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AB Chile por etiquetado: “Los límites que vienen son inviables para los productos”

En junio parte la segunda etapa de la ley, mientras que para 2018 está fijado establecer los límites definitivos.

Por: Nidia Millahueique M. | Publicado: Lunes 29 de mayo de 2017 a las 04:00 hrs.
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A casi un mes de que se cumpla un año de vigencia de la Ley de Etiquetado, en la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (AB Chile) son categóricos al asegurar que los nuevos ajustes a los que deben ser sometidos los productos “son complejos”.

Esto porque en unos días se activará la segunda etapa de la normativa, que considera nuevas reducciones de todos los límites fijados para que los productos no sean rotulados con los sellos “alto en”. De esta forma, por ejemplo, en alimentos sólidos la cantidad de sodio que hoy llega a 800 mg por cada 100 gramos deberá ser reducida a 500 mg este año y a 400 mg en junio de 2018.

En relación a las grasas saturadas, la dosis por cada 100 gramos deberá bajar de los actuales 6 gramos a 5 este año y en un año más a 4 g.

La gerente general de AB Chile, Marisol Figueroa, ejemplifica con las calorías: “No hay ningún alimento que resista el límite final de 275 calorías por 100 gramos de sólido. Eso significa que están hablando de un producto de 30% de humedad. Significa que ese 30% extra es aire o es agua. Entonces, cuando tratamos de explicar los límites que vienen éstos técnicamente hablando son inviables”, asegura.

En este contexto, enfatiza que en el sector hay preocupación, porque cuando se han hecho modificaciones voluntarias es sólo con un nutriente y de forma escalonada. Por ejemplo, Nestlé reemplazó por Stevia el azúcar de los Chocapic.

La ejecutiva comenta la experiencia de Brasil, donde comenzaron con la reducción de sodio, después azúcares y ahora grasas, “en cambio acá la dificultad técnica es que fue todo al mismo tiempo, reducción de sodio, azúcar, grasas y, además, hay que pensar en las calorías. Todo eso en términos técnicos es difícil de conseguir, porque tienes una sumatoria de elementos que siempre debe sumar 100”, apunta.

¿Qué pasa con los edulcorantes? Figueroa, comenta que se entiende la preocupación del Minsal por regular el tema, “pero miremos la evidencia científica y hagamos los cálculos correspondientes para no asustar innecesariamente a la población. Por otro lado, ¿qué opción se le da a una persona que no puede consumir azúcar? Con esto se confunde a la población”, recalca.

Cabe mencionar que el Ministerio de Salud activó una revisión y preparará un informe para actualizar toda la evidencia científica respecto a los efectos de los edulcorantes, dado el mayor uso por parte de las empresas para reemplazarlo por la azúcar.

A lo anterior se sumará un estudio de campo para cuantificar el número de alimentos en que se está reemplazando el azúcar por el aditivo en cuestión.

Y es que son precisamente los edulcorantes de mesa libres de azúcar y calorías, los que están exentos de la rotulación “alto en”, al igual que los alimentos o las mezclas a los que no se les haya añadido azúcares, sodio o grasas saturadas. Por ejemplo, se exceptúan: el aceite, la sal, el azúcar, la miel, la crema de leche, el yogur natural con fruta, un mix natural de frutos secos, la leche natural, entre otros.

A lo anterior, se suman los alimentos que se comercialicen a granel, los porcionados, los fraccionados y los preparados a solicitud del público, aunque éstos se envasen al momento de la venta.

Problema de fondo

La ejecutiva además advierte que “al haberse cumplido un año, todavía no se observan ciertas mediciones que son necesarias de hacer, que apuntan más al fondo del tema”.

Por ejemplo, explica que esto es un tema de cambios de hábitos, lo que toma tiempo,” y por otro lado con los planes de reducción tú estás cambiando en forma sustancial lo que los chilenos comen”. Por lo mismo, insiste que “enseñemos a las personas a comer lo correcto en una dieta variada, mientras incentivo el deporte”.

Consultada por las reformulaciones que ha realizado la industria, Figueroa recordó que fueron pioneras en esto, ya que en 1985 se realizó la primera. “Es un proceso continuo. El sector de alimentos y bebidas sin que nadie se lo pidiera hizo reducción de las grasas trans, mucho antes que existiera la regulación en Chile”, expresa.

Pese a que la industria de alimentos está haciendo un esfuerzo por reformular el contenido de sus productos, para bajar los nutrientes críticos y no caer en los discos pares, se estima que el uso de ellos irá en aumento. Así, hacia 2019 se calcula que el 60,7% de productos tendrá un sello “alto en”, aseguran desde el Minsal.

Vacíos legales

Uno de los vacíos legales que alega la industria es lo que se entiende como publicidad, particularmente la que está orientada a menores de 14 años. Por lo mismo es que desde el Departamento de Nutrición y Alimentos del Minsal están afinando los últimos detalles para impulsar un nuevo reglamento en este aspecto.

Desde el gremio sostienen que sólo han visto los textos que han salido en consulta pública sobre lo anterior y respecto a lo del mensaje ‘Prefiera alimentos con menos sellos’.

En este último punto, Figueroa dice que “ahí tenemos el reparo porque puede sonar muy concreta la frase, pero que en la práctica no lo es y puede llevar a errores a los consumidores. Siempre hay un castigo, hay una culpa, y eso no debe ocurrir”.

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