Empresas y Startups

¿Negocio o negociado?

Por: Jorge Bianchi P. | Publicado: Martes 3 de marzo de 2015 a las 04:00 hrs.
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Creo en los negocios que producen bienes... en los que entregan servicios a otros... en los que crean algo que no había, que es útil y que ojalá este dirigido a mejorar la vida de las personas. Es el tipo de definición que elijo para la palabra "Negocios".

Para mi éstos comprenden actividades nobles, valiosas para la sociedad, que ayudan a otros a llevar vidas más completas y de realización. Los negocios deben sostenerse en términos de recursos, y por ello es importante que logren generar un surplus monetario, luego de cubrir sus insumos, trabajo, costo financiero (capital y deuda)... que les permita innovar y florecer para servir a su entorno de mejores maneras.

Me parece que para otro tipo de actividades la palabra "Negocios" queda muy grande. En su lugar, la palabra "negociado" puede ser más apropiada. Hace años, asistiendo a un evento, escuché a una señora decir "todo esto es un negociado". Sentí que su tono era despectivo, acusador y descalificador. La palabra "negociado" lleva consigo una connotación de aprovecharse de situaciones y de otros con el único fin de servirse a sí mismo.

Admiro los buenos "Negocios". Siento poco respeto por los "negociados". Nuestra sociedad crece positiva a integralmente con los primeros. Los segundos, en cambio, no nos llevan a ningún mejor lugar. Los buenos "Negocios" no tienen como fin último generar mayores ganancias para sus dueños. No es de esto de lo que hablan dichos dueños o lo que se conversa en sus directorios. El fin último es más elevado: generar cada vez más valor para todos sus grupos de interés. La riqueza para los accionistas es un buen indicador de que este fin último este cumpliéndose, pero es un pésimo leitmotiv para conducir los negocios.

Me es difícil no reflexionar sobre todo esto en lo que llevamos de año. De niño tuve la oportunidad de crecer en otro país, uno muy rico materialmente y de gente acogedora y amable. Crecí viendo como aumentaba el número de personas que progresivamente admiraba más a quienes lograban tener y exhibir más dinero, sin importar cómo lo generasen, que a quienes actuaban en concordancia con sus principios y buenos valores. Ese país está hoy muy deteriorado, con amplias necesidades básicas sin cubrir.

Confío en que como chilenos, en nuestros roles de trabajadores, ejecutivos, empresarios, políticos, y por supuesto como familia, ciudadanos y consumidores, estamos logrando crecer en discernimiento para diferenciar los "Negocios" de los "negociados". Bien puedan nuestras elecciones y acciones reflejar este mayor discernimiento.

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