Cencosud busca plan para Alto Las Condes 2: sin rascacielos y con menos estacionamientos por llegada de Metro

Horst Paulmann está tranquilo. El fundador y presidente del grupo Cencosud confía en que logrará sacar adelante la construcción del centro comercial conocido como Alto Las Condes 2 en Vitacura, que tendría un costo de US$ 500 millones, pese al rechazo del alcalde Raúl Torrealba.

“Le hemos dicho claramente al señor Paulmann en una reunión que me pidió por Ley del Lobby, le dije: mire, creo que ese proyecto no se va a hacer nunca, jamás”, sostuvo el alcalde durante el concejo municipal realizado el 3 de mayo.

Para Torrealba, el permiso de obra está caducado mientras que para Cencosud está vigente.

La compañía, lejos de querer entrar en polémica con el alcalde Torrealba, está buscando alternativas para tener la venia del alcalde, dentro de las cuales la nueva Línea 7 del Metro tendrá un rol gravitante.

El Metro iría por Av. Kennedy, y la penúltima estación hacia el oriente sería en Padre Hurtado, justo en la esquina donde está el Alto Las Condes y el futuro proyecto hermano. Con esto, Cencosud podrá optar a desarrollar la mitad de los estacionamientos requeridos para las obras vinculadas a servicios y viviendas, por cuanto este proyecto contempla además de un mall, edificios habitacionales y de oficinas.

“Los proyectos que se emplacen cerca de una estación de tranvía o de ferrocarril urbano o interurbano, a una distancia de menos de 300 o 600 metros, según se trate de proyectos de vivienda o de equipamiento de servicios, respectivamente, podrán rebajar hasta la mitad la dotación de estacionamientos requerida”, dice un inciso incorporado en 2012 a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción.

De esta manera, la empresa podría reducir el tamaño del proyecto sin afectar los metros cuadrados destinados a comercio y oficinas.

Sin embargo, Paulmann iría más allá y optaría por no construir la torre de 55 niveles que figura en el permiso original.

Con esto sobre la mesa, el empresario buscará reunirse en los próximos días con el alcalde Torrealba para buscar una fórmula “consensuada” para sacar adelante el proyecto.

“Con la llegada del Metro, el impacto de los vehículos será menor pues mucha gente llegará caminando, tal como ocurre con el Costanera Center. Por esto, la Línea 7 va a jugar a favor de la factibilidad de realizar el Alto Las Condes 2”, explica un conocedor de las tratativas. “Además, no se construiría el rascacielos por ser una zona residencial. Por esto, la idea es concretar un proyecto mixto (de comercio, vivienda y oficinas) que se inserte con el entorno”, añade.

Opción del Eistu

Pese a que el controlador de Cencosud tendría decidido no iniciar ninguna obra sin la venia del alcalde Torrealba, conocedores explican que Paulmann podría seguir adelante con la iniciativa y someterla a un Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (Eistu).

A través de la denominada Ventanilla Única, una serie de organismos públicos, como la subsecretaría de Transportes y las municipalidades vecinas, participan en el análisis de propuestas de mitigación planteadas por el titular. Es en esta instancia en donde Cencosud podría buscar un espaldarazo al proyecto con una lógica muy simple: no se puede aprobar un Eistu sin un permiso de obra que esté vigente.

Aunque aún no se mandata el desarrollo del plan de mitigaciones, se estima que éste no demoraría más de tres meses en estar listo, pues ya se tiene bastante avanzado.

No obstante, la evaluación por parte de los organismos públicos podría extenderse por más de 18 meses.

La polémica

El proyecto Alto Las Condes 2 fue ideado por Paulmann en 2010, cuando adquirió el paño de 22.500 m2 justo frente al Alto Las Condes en US$ 56 millones al empresario Carlos Celle Cafferata, que incluía un permiso de edificación con cuatro obras: una de dos pisos, otra de 19 plantas y dos más altas de 25 y 55 niveles.

Para Vitacura, este permiso fue entregado en el 2000 y su duración era por tres años; afirman que Cencosud realizó algunos movimientos de tierra para poder extender su duración. Dado esto, el municipio no renovó el permiso en enero de 2015.

Frente a esto, las opciones de Cencosud se reducían a ingresar un nuevo anteproyecto. Pero, con el plan regulador actual, el proyecto se hace inviable dado el alto precio que se pagó. Esto llevó a que la firma recurriera a la Contraloría, la que falló en su contra. Luego fue a la Corte de Apelaciones, la que emitió una resolución que -según la empresa- respaldó su postura. Se llegó a la Suprema, donde, nuevamente, según Cencosud, el permiso se habría declarado vigente.

Sin embargo, Vitacura insiste en que nunca se ha visto el tema de fondo y que el permiso está caducado.