Retail

La Polar vuelve a depender del negocio financiero

La firma tuvo Ebitda positivo a junio gracias al fuerte aporte realizado por su filial de crédito.

Por: J. Troncoso Ostornol | Publicado: Martes 13 de septiembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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La multitienda La Polar ha logrado mantenerse tras el fraude de las repactaciones unilaterales. Estuvo al borde de la quiebra, pero cerró negociaciones con sus acreedores.

Fue la división crediticia la que tuvo en vilo a la compañía. Y hoy, ésta vuelve a depender casi exclusivamente de este negocio.

El reporte de La Polar a junio evidencia un Ebitda positivo de $ 3.500 millones.

Por segmento, el negocio retail registró en el primer semestre un Ebitda negativo de $ 5.600 millones; mientras que el margen bruto de explotación en el negocio financiero antes de deducir los intereses, impuestos y amortizaciones fue de $ 9.600 millones.

“La compañía al primer semestre de 2016 muestra un Ebitda acumulado de $ 3.523 millones cifra en línea con lo presupuestado por la administración. Básicamente, esto se produce por una mejora en los márgenes, liderada por las líneas de vestuario, marcas propias y productos del negocio retail financiero”, detalló en su análisis razonado.

La ganancia bruta del periodo alcanzó a $ 65.597 millones, una alza de 4,6% respecto del mismo periodo año anterior.

La empresa explicó que esto se debió a las mejoras del margen del negocio financiero, pasando de un 61,7% a 65,9% en términos semestrales.

“La mejora en la contribución del negocio financiero por $1.435 millones se da principalmente por la mayor variedad de productos financieros (seguros y asistencias) y el incremento en la cartera”, precisó la empresa.

En efecto, el stock de colocaciones creció 4,9% en la primera mitad del año versus igual periodo del año anterior, mientras que la deuda promedio llegó en el segundo trimestre hasta los $ 289 mil, un alza de 8% frente a igual periodo de 2015.

No obstante, la empresa destacó una baja en la tasa de riesgo desde un 11,3% en igual periodo 2015 a un 10,2% en junio de este año, justificado principalmente por la baja en la mora mayor a 30 días y la disminución de la cartera renegociada.

Visión de las clasificadoras

En un reciente informe, ICR dijo que las expectativas hacia la compañía son positivas, basadas en la existencia de muchos focos de mejora operacional, los que en parte se han estado desarrollando durante los años 2015 y 2016, sostuvo.

“En opinión de ICR, la evolución de La Polar podría ser paulatinamente positiva, en la medida que la compañía continúe enfocándose en la eficiencia para disminuir los altos costos, y la adquisición de deuda vaya en línea con la generación de flujos”, dijo la clasificadora.

ICR ratificó en categoría B- con tendencia estable la clasificación asignada a la solvencia y bonos de La Polar. “Esto se sustenta en la fortaleza de la marca, participación de mercado, diversificación, economías de escala/tamaño relativo y en el riesgo financiero de la compañía”, sostuvo la entidad.

No obstante, en su último reporte de Humphreys sobre La Polar, esta clasificadora es mucho más crítica.

“Los resultados de la sociedad emisora muestran que el nivel de flujos que genera sigue sin ser compatible con el negocio que lleva a cabo, de modo que éstos no le permiten presumir de una adecuada viabilidad y sostenibilidad en el mediano y largo plazo”, afirmó esta firma.

A su juicio, el desafío de la compañía no es menor por cuanto requiere un aumento en sus ventas por metro cuadrados, junto con mayores colocaciones estimándose que éstas deberían incrementarse en forma importante para acercarse a los estándares de los líderes de la industria, sumado a una mejora en la gestión de costos y gastos.

La venta por metro cuadrado de La Polar en el segundo trimestre del año fue de $ 507 mil, un alza de 2,6% respecto a igual periodo del año pasado, pero aún muy lejos de lo que registran competidores directos como Falabella, Paris y Ripley.

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