Industria

Crecimiento de importaciones de calzado redujo empresas del sector a la mitad

Fabricación local vio perder 30 millones anuales de zapatos entre 1991 y 2017. Por contrapartida, han surgido actores nuevos con productos boutique.

Por: Rodrigo Olivares | Publicado: Miércoles 13 de marzo de 2019 a las 04:00 hrs.
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Para la industria, el anuncio de que la histórica comercializadora de calzado Guante pondrá fin a la elaboración de sus productos en Chile tras 90 años, para realizarla en el extranjero, marca el fin de una etapa.

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Competidores sostienen que en los últimos años, otros ya habían seguido el mismo camino con objetivo de reducir costos a través de países con mano de obra más barata, haciendo así frente a una nueva competencia de alto volumen y bajo costo.

Incluso, estiman que la decisión de Guante supondría el fin de la elaboración industrial en Chile, quedando solo algunos actores boutique.

Gatillante de dicho escenario fue el tratado de libre comercio con China en 2010, analiza Bernardita Silva, gerenta de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio: “Empezaron a entrar zapatos a precios que nosotros no teníamos. Si uno mira la evolución de los precios, hubo una baja potente”.

Desde que se comenzó a implementar el acuerdo -explica Silva- hubo alzas de dos dígitos en el crecimiento de la industria hasta 2016, aunque la expansión se ha ido moderando.

Bata, productora y comercializadora checa con operaciones en Chile, fue una de las que dejó su producción en el país, tras el cierre de su planta hace diez años.

Justo Fuente, presidente de la empresa para Latinoamérica, comenta que “la industria del calzado es muy intensiva en mano de obra, entonces el efecto del costo salarial es muy importante. Países asiáticos, por ejemplo, tienen ventajas”.

“Lo que ha pasado con Guante es un tema imposible de soportar. Es tanta la diferencia en términos de producto final, que para mantener tu negocio a flote tienes que salvar y dedicarte a lo que eres bueno, y dejar la producción a países que se han especializado en eso”, reflexiona.

Eso sí, reconoce que “han sido muy valientes de mantener la decisión hasta el final. Nosotros y otros fabricantes hace tiempo nos fuimos a mercados más racionales para ofrecer un buen producto a buen precio”.

“El mercado te enfrenta al dilema de seguir sobreviviendo o desaparecer”, remata.

Según datos de la Cámara de Industriales de Cuero, Calzado y Afines (Fedeccal), al comparar el año 1991 con 2017 las cifras hablan de una caída en la producción local dese 35,7 millones de pares a solo 5 millones, respectivamente.

Las importaciones crecieron en ese lapso: 2,2 millones de pares versus 114,5 millones. Todo ello, ha implicado que el número de trabajadores ocupados en el sector bajara desde 35.000 a 13.145, y que el número de empresas pasara de 1.000 a 491.

El desafío de la industria

Para Felipe Velasco, socio fundador de la productora y comercializadora de calzados Bestias, el hito de Guante confirma que en este nuevo escenario las empresas deben saber diferenciarse.

“Estas empresas no han sabido competir en un mercado en el que tiene que convivir con productos importados de otros países como los asiáticos, esto en diseño, calidad de imagen”, comenta.

También, advierte que fueron los tratados con Asia los que complicaron el escenario. Por ello, estima que se debe “proteger a la industria nacional. Chile es el único que no lo hace, a diferencia de otros donde se reducen impuestos al producto nacional”.

Bestias, compañía que nació en 2011, produce en torno a 2 mil pares calzados mensuales en una planta en Santiago. Junto a ella han surgido otras marcas intentando capturar públicos más específicos.

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