Industria

¿Qué es la listeria? La bacteria resistente al frío y los desinfectantes detectada en la fruta chilena

La académica de la UC, Angélica Fellenberg, señala que la bacteria tienen una tasa de mortalidad de 30% en los grupos de riesgo.

Por: Alejandra Rivera | Publicado: Martes 29 de enero de 2019 a las 12:59 hrs.
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El lunes, la Food and Drug Administration (FDA), el principal fiscalizador de alimentos y medicinas en Estados Unidos, informó el retiro desde los supermercados de un embarque de frutas proveniente de Chile por una posible contaminación por listeria.

La medida se aplicó en 18 estados de ese país e involucró a un total de 3.300 cajones de frutas pertenecientes a la exportadora Río Duero, y considera 727 cajones de duraznos, 1.207 de nectarines y 365 de ciruelas.

La académica y doctora en nutrición de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica, Angélica Fellenberg, señala que la empresa hizo bien en alertar a las autoridades, porque es una bacteria que puede ser muy grave para ciertos grupos de personas. A la mayoría de la población sana sólo le produce una gastroenteritis que le durará dos o tres días. En cambio, en las embarazadas, inmunodeprimidos y tercera edad, puede tener efectos graves e incluso, causar la muerte.

“La listeriosis una vez que traspasa el intestino delgado tiene una capacidad de producir ciertas toxinas que son muy graves y que pueden producir septicemia, en el caso de las mujeres embarazadas abortos y partos prematuros y meningitis. En estos grupos la mortalidad por listeria puede alcanzar el 30%, es muy grave”, afirma Fellenberg.

Añade que es “una bacteria que tiene tolerancia cero, no se puede encontrar en los alimentos”, por lo tanto, la empresa exportadora hizo muy bien en avisar para que el país de destino tomara las medidas preventivas adecuadas, que en este caso, sacar la fruta de los supermercados, para no poner en riesgo a la población.

Respecto de la parte del proceso en que se transmitió la listeria, Fellenberg señala que puede ser en cualquier parte, porque está en el ambiente, en el suelo, en el agua, en las parcelas y no todas las listerias provocan enfermedades. 

Lo más probable es que haya sido una contaminación cruzada, que se contaminó de algo que tenía listeria, una superficie, embalaje o incluso, las manos. La contaminación puede haberse generado en las cajas donde se recolectó la fruta; durante la manipulación; en los camiones de transporte; en el packing; en los embalajes, en cualquier parte. No lo puedo decir a ciencia cierta y la empresa debe estar acotando la investigación para llegar exactamente al punto donde se produjo la contaminación”, explica Fellenberg.

Incluso refrigerada

Por otro lado, señala que este tipo de situaciones se puede evitar con la prevención, para lo cual se requiere  monitoreos permanentes, porque la listeria tiene la particularidad de reproducirse a temperatura ambiente, pero también en condiciones de refrigeración.

“El frío no solo no la mata, permite que se reproduzca. Además, tiene la capacidad de producir una película o biofilm que la protege de ciertos desinfectantes. Por ello, lo mejor es la prevención, porque una vez que llega se hace más complicado sacarla”, advierte la académica.

Comenta que las empresas que participan en el proceso de exportación de frutas cuentan con protocolos de monitoreo.

“Hace diez años, cuando tuvimos los brotes de listeria en 2008 y 2009, no estábamos tan bien parados, pero después ha habido investigación en el mundo y en Chile y se generaron test de detección rápida que permiten detectar la presencia de listeria, aunque no la cantidad”, comenta.

Señala que el método tradicional para detectar la listeria son los microbiológicos requieren cultivo, con resultados en 24 o 48 horas. “Luego hay  que  pruebas extras para confirmar, lo que puede durar siete días y eso es muy lento, pues cuando obtienes el resultado, ya pasó la emergencia o la necesidad de información rápida”.

Fellenberg explica que los test microbiológicos se siguen haciendo porque son los que dan la “certeza absoluta, pero hoy existen test rápidos que detectan pedazos de material genético de la bacteria, se multiplica ese pedazo e indica si hay o no presencia de listeria”, afirma la académica.

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