Multinacionales

El triunfo de Huawei pese a las permanentes zancadillas de EEUU y Donald Trump

Firma tecnológica es la manifestación de todo lo que Estados Unidos teme y odia sobre China.

Por: Financial Times | Publicado: Viernes 6 de abril de 2018 a las 09:39 hrs.
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Huawei es la manifestación de todo lo que Estados Unidos teme y odia sobre China: un gigante tecnológico, fundado por un exoficial del ejército, que cree que tiene vínculos con el Partido Comunista y recursos para espiar y robar propiedad intelectual.

La verdad incómoda para EEUU es que se trata de un gigante global, que el año pasado facturó 603.600 millones de yuanes (US$ 95.715 millones) y hace años que superó a Ericsson como el mayor vendedor mundial de equipos de telecomunicaciones.

Es el tercer mayor vendedor de teléfonos móviles y participa en la carrera para liderar el desarrollo del 5G, la próxima generación del estándar móvil y una tecnología esencial en la era de los dispositivos conectados. El control sobre el 5G fue una de las razones que llevaron al presidente estadounidense Donald Trump a bloquear la oferta de Broadcom por su rival Qualcomm.

"Al FBI y a la inteligencia no les gusta Huawei", explica James Lewis, vicepresidente sénior del Center for Strategic and International Studies, un think tank de Washington. Hay "evidencias convincentes" de que [el equipo de Huawei] puede emplearse para espiar, añade.

Por su parte, Elsa Kania, analista del comité de expertos denominado Center for a New American Security, asegura que la expansión global de Huawei ha servido "como "vector para la influencia de Pekín".

El conflicto entre Huawei y EEUU ha influido en la política de ambas partes: Washington ha prohibido a las operadoras de telecomunicaciones estadounideses que utilicen equipos de Huawei o vendan sus dispositivos dentro de paquetes de oferta.

Con respecto a Huawei, el CEO rotatorio Eric Xu adoptó un tono humilde en su mensaje de año nuevo a la plantilla, instándoles a "evitar el optimismo ciego y las referencias a Huawei como un líder de la industria".

No obstante, si hay algo en lo que coinciden amigos y enemigos, es en que Huawei es grande e influyente -pese a sus dificultades permanentes con EEUU. "El problema es que [los equipos de] Huawei son muy buenos... y más baratos", señala Lewis. "Es la única compañía que fabrica la gama completa de productos 5G".

Desde su campus en Shenzhen, invierte dinero y talento en investigación y desarrollo mientras sus vendedores recorren Europa, África y Latinoamérica firmando acuerdos y vendiendo dispositivos. Huawei promete gastar entre US$ 10.000 millones y US$ 20.000 millones  anuales en I+D, y planea lanzar un smartphone 5G en 2019.

Esto supone un gran problema para Washington. En una carta describiendo "riesgos para la seguridad nacional relacionados con un debilitamiento del liderazgo tecnológico de Qualcomm", el Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS), un grupo interinstitucional que veta acuerdos extranjeros, explicó que Huawei había aumentado su gasto en I+D y posee alrededor del 10% de las patentes esenciales del 5G. Un Qualcomm más débil "dejaría un hueco para que China expanda su influencia sobre el proceso de configuración del estándar 5G", advirtió CFIUS.

LOS PROBLEMAS DEL BLOQUEO

Los analistas indican que China -a través de Huawei- ocupa ya el liderazgo, mientras que en generaciones anteriores de la nueva tecnología iba a la zaga. Stéphane Téral, analista del proveedor de datos IHS, explica que incluso en EEUU las operadoras sufren por el bloqueo gubernamental al uso de equipos de Huawei en sus redes, ya que entre otras cosas hacen que los precios que pagan por los equipos, al haber menos competencia en el mercado sean más elevados.

Además, la mayoría de las operadoras de telecomunicaciones estadounidenses tienen un conocimiento profundo de la tecnología de Huawei por su presencia en otros mercados y están están impresionadas. Masayoshi Son, el fundador de la matriz japonesa de Sprint, SoftBank, fue uno de los primeros seguidores; Deutsche Telekom, la matriz de T-Mobile, lo usa y, según los analistas, AT&T utiliza equipos de Huawei en su red mexicana.

