Construcción

Movimiento de carga portuaria de SAAM fuera del país creció 33 puntos en últimos diez años

El gerente general de esta división, Yurik Díaz, advierte del riesgo de tomar una decisión apresurada en torno al proyecto de megapuerto en la zona central.

Por: Tomás Vergara P. | Publicado: Lunes 21 de agosto de 2017 a las 04:00 hrs.
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La diversificación que SAAM impulsó en su negocio portuario le está rindiendo frutos a la firma ligada al grupo Luksic.

Así lo explica el gerente general de la división de puertos, Yurik Díaz, quien asegura que, tras ejecutar en los últimos cuatro años más de

US$ 500 millones en inversiones en los once recintos que operan, llegó el momento de comenzar a explotar esos activos.

Así, este segmento impulsó los resultados de la firma en la primera mitad del año, reportando ganancias por sobre los US$ 160 millones. Estas cifras responden a la estrategia de diversificación geográfica que aplicaron y que les ha permitido enfrentar la menor actividad en el mercado local, producto de la desaceleración económica.

El mayor dinamismo exhibido por los puertos de Guayaquil, en Ecuador, y Caldera, en Costa Rica, llevó a que el movimiento de carga de SAAM alcanzara a junio las 18 mil toneladas, un alza de 16% comparado con el mismo al mismo periodo en el ejercicio anterior.

Estas cifras demuestran el peso que ha tomado la operación en el extranjero en el desempeño de la compañía. Esto se ve reflejado en el aumento del movimiento de carga en los demás países del continente. Así, si hace diez años ésta representaba del orden de 7,8% del total de la empresa, hoy se empinan sobre el 41%, un alza de 33 puntos en el período.

“Hemos tenido buenos resultados, porque incorporamos nuevos proyectos y porque las inversiones empezaron a rendir sus frutos y gracias a ellas logramos ganar contratos importantes en el extranjero”, asegura Díaz.

Añade que entre las obras ejecutadas, figura la extensión del muelle en el puerto de Guayaquil y en el de San Antonio, donde también se agrandó el dragado. También hubo obras en San Vicente, donde tras el terremoto de 2010 se construyó un nuevo muelle.

Con todo, en la empresa siguen apostando por el crecimiento inorgánico y buscan nuevas locaciones dentro del continente.

“Canadá, Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica son mercados atractivos, pero esto no es una carrera desesperada”, advierte Díaz, que destaca la importancia del trabajo en conjunto a lo largo de la región.

Asegura además, que “no tiene mucha gracia tener once puertos, lo importante es que haya sinergias y que de ese holding se genere un valor agregado, con conocimiento, buenas prácticas, y que eso se junte de la mejor de manera para explotar los activos”.

Megapuerto: “Tomar una decisión anticipada puede ser perjuicial”

Mientras San Antonio reavivó el debate en torno a la construcción del megapuerto, al presentar su proyecto para esta infraestructura, cuya ubicación aún no ha sido decidida por la autoridad, Díaz es de la opinión de que no es urgente concretar esta iniciativa.

Para el ejecutivo de SAAM Puertos la proyección de crecimiento que tiene esta actividad no justifica un aumento de la capacidad de los terminales locales. Aclara que “es una decisión súper importante para el país, que se debe tomar a tiempo, pero tomarla muy anticipadamente puede ser un perjuicio, inclusive para el mismo Estado que eventualmente pudiera no encontrar oferente, o que éstos tengan que incorporar esa cuota de riesgo”.

El sustento de este juicio son las cifras que manejan en la empresa para el mercado local, que en los últimos años evidencia una baja, con una actividad que en el corto plazo se mantendría en torno al 3%. Con esos niveles, explica, incluso el desarrollo del terminal 2 de Valparaíso no se requiere.

En cuanto a la ubicación, el ejecutivo no duda en inclinarse por San Antonio, donde ellos operan el terminal internacional (STI), y donde estarían “las mejores condiciones”.

“Respecto a Valparaíso, San Antonio tiene sólo ventajas, en conectividad, una carretera sin túnel, un ferrocarril, e inclusive desde el punto de vista económico”, explica.

Advierte, eso sí, que “el gran desafío es lograr romper con la simetría que existe, podemos preocuparnos por los puertos y hacerlos maravillosos y súper eficientes, pero si no tienen una buena conexión con su mercado, vamos a tener un problema”, remata.

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