Aerolíneas estadounidenses tendrán que pagar por retrasos del equipaje

El gobierno de Barack Obama anunció nuevas medidas de protección a los pasajeros aéreos, que incluyen reembolso en caso de la llegada tardía del equipaje, más información sobre los vuelos atrasados y mayor transparencia en las tarifas. Algunas medidas empezarán a regir pronto, mientras que otras, incluyendo la compensación por el atraso de equipaje, pueden demorar más de un año.

La propuesta es parte de la iniciativa del gobierno para estimular la competencia entre las empresas estadounidenses, explicó Jason Furman, presidente de Consejo Estadounidense de Asesores Económicos. La Asociación de Viajes de EEUU aprobó el plan, pero dijo que la administración tiene que hacer más para promover la entrada de pequeños operadores al mercado.

Por otro lado, la crítica de parte de las compañías aéreas no se hizo esperar. “Las aerolíneas tienen que tener permiso para seguir ofreciendo servicios opcionales”, señaló Nicholas Calio, jefe ejecutivo de Airlines for America, el grupo comercial que representa a las grandes transportistas. “La competencia está viva en la industria aérea, y toda la información de precios está disponible para el consumidor en un clic”, subrayó, agregando que las medidas son malas tanto para los clientes como para empleados y comunidades.

Delta Airlines, que cortó sus lazos con Airlines for America el año pasado, dijo, a su vez, que ya cumple con muchas de las exigencias propuestas por el gobierno, o está de acuerdo en cumplirlas.

Desde la ronda de bancarrotas de las grandes compañías aéreas en los años 2000, la mayoría empezó a generar ingresos cobrando aparte por equipaje y otros servicios. El año pasado, según el Departamento de Transporte de EEUU, las ganancias por tarifas de equipaje alcanzaron US$ 3.800 millones, lo que generó quejas de los consumidores.

Mientras tanto, las cifras de crecimiento de las aerolíneas van bajando. Para 2017 se espera un incremento de 3% en el número de asientos, el más ajustado en tres años. El precio de combustible va en alza, al igual que los salarios de los trabajadores. Recientemente Delta y sus pilotos acordaron un nuevo contrato por cuatro años, con un aumento de 30%.