Escala conflicto entre Sportlife y franquiciado: cadena pide embargo de gimnasio en Chamisero

La cadena de gimnasios Sportlife no solo vive un momento difícil por el cierre de sus sedes por la pandemia, sino porque también se encuentra enfrentada a uno de sus principales franquiciados, Bodyline S.A, a cargo del empresario Pablo Lecler.

La sociedad cuenta con la franquicia de seis sedes de Sportlife: La Florida, El Bosque Sur, Escuela Militar, Los Andes, Huechuraba, Ciudad Empresarial y Lyon. Además, cuenta con dos gimnasios de marca propia, ubicados en Bandera y en Chamisero, Chicureo.

Este último fue el que inició el conflicto entre ambas partes. Según Sportlife, estaba acordado que la sede de Chamisero sería una franquicia, pero luego Bodyline decidió lanzar el gimnasio bajo su propio nombre. Eso llevó a que Sportlife interpusiera una demanda por competencia desleal.

Bajo este juicio, el pasado 11 de diciembre, el 20° Juzgado Civil de Santiago ordenó una medida precautoria en contra de Bodyline de prohibición de celebrar actos y contratos, que constituyan venta, cesión o enajenación a cualquier título del establecimiento en Chamisero, equivalente a un embargo.

"Su finalidad es evitar que el día de mañana no tenga bienes con los cuales pagar los perjuicios que –estimamos- ha provocado con su actuar anticompetitivo", explicó Daniel Oksenberg, abogado de Sportlife y socio de Oksenberg y Arenas Abogados.

La demanda se origina, según el abogado, porque Bodyline "erigiéndose como competidor, en circunstancias que se trataba de un franquiciado, decide abrir a comienzos de 2019 un gimnasio bajo su marca en Chamisero que está a pocos minutos de la sucursal de Sportlife Piedra Roja, en el mismo sector, infringiendo con ello gravemente la relación contractual entre las partes".

Además, acusan que se utilizaron "actos de confusión entre las marcas con el objeto de desviar clientela hacia sí".

En el documento de contestación a la demanda, Bodyline señala que esta "busca impedir que esta parte desarrolle libremente la actividad económica que le es propia y negarle su legítimo derecho a competir".

En paralelo, ambas partes están en un proceso ante el Centro de Arbitraje y Mediación (CAM) de la Cámara de Comercio de Santiago, para terminar todos los contratos de franquicia celebrados bajo la marca Sportlife.

Clientes presentarán demanda colectiva 

Junto con el juicio por supuesta competencia desleal y el arbitraje, durante la pandemia se sumó un nuevo conflicto entre ambas empresas. Cuando las comunas de Las Condes y Providencia pasaron a Fase 4, que permite que los gimnasios operen, las sedes a cargo de Bodyline no abrieron sus puertas. También se conoció que el local donde operaba la sede de Escuela Militar estaba disponible para ser arrendado.

Esto generó molestia entre los clientes, que no tenían información de sus gimnasios desde mayo. Así, empezaron a denunciar en las redes sociales a Sportlife, pero éstos respondieron a través de un comunicado con fecha 12 de noviembre que los encargados legales de esos recintos era Bodyline.

Frente a la incertidumbre, los clientes se están organizando para presentar una demanda colectiva contra Bodyline. La coordinadora de los afectados, Viviana Reyes, detalló que están siendo asesorados por Conadecus y habrían 800 clientes involucrados.

Consultada sobre si han recibido respuesta de Bodyline a la fecha, Reyes asegura que no ha habido ningún acercamiento por parte de la empresa.

A raíz de este conflicto, Sportlife está evaluando presentar una nueva demanda contra Bodyline por daño a la imagen.

"Han ocurrido en pandemia nuevos graves hechos producto del cierre intempestivo de algunas sedes franquiciadas a Bodyline. Esto se ha traducido en que la clientela afectada ha emplazado a Sportlife respecto de estos hechos, en circunstancias que esta sociedad no tiene control alguno sobre los mismos, dañando gravemente con ello la reputación e imagen de marca de la firma", dijo el abogado de Sportlife.

Vuelve a escuchar la conversacion con Marcela Díaz, gerenta general de Sportlife con Marily Lüders