TRES FRENTES

Huawei se centra en tres amplios frentes: los equipos deredes de telecomunicaciones para operadoras, que suponen más de la mitad de sus ingresos; los teléfonos móviles, que aportan un tercio de ellos; y los dispositivos para el sector empresarial, una división que se encuentra en rápido crecimiento, y donde pretende obtener ingresos de más de 10.000 millones de dólares este año concentrándose en la nube y en servicios relacionados.

Yan Lida, que dirige la unidad empresarial de Huawei, explica que la compañía intenta escavar un nicho en un sector dominado por tecnológicas como Amazon, Google y Microsoft en occidente, y Alibaba y Tencent en China. Esto implica explotar su fortaleza en el Internet de las cosas y una mayor colaboración con la industria y el Gobierno. "Si Huawei confía sólo en las ventas de productos, no sirve a nuestro objetivo de duplicar el negocio cada dos años", indica Yan, que apunta a un nuevo frente en los servicios.

Entre los clientes multinacionales de esta división de servicios se incluyen el fabricante suizo de ascensores Schindler y Honda, el grupo japonés de coches. Yan acentúa que la compañía impondrá límites claros en la gestión de su negocio en la nube, mediante el cual acumula y analiza cantidades ingentes de datos, en un aparente gesto a los problemas de Huawei en EEUU y a los temores crecientes a nivel global sobre el abuso de los datos. "No rentabilizamos los datos, algo que hacen muchas compañías. Es algo a lo que nos comprometemos", declara. Pero la rentabilización de los datos es la menor de las preocupaciones en Washington, donde políticos y analistas están más molestos por las presuntas ayudas estatales recibidas por la compañía china.

Huawei niega las acusaciones. Pero Elsa Kania, la analista del Center for a New American Security, asegura que la firma ha recibido ayudas y ha participado en proyectos para avanzar el 5G a través del Programa 863, un plan respaldado por el Estado chino para apoyar el desarrollo tecnológico.

Es poco probable que EEUU rehabilite a Huawei, pero eso ya no tiene tanta importancia como antes. "Esto no impide que lleguen a lo más alto", advierte Téral de IHS. "Es la trayectoria más interesante de cualquier compañía del planeta: sin EEUU, han conseguido ser el número uno".

La reorganización no resuelve todas las preocupaciones

La reorganización de la dirección de Huawei que tiene lugar cada seis años pareció desterrar dos de los focos del enfado estadounidense: el fundador Ren Zhengfei y Sun Yafang, a la que a menudo se califica como la "reina de Huawei", por su influencia dentro de la compañía.

Pero como sudece con frecuencia con Huawei, estos pasos en apariencia adelante para abordar los temores de EEUU vinieron acompañados de pasos hacia atrás. Ren ya no es vicepresidente, pero sigue siendo consejero delegado, y su hija Meng Wanzhou, la directora financiera, es una de las vicepresidentas. Sun es sustituida como presidenta, pero se ocupará del gobierno y de los asuntos internos de la firma.

"Siguen ocupando puestos muy destacados y no están fuera", apunta Elsa Kania, analista del Center for a New American Security. Ren, señala, sigue siendo "el rostro y el alma" de la compañía. La pareja preocupa en EEUU por su historial: Ren sirvió en el Ejército Popular de Liberación, e informes -negados por la compañía- vinculan a Sun con el Ministerio de Seguridad Pública, la agencia de espionaje de China. Informaciones dicen que ambos han recurriro a sus contactos de aquellos días. Huawei posee una estructura de gestión inusual que califica como "liderazgo colectivo".

Este año, la junta rotatoria de consejeros delegados, que se turnan en el mando, se ha convertido en una junta rotatoria de presidentes. Huawei también designa consejos en el extranjero que ocupa con empresarios venerables y otros abanderados, como John Browne, el exconsejero delegado de BP, en Reino Unido, y John Lord, antiguo contraalmirante de la Armada Real Australiana, en Australia.

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