Multinacionales

La revolución de los vehículos autónomos promete transformar también los mares

Los nuevos modelos de naves reducirán las emisiones contaminantes, eliminarán el riesgo de accidentes y derrames y tendrán una mayor eficiencia en el transporte de carga.

Por: Renato García J. | Publicado: Viernes 26 de mayo de 2017 a las 04:00 hrs.
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La tecnología de los vehículos autónomos está produciendo una profunda transformación en el sector de transporte de pasajeros. Pero ahora, una nueva iniciativa promete provocar una verdadera revolución también en el transporte de mercancías y productos, que puede cambiar radicalmente la manera en que operan los puertos y las compañías navieras. Y la propuesta llega desde una fuente inesperada. Fue la compañía noruega Yara, un productor de fertilizantes, la que se asoció con la firma de tecnología marítima Kongsberg para fabricar un buque alimentador de contenedores, un tipo de nave que recoge mercancías de varios puertos secundarios para concentrarlos en un solo terminal principal.

Yara Birkeland, bautizada en honor al físico, inventor e industrial noruego Kristian Birkeland, que fundó la compañía, será la primera nave del mundo completamente eléctrica y autónoma, con cero emisiones. La nave empezaría a operar en el segundo semestre del próximo año, inicialmente como un vehículo tripulado, pero al año siguiente comenzaría su fase de acción bajo la modalidad de control remoto y para 2020 ya estaría funcionando de manera completamente autónoma.

De la tierra al mar

Según estimaciones de la compañía, el nuevo vehículo le permitirá reducir drásticamente las emisiones de óxido de nitrógeno y dióxido de carbono, además de mejorar la seguridad de las carreteras al eliminar la necesidad de 40 mil viajes de camiones al año a través de zonas urbanas densamente pobladas.

“Cada día, más de 100 viajes en camiones diésel son necesarios para transportar carga desde la planta de Yara en Porsgrunn a los puertos en Brevik y Larvik desde donde enviamos nuestros productos a clientes en todo el mundo a través de la vía marítima. Con esta nueva nave portacontenedores autónoma e impulsada por baterías pasaremos el transporte desde los caminos hacia el mar y reduciremos de este modo las emisiones de ruido y polvo, mejoraremos la seguridad en los caminos locales, y rebajaremos las emisiones de NOx y CO2”, aseguró Svein Tore Holsether, presidente y director ejecutivo de la firma de fertilizantes.

Pero los beneficios en términos de seguridad van más allá de las autopistas en tierra. Una de las ventajas de este tipo de tecnologías es que disminuirá los riesgos de accidentes en alta mar, naves encalladas y derrames de combustible, al eliminar el factor del error humano. Según datos de la Guardia Costera de EEUU, las fallas humanas son causantes del 96% de las muertes en el mar.

También podría reducir el número de tripulaciones atacadas por piratas en rutas comerciales donde estas bandas capturan naves para robar sus cargas, reduciendo el riesgo de bajas humanas y secuestros.

Y si eso no fuera suficiente todavía para convencer a los más escépticos, los promotores de este tipo de proyectos también tienen argumentos para los que están más interesados en los beneficios económicos, ya que buques construidos para operar sin tripulantes humanos requieren de una menor infraestructura, como camarotes, baños y cocina, e incluso puede prescindir de una cubierta, lo que dejaría un mayor espacio disponible para el transporte de mercancías, aumentando de esta forma significativamente su nivel de eficiencia. Algunas estimaciones sugieren que las tripulaciones representan hasta el 44% del costo de operación de una nave, incluyendo salarios, seguros y entretenimiento para las largas travesías.

Pero también eliminaría la necesidad de lastres y contrapesos, que se utilizan para nivelar los barcos, cuyas popas suelen ser más pesadas que el resto de la nave porque normalmente es ahí donde se ubica el puente.

Mares libres de humanos

Noruega se encuentra a la delantera de la tendencia mundial en este tipo de temas y la autoridad marítima del país en conjunto con la administración costera firmaron el año pasado un acuerdo en el que se estableció al fiordo de Trondheim como el primer sitio de pruebas específicamente destinado a barcos autónomos del mundo.

Pero hay otras compañías que también están dando sus primeros pasos en esta dirección. Rolls Royce Holdings, la firma británica que diseña y fabrica turbinas para aviones y sistemas de propulsión marina, recientemente presentó su proyecto para un barco autónomo donde una nave robótica sin cubierta sería monitoreada a distancia por un equipo desde un centro de control en tierra firme.

La firma anticipa que su prototipo sería 5% más liviano que un barco tradicional y quemaría 15% menos combustible. Rolls Royce proyecta que el transporte marítimo sin humanos será realidad en quince años.

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