Hablan los socios de Parque Cachagua

La Justicia les ha dado la razón, sin embargo, se sienten como los malos de la película. Pero no están dispuestos a ceder, dicen, y como prueba de tenacidad cuentan que ya se han sobrepuesto varias veces a episodios cercanos a la quiebra.

“Nos hemos superado y retomado el negocio, hemos estudiado, nos hemos preparado para cumplir con todo lo que se nos exige”, relata Martín Abogabir, uno de los socios fundadores de la empresa Parque de Cachagua, organizadores de la polémica fonda en el balneario. Acaban de recibir un espaldarazo de la Corte de Apelaciones de Santiago, que se declaró incompetente para conocer el recurso de protección presentado por la Fundación Kennedy en favor del Humedal de la Laguna de Zapallar y mantuvo el fallo de su par de Valparaíso que lo consideró inadmisible.

Abogabir asegura que aunque está tranquilo, los espolonazos de la Fundación Kennedy –abocada a proteger los humedales en Chile- lo hacen sentirse en una contienda contra Goliat. Dice que el tema medioambiental no es para nada ajeno a las preocupaciones de su equipo y que han implementado un sistema de recolección de residuos que llega a unas 10 mil toneladas por evento.

“Al final, lo que están buscando es eliminarnos, con la exposición mediática del tema” y dice estar convencido de que lo que está logrando la citada fundación es generarle una mala imagen a la empresa. “Es una difamación porque la Corte de Apelaciones de Valparaíso y Santiago nos han dado la razón”, insiste y comenta afligido que uno de los efectos de la reacción fue que “a la fonda llegaron solo unas 800 personas, cuando estábamos preparados para recibir a 2000, con las pérdidas que eso puede significar”.

¿Puente o terraplén?

Parque Cachagua realiza unos ocho eventos al año con ganancias que van entre los 10 millones y 15 millones por cada uno.Los principales ejes sobre los que descansará la estrategia de crecimiento serán los eventos, deporte y recreación, emprendimiento, mitigación constante y cultura.

Los problemas para su empresa comenzaron cuando decidieron expandir el negocio a los eventos masivos, es decir, aquellos sobre mil personas. Con este nuevo perfil de vez en cuando arrendaban el paño de 16 hectáreas conocido como excamping Laguna de Zapallar, ubicado al otro lado del estero Catapilco. El empresario recuerda que “en todo este análisis que comenzamos a tener sobre cuáles eran los lugares aptos para hacer los eventos sin molestar a los vecinos, en conversaciones con las autoridades, uno de los comentarios que nos hicieron ellos es que hiciéramos los eventos en ese lugar porque está alejado, aislado con cerros”.

Pero luego vinieron las acusaciones de la fundación contra la empresa frente a la justicia, acusándola de generar contaminación acústica y afectar el Humedal de Zapallar. Ello, debido a que el terraplén, construido para que el público asistente a los eventos cruzara el Estero Catapilco, habría impedido que el agua fluyera. Abogabir lo descarta de plano, apuntando hacia la empresa de aguas Esval en lo que respecta a la reducción del agua en la zona (ver recuadro).

Tanto Abogabir como el otro socio fundador y representante legal, abogado Gregorio Izquierdo, coinciden en que cada vez que se les ha hecho presente algún problema para el otorgamiento de permisos, la empresa ha realizado las mitigaciones exigidas por la ley. Los representantes de la otra parte en esta disputa, Fundación Kennedy, no han querido siquiera sentarse a conversar, aseguran los empresarios, hasta que Parque Cachagua construya un puente en vez de un terraplén, lo que implicaría una inversión de unos US$2 millones.

Esa, dice Abogabir, es una inversión demasiado alta que no es probable que la empresa pueda realizar en el corto plazo, pero sí está contemplado construir una terraplén que cumpla con todos los requisitos de seguridad y medioambientales a fin de seguir realizando sus producciones en la zona.

Argumentan además, que la comuna absorbe al menos 60 empleos directos y otros 100 indirectos que deja su actividad.

Mientras este proceso sigue en pie, la sociedad se está concentrando en un plan de negocios que se extiende hasta 2025 y que rondaría el millón de dólares de inversión en una serie de equipamientos y las respectivas mitigaciones ambientales que van relacionadas con el crecimiento de la empresa.

Una disputa judicial y tres derrotas

El abogado Gregorio Izquierdo, detalla que en realidad la Fundación Kennedy ha interpuesto tres recursos de protección: "El primero fue rechazado con costas, ya que no tenía motivo plausible para litigar; y los otros dos fueron derechamente declarados inadmisibles". Es más, añade, "ante la declaración de inadmisibilidad del recurso interpuesto por el abogado Gabriel Muñoz, por la Corte de Apelaciones de Valparaíso, al día siguiente interpuso exactamente el mismo recurso ante la de Santiago (Septiembre 2019). Este último recurso corrió la misma suerte que el anterior: fue declarado inadmisible".
En lo que respecta a la fonda que se realizó en el Parque Chachagua, el abogado asegura que si bien en el sector hay un estero, las afirmaciones de sus antagonistas no tiene ningún fundamento, como lo habrían demostrado las resoluciones judiciales.
"Tanto es así, que en el Estero de Catapilco y a menos de 30 metros de la entrada del Parque Cachagua, ESVAL tiene un dren de captación de agua que alimenta el sistema productivo de agua potable de la zona. Sin embargo, no hemos visto a Kennedy o Costa Cachagua interponiendo recursos contra esa empresa. En definitiva, tanto la ICA de Valparaíso como la Corte Suprema le han dado la razón a Parque Cachagua. No hay humedal y, sin perjuicio de aquello, jamás ha habido contaminación alguna del Estero de Catapilco", se defiende Izquierdo.
El jurista concluye que "la exposición mediática que ha generado la Fundación Kennedy y la obsesión en el proyecto, llegando a abusar de los recursos procesales, deja mucho que pensar de cual es efectivamente su misión ambiental".