Industria

Junta de Vigilancia del Río Maipo: “Si en invierno no llueve, el Yeso puede sostener a Santiago sólo por tres meses”

Luis Baertl, presidente de la asociación, asegura que no solo es falta de precipitaciones sino de inversiones de Aguas Andinas y de una mejor coordinación.

Por: Claudia Saravia | Publicado: Lunes 14 de marzo de 2022 a las 04:00 hrs.
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Foto: Agencia Uno
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“Si este invierno no llueve, si no hay agua en el río, el Embalse el Yeso puede sostener el consumo de agua de Santiago, sin ningún racionamiento, solo por tres meses”.

Así de drástica y urgente es la advertencia que hace Luis Baertl, presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Maipo, encargada de velar por la correcta distribución de las aguas administradas por las empresas asociadas, en este caso, Aguas Andinas.

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Y es que los pronósticos de lluvias no son alentadores. Al derretimiento anticipado de nieve por altas temperaturas, se suman las proyecciones del último boletín de tendencias climáticas de la Dirección Meteorológica de Chile, que proyecta un importante déficit de precipitaciones (rangos sobre los 100 mm) para este otoño, entre el sur de la Región de Coquimbo y el norte de la Región de Aysén.

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Luis Baertl, presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Maipo.

A ello se suma la presencia de la “Mancha Cálida” en el océano, al sur de Australia y Nueva Zelanda, según explica Diego Campos, miembro de la Oficina Servicios Climáticos de dicha institución, cuyos efectos dificultan la formación de nubes en Chile y “bloquean” la llegada de sistemas frontales al país.

“Hoy el río (Maipo) está viniendo por la mañana con 30 m3. Aguas Andinas tiene una bocatoma de 20 m3 por segundo, y hoy la agricultura, los regantes, están aportando una parte muy importante para atender a la ciudad”, sostiene Baertl.

Agrega que los caudales ya “no son suficientes para atender todos los requerimientos del Valle Central que son consumo humano, agricultura y otras industrias”. Esto, pese al convenio que mantiene la Primera Sección con la sanitaria desde mediados de 2021 y que, entre otras cosas, ha implicado la transferencia de recursos hídricos destinados a la agricultura hacia fines de consumo humano.

Según Baertl, aún existen inversiones pendientes por parte de Aguas Andinas, lo que ha perjudicado la administración de las aguas y ha obligado a la empresa a “duplicar sus esfuerzos para poder ser independiente de los regantes”.

Estado ausente

Para el vocero, entre los proyectos más urgentes destacan la profundización, reposicionamiento y apoyo de reparación de pozos, para intensificar el mejoramiento de las pérdidas del agua de la ciudad.

A esto se suma un sistema de reutilización de las aguas tratadas que aporte recursos a la Junta de Vigilancia, y obras de infraestructura que permita tanto a la sanitaria, como a los regantes, tener acceso a mayores fuentes de agua. “Como canalistas, podemos entregar (a la empresa) más agua arriba del río, si es que ellos pueden perforar pozos al costado de nuestros canales y entregarnos esos caudales para que nosotros no nos sequemos. Es un intercambio de agua: Yo te paso 2 m3 arriba, y tú me pasas 2 m3 abajo”, explica el vocero.

Y, aunque afirma que la mayoría de estas inversiones podrían hacerse en un corto plazo, el problema recae en la “falta de apoyo por parte del Estado”.

“¿Por qué no se ha hecho otro Yeso arriba? Hay varios proyectos para hacer embalses, pero demoran 15 o 20 años. Tratamos de hacer una gestión para construir los pozos, y resulta que el Director General de Aguas se fue en diciembre. Nos quedamos colgados”, cuenta.

En este sentido, Baertl acusa “ineficiencias y burocracia” que dificultan aún más el escenario hídrico para la capital. Esto, debido a que, según dice, una de las principales trabas impuestas por la DGA, en el desarrollo de estos pozos, es que no se puede proceder dado que “ciertos artículos” del Código de Aguas impiden que la sanitaria realice construcciones destinadas a otro uso que no sea el consumo humano.

Posibles salidas

En medio de este escenario, Baertl indica que en caso de que caiga “una lluvia de 50 o 60 mm, se va a secar la agricultura completamente, y Santiago se va a salvar. Pero tenemos que llegar al verano”.

De manera que, a su juicio, la autorización para el trazado de tuberías de recirculación de agua tratada desde y hacia el Río Maipo, resulta prioritario, además de la instalación de pozos en las laderas de canales.

“Podríamos ganar 3 o 4 m2 de agua, que es el 20% de lo que capta Aguas Andinas del Río Maipo”, y que además de abastecer a la población, evitaría la “muerte” de la agricultura, dice.

“Nosotros vivíamos con nuestra agua tranquilos, sin que nadie nos fastidiara. Ahora, resulta que la ciudad nos quita el agua y tenemos problemas para mantener los canales”, agrega.

Llamado al gobierno

El representante de los canalistas también hace un llamado al gobierno del Presidente Gabriel Boric, a quien le pide que puedan ser escuchados para trabajar en una solución en corto, mediano y largo plazo.

“No sabemos cuánto va a durar esto y, si uno ve la historia, las civilizaciones costeras de Perú desaparecieron por eventos de extremas lluvias y extremas sequías. Entonces uno tiene que empezar a relacionar que esto es histórico, cíclico y pasa”, concluye.

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