Multinacionales

Los empleos de las automotrices que Trump pretende salvar serán ocupados por robots

Presidente electo busca crear más puestos de trabajo en el país amenazando con “grandes impuestos fronterizos” a las compañías que instalen sus fábricas en el extranjero.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Lunes 9 de enero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Las peleas de Donald Trump con las empresas automotrices están acaparando la atención global. Mientras que el gobierno japonés salió a la defensa de sus empresas, Marine Le Pen, la candidata presidencial francesa de ultra-derecha, respaldó la política proteccionista calificándola como “buena para la industria y para el empleo”.

Pero, más que el traslado de producción de vehículos a México, la verdadera mayor amenaza para los trabajos de la industria estadounidenses es la automatización. La producción de los robots industriales se casi triplicó en la última década, llegando a 254.000 unidades en 2015, y las gigantes automotrices son “los clientes más importantes” que compran casi 40% del total, según la Federación Internacional de Robótica.

Es más, durante los últimos años, las compras de robots industriales por parte de las empresas automotrices han aumentado a una tasa anual promedio de 20%.

De acuerdo con datos de Boston Consulting Group (BCG), un trabajador de fábrica estadounidense cuesta a la empresa en promedio US$ 25 por hora, más del trimple los US$ 8 de un robot.

En México, un empleado recibe los mismos US$ 8, pero se espera que el costo de los robots disminuya a US$ 2 por hora para 2030.

Ford acaba de cancelar sus planes para construir una planta en México por US$ 1.600 millones. En vez de eso, va invertir US$ 700 millones en sus instalaciones en Michigan. Sin embargo, por cada millón de dólares que invierta sólo contratará a un trabajador adicional.

Pero no se trata solo de sueldos, sino de eficiencia. Actualmente Ford demora 90 minutos en fabricar un vehículo de 3.000 partes, comparado con doce horas anteriormente. De este modo el ingreso promedio de la empresa por trabajador aumentó 27% en la última década a US$ 752.000.

Ataques de Trump

Los ataques recientes de Trump contra varias automotrices –tanto estadounidenses como extranjeras- hicieron temblar a la industria.

Los ejecutivos corporativos buscan el tono correcto para tratar con el presidente entrante. Después de las críticas de Trump a GM por fabricar en México su modelo Cruze, Ford anunció el fin de sus planes para construir una nueva fábrica en San Luis de Potosí. Y luego fue el turno de sus rivales japonesas.

El jueves pasado, la declaración del presidente de Toyota, Akio Toyoda, de que la empresa esperará los primeros pasos de Trump para tomar una decisión acerca de su fábrica en construcción en México causó una ola de amenazas sobre “grandes impuestos fronterizos” para la automotriz asiática por parte del presidente electo.

Luego, el director ejecutivo de Nissan, Carlos Ghosn, dijo que “no estoy escuchando ‘Cierren la frontera´. Lo que está diciendo es ´América primero´, lo que nos parece bien”.

Según los analistas, Nissan sería la automotriz más afectada en caso de que las declaraciones sobre los aranceles de Donald Trump se vuelvan realidad. Así, en caso de un impuesto de 10%, la japonesa perdería 10% de sus ganancias operacionales, según cálculos de JPMorgan.

El impacto de las declaraciones obligó al gobierno nipón a salir en defensa de sus campeones nacionales, con el secretario del gabinete, Yoshihide Suga, diciendo que Toyota es un “ciudadano corporativo importante” de Estados Unidos, y el ministro de Comercio del país, Hiroshige Seko, destacando la contribución de las empresas japonesas al mercado laboral estadounidense.

A su vez, Marine Le Pen, la candidata a presidencia de Francia del Frente Nacional de ultra-derecha, señaló que la desición de Ford de cancelar su fábrica es una muestra de que la política proteccionista funciona y es “buena para la industria y para el empleo”.

Colega metálico

Mientras tanto, no son solo los empleos de la industria automotriz los que están siendo amenazados por los trabajadores robóticos. Actualmente, 10% de todas las funciones en el sector de las manufacturas se encuentran automatizadas, y este porcentaje aumentará a 25% para 2025, según las proyecciones de BCG. Para este año, las empresas de EEUU comprarán 1,2 millones de robots inteligentes adicionales.

Además, la automatización afectaría a los sectores de trabajos calificados. “Mientras que las personas no cualificadas seguirán siendo afectadas, muchos trabajadores ‘de cuello y corbata’ con educación superior se darán cuenta de que sus empleos también están en peligro, ya que la automatización del software y algoritmos predictivos avanzan rápidamente en sus capacidades”, dice Martin Ford en su libro “El despertar de los robots”.

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