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Industria vitivinícola intensificará proceso de certificación sustentable

Reducir la huella de carbono, optimizar el uso de aguas y poner foco en trabajadores son algunas de las iniciativas contempladas para 2015.

Por: Fernando Aspillaga | Publicado: Miércoles 31 de diciembre de 2014 a las 05:00 hrs.
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Casi el 70% del vino embotellado de nuestro país está certificado bajo el Código de Sustentabilidad, destaca el presidente de Vinos de Chile, René Araneda. Se trata de una iniciativa que impulsa la industria desde 2011, con miras a incrementar las buenas prácticas en diversos ámbitos del proceso productivo como la viticultura, la gestión de bodega (enología) y el entorno social con los trabajadores y la comunidad, entre otros.

A la fecha, ya hay 48 viñas certificadas y otras trabajando para hacerlo. Una cifra importante, si se considera que el total de empresas que comercializan vinos -no sólo viñas- superan las 200.

Este avance, comenta Araneda, es un plus para llegar a mercados internacionales clave como los monopolios canadienses de Ontario y Quebec, donde el Código de Sustentabilidad chileno está siendo aceptado tras un intenso trabajo liderado por la marca sectorial "Wines of Chile", encargada de su promoción en el extranjero. Es más, desde Quebec afirman que lo incluirán en el programa "la decisión responsable", enfocado a orientar al consumidor de vinos a escoger productos más sustentables.

"Hemos tratado que los monopolios y los mercados vayan conociendo el Código de Sustentabilidad de manera oficial (...) y uno de los más importantes son los monopolios nórdicos, que tienen licitaciones específicas para vinos con un código sustentable", sostiene Patricio Parra, gerente general del Consorcio Vinos de Chile.

Araneda agrega que la industria de vinos también es reconocida por su calidad en países como Suecia, Finlandia, Dinamarca y Holanda, los cuales manejan altos estándares en materia de calidad y sustentabilidad.

Medidas en la industria

Motivados por la tendencia mundial de consumir productos cada vez más naturales, los empresarios vitivinícolas chilenos han ido incorporando medidas de producción más amigables con el medio ambiente, las comunidades aledañas y las personas que trabajan en las cadenas productivas de sus vinos.

En viña Casa Silva, por ejemplo, cuentan con viñedos orgánicos que los han llevado a catalogarse como 100% sustentables. "Optimizamos el agua y usamos muy pocos productos químicos, sólo en el caso que sea absolutamente necesario y con controles muy determinados y focalizados", señala Mario Pablo Silva, gerente general de la viña. Esto, con el fin de que el producto final salga "sano" y sin ningún tipo de inconveniente.

A juicio del ejecutivo, lo más importante no es la certificación en sí, sino cambiar la mentalidad de las personas que trabajan en la empresa, de tal manera que hagan de estos sistemas una forma de vida.

Por su parte, viña San Pedro, desde 2009 está llevando a cabo un proyecto con miras a implementar 365 iniciativas sustentables hacia 2015, donde ya han alcanzado un 80% de cumplimiento. Éstas van "desde tener las certificaciones internacionales hasta cosas que son mucho más del día a día, como premiar a nuestros empleados que van a trabajar en bicicleta, apadrinar salas cunas y fomentar el ahorro de energía y agua", cuenta Pedro Erane, gerente general de la viña.

Apostando por las energías verdes, viña Miguel Torres está implementando una iniciativa de poligeneración solar para reducir la huella de carbono en los procesos de climatización de la cadena productiva. Se trata de un proyecto de $ 260 millones apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y desarrollado en conjunto por el Dictuc y las universidades de Talca y Diego Portales, bajo el asesoramiento de Fraunhofer Chile, quienes ya tienen un piloto funcionando que es capaz de generar un 5% de la energía necesaria para este proceso operacional de la viña.

"Queremos encontrar el óptimo funcionamiento del sistema para determinar el tamaño más adecuado para el equipo de refrigeración, cuáles son las necesidades energéticas específicas de la viña y cuál sería el campo de colectores solares adecuado para que sea eficiente en el suministro, versus el gasto económico que se requiere", explica Jaime Valderrama, gerente general de Miguel Torres.

En tanto, viña Montes está implementando el sistema Dry Farming para optimizar el uso del recurso hídrico privilegiando el uso de aguas lluvias, lo que no afecta su calidad. De hecho, el presidente y enólogo de la viña, Aurelio Montes, afirma que "hemos visto en varios paneles de cata que a través de la utilización de este sistema se obtienen vinos de calidad, enriqueciendo su frutosidad y expresión aromática". Durante el primer año lograron reducir en un 65% el consumo de agua en los viñedos. De hecho, el reconocido Montes Alpha de esa viña, cosecha 2012, producido en el valle de Colchagua, está elaborado mediante este sistema de ahorro.
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