Industria

El plan de Uber para poner en operación primera aeronave en 2023

En un antiguo sector industrial de San Francisco, la firma de tecnología reconvirtió un galpón que funcionaba como fábrica de barcos, en un laboratorio donde producen los softwares para operar los automóviles del futuro.

Por: Magdalena Arce L. | Publicado: Martes 8 de octubre de 2019 a las 04:00 hrs.
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A toda máquina trabajan los informáticos de Uber para lograr la meta autoimpuesta de operar el primer vehículo aéreo en 2023.

El año pasado, el Grupo de Tecnologías Avanzadas (ATG, por sus siglas en inglés) de Uber se trasladó hasta un galpón en un antiguo sector industrial de San Francisco (EEUU), para desarrollar los softwares necesarios para poner en operación los diversos productos que la compañía quiere lanzar al mercado en el mediano plazo.

Se trata de vehículos autónomos –no necesitan de un conductor para operar-, drones de mediana escala (pesan cerca de 30 kg) para el delivery de Uber Eats y su más ambicioso proyecto: el vehículo aéreo al que bautizaron Uber Elevate.

Este híbrido, que se asemeja en forma a un helicóptero -pero sin hélice, mucho menos ruidoso y eléctrico-, contará con doble cabina; adelante va el conductor y en la parte de atrás hay espacio para cuatro pasajeros.

El laboratorio -levantado en lo que hace un par de siglos era una fábrica de barcos- cuenta con más de 40 mil metros cuadrados (m2) y trabajan más de un centenar de personas, en su mayoría informáticos. El edificio que por fuera no parece más que una vieja fábrica de ladrillos, en su interior luce una restaurada fachada, donde la instalación de dos grandes cristales que dividen el interior en dos ambientes diferentes –dejando un corredor principal al medio- aporta aires de modernidad.

Ecosistema colaborativo

Para lograr poner en marcha el sistema de Uber Elevate, la firma de tecnología se asoció con 18 empresas de diferentes rubros, con miras a que cada una aporte con su expertise en diferentes etapas de la cadena de valor.

El director de ingeniería en aviación de Uber Elevate, Mark Moore, explica que se optó por implementar un ecosistema colaborativo, porque debido a los altos costos “ninguna compañía puede hacerlo por sí sola”.

“Cada una de estas entidades tiene distintas responsabilidades y cada una está pagando por su parte. Por ejemplo, cada uno de los fabricantes de vehículos está pagando para el desarrollo de su propia aeronave, y llegar a un producto certificado cuesta entre US$ 500 millones y US$ 1.000 millones. En infraestructura también hablamos de miles de millones de dólares”, dice Moore.

Sólo para el desarrollo del vehículo aéreo participan seis compañías: Embraer, Aurora, Bell, Karem Aircraft, Pipistrel Vertical Solutions y Jaunt Air Mobility.

La infraestructura es otro factor clave para el desarrollo del sistema. Por ello, para la construcción de puertos de aterrizaje se asociaron a Hillwood, una compañía líder en real estate comercial y residencial en Estados Unidos.

Otros partners de Uber son ChargePoint, para la construcción de redes de carga; Georgia Tech, para el desarrollo de sistemas de seguridad; y Molicel, para la producción de baterías de litio para las aeronaves.

Además, tienen alianzas con la Nasa, el Laboratorio de Investigación del Ejército estadounidense (ARL, por sus siglas en inglés), École Polytechnique, ESAero, LaunchPoint, M4 Engineering, y la Universidad de Texas.

Intermodalidad

Debido a los altos costos que significará poner en marcha en 2023 el plan en tres ciudades piloto (Dallas, los Ángeles y Melbourne), es que la intermodalidad jugará un rol clave para disminuir el precio al usuario.

Los viajes se calcularán con el uso de vehículos terrestres para las conexiones a los puertos de despegue/arribo de las aeronaves e inicialmente se calcula que el viaje en su conjunto tendrá una tarifa base de Uber Black.

El Head of Uber Elevate, Eric Allison, explica que esperan que con el paso de los años, cuando ya sea un mercado más establecido, la tarifa logre bajar a una de Uber X.

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