Construcción

La "mina de oro" que impulsó a los controladores de Inmobiliaria Manquehue

La familia Rabat concretó hoy el debut bursátil de la empresa que partió hace más de 40 años con el desarrollo de Santa María de Manquehue.

Por: José Troncoso Ostornol | Publicado: Viernes 25 de enero de 2019 a las 11:20 hrs.
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Todo partió en 1932, con la compra de un fundo que se convirtió en una verdadera "mina de oro". No hubo profundas excavaciones ni túneles: en el paño se levantó uno de los barrios más cotizados de Chile: Santa María de Manquehue.

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La historia tiene su origen años antes, en 1902, cuando Antonio Rabat Comella llegó desde Cataluña a Chile en busca de tierras para ampliar su negocio viñatero. Visión o suerte, adquirió el fundo Santa Adela, que se extendía desde la cumbre del cerro Manquehue hasta el río Mapocho. Fueron 500 hectáres.

No fue hasta la década de los ochenta que la familia –liderada en ese entonces por su hijo José Rabat Gorchs- tomó una revolucionaría decisión: sacar las parras y fundar una inmobiliaria: se le llamó Manquehue, en 1978. El plan era crear un barrio residencial. Tal cual. O mejor. Santa María de Manquehue fue la primera zona del país con planificación total; se consideraron todos los detalles. De hecho, fue el primer barrio en Chile con cableado subterráneo. La familia, además, formó su propia sanitaria y una compañía de teléfonos. Todo para cumplir el lema de la empresa: ""Nuestra pasión es crear el barrio y el hogar que tú siempre has soñado".

A este desarrollo, le siguieron proyectos emblemáticos como El Golf de Manquehue en Lo Barnechea, Polo de Manquehue en Colina, Santa María del Mar en Santo Domingo, El Carmen de Huechuraba, Valle Lo Campino en Quilicura, Terrazas del Cóndor en Vitacura, y Piedra Roja.
Así es como sus barrios marcan tendencias, con ejes viales de alta conectividad y con equipamientos destacables, tales como lagunas, canchas de golf y clubes ecuestres.

Más de cuatro décadas después de sus inicios, con la tercera generación a cargo de la compañía, la inmobiliaria es una de las más reconocidas a nivel país, con decenas de proyectos en carpetas, con viviendas que van desde las 2 mil UF a más de 30 mil UF. Tras años de espera, la firma concretó su debut bursátil. Una operación innecesaria para la familia Rabat pues no tiene gran necesidad de capital, pero así lo mandataba el pacto de accionistas luego que en 2009 ingresara a la propiedad de la inmobiliaria el grupo Corso, la sociedad de María Teresa Solari, socia controladora de Falabella.

El legado

José Rabat falleció en 2010 y de ahí en adelante han sido sus ocho hijos Rabat Vilaplana quienes tomaron la posta al mando de la inmobliaria, aunque se han ido diversificando a otros negocios personales, principalmente en el sector agrícola.

Incluso, la cuarta generación del clan ya está tomando sus propios rumbos: José Antonio Rabat Joannon, hijo de José Antonio Rabat Vilaplana, es socio de la empresa de desarrollo e inversiones inmobiliarias PatagonLand.

Un año antes de morir, en la Navidad de 2009, Rabat Gorchs les regaló a sus nietos y bisnietos, junto a su señora, Estrella Vilaplana, un libro con la historia familiar.

"Mi abuelo estaba muy interesado en que la historia de la familia quedara escrita para las nuevas generaciones y que se transmitieran los valores que para él eran importantes: trabajo y servicio social", ha dicho Isidora Rabat, la nieta mayor, quien estuvo a cargo del libro.
En éste se destaca la vocación empresarial y social de José Rabat, así como cuando compró la Viña Apalta, en el valle de Colchagua; y los años en que fue alcalde de Las Condes.

El futuro

Actualmente, Inmobiliaria Manquehue tiene 22 proyectos de casas y departamentos, en Lo Barnechea, Colina, Padre Hurtado, Puente Alto, Ñuñoa, Machalí, en distintas etapas de desarrollo, 13 en venta y 7 futuros.

Se estima que en los proyectos realizados por la compañía viven más de 100 mil personas, equivalente a los habitantes de la comuna de Lo Barnechea.

Piedra Roja tiene 1.000 hectáreas, de las cuales le quedan 300 hectáreas por desarrollar. El total administrado por la inmobiliaria equivale al área de la comuna de Providencia.

Además, se destaca que, en un contexto de escasez de terrenos urbanos en la Región Metropolitana, la firma cuenta con 380 hectáreas para la construcción de proyectos residenciales.

Seún ha dicho la administración de la empresa, la apertura a Bolsa busca acelerar su crecimiento en sus planes de inversión futuro, de la mano de diversificación de proyectos y arremetida en edificación en altura.

Así es como los recursos que se recauden financiarán el negocio de consolidación de edificios de departamentos y seguir creciendo y manteniendo el liderazgo en el segmento de casas.

Para la construcción en altura, está trabajando con constructoras especialistas del mercado, como Moller & Pérez Cotapos e Ingevec.

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