“Hay que posicionar la coherencia en la clase empresarial”

"Hay muchas empresas que no hacen noticia y que están haciendo bien las cosas. Y que lo están pasando muy mal con el desprestigio de la clase empresarial. Son ellas las que tienen que empezar a sacar la voz y dar a conocer sus experiencias", afirma María Elena Etcheberry, socia fundadora de la agencia de estrategias Grupo Etcheberry, en relación a las críticas y cuestionamientos que han afectado al empresariado por los casos que investiga la justicia y que ponen en tela de juicio la transparencia de la gestión empresarial y el marco ético con el que se realizan negocios en Chile.

"Hay empresas que están preocupadas y conscientes de su actuar. Les inquieta cuando ven que casos puntuales se extrapolan a todo el empresariado, cuando en realidad son los menos", señala la abogada. Por ello, considera que el desafío hoy es relevar la importancia de ciertos atributos, como la confianza, por ejemplo, para revertir la situación. "Hay que posicionar la confianza y la coherencia en la clase empresarial. No hay personas o empresas malas, sino que falta de consciencia y claridad sobre las repercusiones que tiene su actuar.Hay que detenerse y dar una mirada sistémica a lo que se está realizando", explica.

De ahí que para la ejecutiva sea importante la existencia de espacios como Empresas Conscientes, ya que "invita a reflexionar respecto de la forma en cómo abordar ese objetivo, de manera integral".

Es crucial, dice, tener un espacio para reflexionar ya que "la deslegitimidad de la actividad empresarial puede poner en riesgo la sustentabilidad de la economía. La gestión de empresas se funda en un propósito y en la aspiración de trascender en el tiempo. Sin embargo, en este escenario de desconfianza e inseguridad, es preciso escuchar al entorno -interno y externo-, con el objetivo de atender sus demandas y expectativas, incorporándolas en su planificación estratégica y ofreciendo respuestas coherentes a su público de interés. De esa forma y, haciendo bien las cosas, será posible captar la atención, generando preferencia y aprecio y, de paso, construyendo reputación y admiración", expresa.

Para ello es importante tener una gestión de la comunicación clara, donde el modelo tradicional de entregar la información que la firma quiere destacar sin respaldo detrás, quedó obsoleto. "Antes se trabajaba para ayudarlos en su imagen, hoy apuntamos a construir y gestionar su reputación corporativa. Si la empresa quiere aparecer como el mejor en servicios, por ejemplo, tenemos que saber si es cierto, y si no lo es, ayudarlos a que pueda ser así", comenta. Un cambio que se ha visto motivado por el nacimiento de la "nueva plaza pública", las redes sociales, donde las compañías están cada vez más expuestas.

Esta mayor visión integral también la aplican al interior de Grupo Etcheberry. "Intentamos ser precisos en las promesas que hacemos a los clientes. Además, estamos siempre innovando y capacitando a nuestra gente para que crezcan profesionalmente con cursos de idioma o de perfeccionamiento, por ejemplo. Aquellos que tienen hijos, tienen una semana más de vacaciones en invierno para que puedan estar con ellos. O si los resultados fueron buenos y tienen buena evaluación, reciben una bonificación", concluye.