre", lanzó este lunes en el Encuentro Nacional de la Agricultura (Enagro), encuentro al que fue invitado para profundizar en un panel en torno a la causa mapuche.

Reconociendo que los niveles de violencia a los que se ha llegado no son razonables, planteó la necesidad de preguntarse por qué ésta ocurre. A su juicio, "la sociedad chilena tiene una deuda con el mundo mapuche que tiene que ver esencialmente con una cosa muy central que es su dignidad", todo el resto de las cosas -dijo- son accesorias a este valor.

En su intervención, hubo espacio para un "mea culpa" en medio de las declaraciones que puso sobre la mesa el presidente del Parlamento Mapuche, Arnoldo Ñanculef. "Es probable que nosotros hayamos cometido errores (...) Si algunas veces hubo que tener algunas estructuras de seguridad que molestaron, es una cosa que probablemente habría que ver en la circunstancia. Lo que sí tengo claro es la situación que tenemos hoy en CMPC. Somos vecinos de 390 comunidades mapuches. Tenemos relaciones con muchísimas comunidades y con el 95% de ellas tenemos las mejores relaciones", dijo.

"Entiendo cuando se nos responsabiliza porque nosotros somos muy grandes y nosotros incidimos en los territorios en que estamos, pero yo tengo ninguna duda que la compañía pagó por cada metro cuadrado y terreno que tiene en la industria forestal", dijo.

En este punto confesó: "No soy tonto, cuando se habla de tierra, se habla de la tierra que también tenemos nosotros y nosotros estamos dispuestos a conversar sobre eso porque nosotros no tenemos intereses en tener tierra por tener tierra". "Nosotros tenemos tierra para producir celulosa y es perfectamente posible que el mundo mapuche se integre a la producción", aseguró.

Para Gazitúa, el problema hoy es que la gente que está en la posición extrema está peleando con sus peñis porque no quieren que entren al desarrollo. "Nosotros somos responsables de varias de las muertes que han habido de gente del mundo mapuche que han sido muertos por sus congéneres por venderse al sistema productivo institucional. Eso es muy grave", indicó.

Y aunque la ley indígena ha provocado efectos perversos, dijo que se está frente a un "problema multifactorial", lo que hace que sea difícil de resolver. Por esto, remató: "Creo que esto se resuelve con diálogo y éste tiene que surgir desde el mundo mapuche. Esto no lo vamos a resolver los chilenos diciendo lo que tiene que hacer el mundo mapuche, que esa es otra parte de los problemas que han habido aquí".

"Quiero reiterar que nuestra compañía está disponible para dialogar con todos, con los duros y con los blandos, y sobre cualquier tema. Nosotros no excluimos tampoco ningún tema. Y digo esto porque, si no hacemos eso, no tenemos posibilidad de combatir la violencia", reiteró.

A su juicio, hay industrias como la del narcotráfico y el robo de madera que han penetrado la situación porque provee recursos económicos. "Si no nos hacemos cargo de los problemas de fondo, lo que estamos abriendo es espacio a los violentos que además son utilizados por delincuentes. Esa es la verdad", sostuvo.

"En La Araucanía nadie sobra"

Consultado por el cambio de visión frente a esta problemática, Gazitúa explicó que las personas son aficionadas a operar desde las opiniones y no de los datos y lo que en estos años se ha informado, llegando a la conclusión de que hay una serie de circunstancias históricas que no tienen que ver con ellos.

"Soy muy consciente de que el demonio en La Araucanía son las industrias forestales. Eso me lo dicen a mí moros y cristianos, pero nosotros llegamos hace 50 años a La Araucanía y este problema tiene casi 200 años. Acá hay una historia mucho más larga que la nuestra", sostuvo.

En esa línea, añadió que hoy son conscientes de que deben tener un rol distinto, siendo factores de desarrollo en La Araucanía, por lo que tienen que contribuir a la solución. "En La Araucanía nadie sobra, no sobran las forestales, no sobran los agricultores, no sobra el mundo mapuche. Todos tenemos que ser parte de contribuir a una solución que se haga cargo de los problemas que aquí han habido en muchas décadas", enfatizó.

Para Gazitúa, cometieron un error en el pasado de comentar las cosas que hacían, porque se tenía la postura de tratar de pasar desapercibidos. "Hoy en el mundo las empresas no pueden pasar desapercibidas", remarcó. 

"En Chile no hay incendios naturales"

Tomando el discurso del Presidente de la República, Sebastián Piñera, el presidente de Empresas CMPC hizo hincapié en los incendios forestales.

"La situación de Chile no es comparable con la de Australia y la de California. En Chile no hay incendios naturales. En Chile, 99% de los incendios son provocados por el hombre y 2/3 de ellos son intencionales. Eso es un costo social gigantesco para el Estado de Chile y para las compañías que operamos en la región", sentenció.

Según detalló, se gastan al año más de US$ 100 millones en protección de los incendios que provocan las personas. "Aquí hemos hecho como que este es un problema que no existe. Entonces, no ha habido una política de Estado. Yo no culpo a nadie. Entiendo que las autoridades políticas tienen tiempos que son más cortos que los plazos que requiere este problema para resolverse. Este es un problema muy complejo, que toca muchos intereses, incluso intereses nuestros", comentó.

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