Familia Mubarak solicita reorganización de Mc Cola ante crítica situación de la empresa

Los controladores de la Embotelladora MC, cuyo caballito de batalla es la bebida Mc Cola, estuvieron a punto de vender la empresa, pero finalmente dieron pie atrás. Hoy, la situación de la compañía es crítica, aunque sus dueños buscan mantenerla a flote.

Ante el 10º Juzgado Civil de Santiago, Jack Mubarak solicitó la reorganización concursal que establece la normativa de Ley de Insolvencia y Reemprendimeinto para evitar su liquidación forzosa. La familia designó como abogado patrocinante a Gonzalo Torre Griggs, quien tendrá la misión de liderar las negociaciones con los acreedores de la compañía, cuyos pasivos superan los $ 6.800 millones.

La justicia ya dio el visto bueno para el inicio del proceso de reorganización, por lo que se está a la espera de la designación de un veedor por parte de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.

Los principales acreedores de la tradicional embotelladora de bebidas marcas B son Tesorería y los bancos de Chile y Santander.

Según los antecedenets presentados por la empresa, durante el 2017 registró ingresos por $ 2.871 millones, sus costos de explotación fueron de $ 2.620 millones, y registró pérdidas por $ 1.828 millones. A febrero de este año, la empresa informó activos por $ 7.664 millones.

Evitar la quiebra

En 2001, Jacobo Mubarak apostó por el desarrollo de una bebida de fantasía. Una jugada arriesgada, considerando los grandes que participan en este negocio, las embotelladoras ligadas a Coca Cola y CCU.

El empresario apuntó a las denominadas marca B, creando Embotelladora MC, cuyo nicho eran las bebidas cola. Luego sumó más líneas de gaseosas, como aguas purificadas, saborizadas y funcionales, bebidas energéticas y néctar.

Tras 16 años, durante el año pasado, el creador de la compañía decidió vender la empresa. A fines de enero de este año recibió una oferta por $ 5.000 millones, más $ 500 millones para el bolsillo, la cual fue rechazada. A los pocos días, el clan recibió otra propuesta de menor cuantía, presentada por el empresario Eduardo Cruz (que participa en el rubro de las bebidas de fantasía y jugos naturales y artificiales), la que en un primer momento fue aceptada, según fuentes conocedoras del proceso.

El acuerdo consideró un adelanto en efectivo, pero finalmente la propuesta también fue rechazada. Tras esto vino una solicitud de quiebra, la que fue pedida el 14 de marzo ante el Juzgado de Colina por Lee & Mon SpA, sociedad ligada a Eduardo Cruz, por un pagaré en cuotas impago por casi $ 25 millones. Según conocedores del proceso, el monto es el que fue adelantado a la familia Murabak como parte del acuerdo de compra de la empresa. A fines de marzo, esta demanda fue retirada.

En paralelo, la familia enfrenta la solicitud ante tribunales de remate de su planta productiva ubicada en Lampa, por la Tesorería General de la República, a raíz de deudas impagas por concepto de impuesto territorial. La unidad tiene un avalúo de $ 353,9 millones y una tasación de $ 460,1 millones.

Hasta ahora, la Embotelladora MC comercializa la mayoría de su portafolio de productos en pequeños almacenes, cadenas mayoristas y supermercados regionales. Apunta por un mercado medio-bajo, buscando diferenciarse por menores precios, dado que son las bebidas de marcas propias de las principales cadenas de supermercados.

Entre los interesados por la empresa, que no presentaron ofertas vinculantes, estuvieron la empresa peruana Grupo Aje, una de las compañías más grandes del mundo de bebidas clase B.