Cesco: “La negociación de Escondida fue sin conflictividad”

Alejandra Wood, directora ejecutiva del centro de pensamiento ligado a la minería, Cesco, cree que el contexto del país ejerció una presión sobre Minera Escondida y su sindicato, lo que propició el acuerdo que debe ser ratificado por los trabajadores.

- ¿Se está viendo mayor conflictividad en la minería?

- Los sindicatos tienen que hacer el mayor esfuerzo posible por obtener las mejores condiciones para sus bases y eso siempre es así. En la negociación pasada de Escondida hubo una huelga súper costosa tanto para los trabajadore0,s como para la empresa y el país, y solo se mantuvieron las condiciones que ya tenían. Era importante para los trabajadores hacer un esfuerzo ahora y, la verdad, me parece que esta negociación fue sin ninguna conflictividad.

No veo conflictividad, para mí conflictividad es paro y huelga, y hasta aquí, siendo un año excepcionalmente lleno de negociaciones colectivas, no ha habido conflictos, paralizaciones.

Cuando se analizaba cómo sería este año, siempre se dijo que había que estar atentos a los procesos de negociaciones colectivas y cómo la posible conflictividad podía afectar el precio del cobre, pero eso no ha pasado, incluso tomando en cuenta que ya pasaron las negociaciones de más alto perfil.

- ¿Pero se vio un sindicato con una postura bien dura, que incluso amenazó con no extender la mediación?

- Creo que eso obedece a una estrategia de mostrar a las bases que no van a cesar hasta que quede claro que no quedó nada arriba de la mesa.

Además, en términos más generales, al menos hasta el mes de julio teníamos un mejor precio del cobre y, por lo tanto, había un aumento de expectativas y, por lo tanto, las posibilidades de conflicto.

- Se han visto bonos de $13, $ 15, $ 17 millones, ¿a qué costo se están salvando la paralización?

- Creo que no se están dando las cifras siderales del súper ciclo (en 2013, se entregó un bono de $ 23 millones en Escondida). Aunque hay una mayor expectativa y los montos son altos, obedecen a las rentas del sector minero.

- Pero da la impresión de que no se ha logrado controlar los costos laborales...

- Es complejo intentar bajar el costo laboral, por eso creo que las empresas probablemente están intentando alinear ciertos beneficios con indicadores de productividad, pero eso va a ser un proceso largo, que no se da de una sola vez. Además, hay una influencia importante de los asesores de los sindicatos, que mientras más alto es lo que se obtiene, mejor les va.

Las relaciones laborales, sobretodo en el siglo XXI, debieran tender a velar por la competitividad de la empresa, porque es esa la que en definitiva va a poder generar la renta para que la relación sea de beneficio mutuo. Me parece que eso no está en la conversación. Es deseable que las relaciones laborales se vean, en el día a día, de modo de construir una mejor empresa, tanto para los que laboran en ella, como para el entorno. Siento que esto debiera empezar a instalarse.

- ¿A su juicio, eso todavía no está pasando?

- No lo percibo, quizás está pasando en algunas empresas, pero no se percibe públicamente.

- ¿Por qué? ¿los sindicatos no han logrado entender? ¿la empresa no ha logrado explicar?

- Es un tema más profundo que tiene que ver con los desafíos del Siglo XXI y eso toma tiempo. Hay un nuevo escenario para el negocio minero, es más complejo y ese es un desafío para toda la organización, además el entorno también es más complejo, cambiante y demandante.

- ¿Qué rol está jugando la reforma laboral en todas estas negociaciones?

- En este proceso de Escondida, por ejemplo, se habló de que había una estrategia del sindicato para usar un vacío legal y de inmediato salió la Dirección del Trabajo de Antofagasta aclarando. Había una interpretación, pero tenía que juntarse con la buena fe. Creo que hay que hacer una reforma laboral que aborde cuáles van a ser las condiciones del trabajo en el siglo XXI y cómo, en el fondo, tenemos una ley que favorezca la empleabilidad y la estabilidad del trabajo. Se requiere mucha mayor flexibilidad.

- ¿Cuánto ha influido la reforma en que no tengamos huelgas?

- Me parece que la reforma no ha influido tanto en eso, sino en aspectos como que el piso de la negociación son las condiciones del acuerdo anterior, que en el fondo podría eventualmente ser complejo en situaciones donde el precio del cobre esté muy bajo.

- En el caso de Escondida, ¿cuánto influyó la reacción de la DT respecto a la eventual estrategia de descuelgue, en que se llegara a un acuerdo?

- Creo que no era una opción real, además que fue hace más de dos semanas. Quizás había un vacío en la ley que podría haber usado el sindicato a su favor, pero en la práctica rige la buena fe de las partes.