Orizon se adecúa a menor disponibilidad de recursos marinos y amplía su mix

Orizon lleva más de 60 años en el mercado y es reconocida por su tradicional marca de conservas San José.

Hoy la firma, filial de Empresas Copec, está desarrollando un ambicioso plan con el que buscan ampliar su oferta para satisfacer todas las necesidades de los consumidores, al cual están destinando unos US$ 3 millones.

“Acabamos de lanzar nuestra nueva línea de productos congelados, que tendrá siete variedades porque hay que diversificar la demanda”, explica Rigoberto Rojo, gerente general de Orizon, quien añade que una característica principal de estos productos serán los bajos precios.

Esta diversificación se da además en un contexto en que su oferta de jurel, uno de las principales productos que elaboran, se ha visto afectada por la menor disponibilidad de este recurso marino.

A raíz de lo anterior, incluso, debieron cerrar durante más de un año la planta que poseen en Coquimbo. “La industria pesquera tuvo una crisis gigante y las cuotas de pesca en búsqueda de la conservación también. Tuvimos que concentrarnos en las instalaciones de Coronel, porque el negocio ya no era viable. Por otro lado, los mercados tenían precios bajos y ahí tiene que ver el contexto mundial más que la situación de Chile”, explica el ejecutivo.

Un cambio en las condiciones les permitieron reabrir la unidad y abastecerla en un 90% con los flujos de la pesca artesanal en la zona. En paralelo, el año pasado destinaron US$ 1 millón a renovar equipos, disponer capital de trabajo y contratar cerca de 200 operarios.

“La temporada se atrasó un poco, pero ahora estamos produciendo bastante bien y es conserva de jurel y de caballa”, comenta.

Nuevas marcas

El año pasado Orizon también puso en marcha un plan que se extenderá hasta 2020, que apunta a la incorporación de nuevos tipos de productos.

Recientemente, la firma presentó una solicitud de pertinencia para ampliar la planta de la Región de Biobío con el fin de procesar allí otras especies como Reineta.

“Queremos seguir ampliando la categoría, pero ahora hacia otras especies, por lo mismo estamos ampliando la planta de Coronel para avanzar hacia productos enfocados en la alimentación saludable y no necesariamente sólo con especies marinas, sino que también podrían ser porotos o lentejas, que se suman al arroz donde ya estamos”, reconoce.

Rojo indica que si bien la empresa está creciendo esa condición no es eterna y por eso trabajan en el lanzamiento de nuevas marcas, lo que esperan concretar dentro de un año. “Mejoraremos nuestra arquitectura de marca al segmento más masivo que tiene San José, por el lado gourmet. Vamos a ir desarrollando estos productos para cada tipo de clientes”, adelanta. Eso sí, enfatiza que en el corto plazo los objetivos son “dar a conocer los beneficios de los pescados y mariscos, además de enseñar a consumir, aumentar la disponibilidad de los productos y acortar la cadena de distribución”.

¿Qué más viene? El gerente general de Orizon, asegura que también buscan otras maneras de crecer, “porque todavía hay espacio para buscar asociaciones con otras empresas, buscar negocios nuevos dentro de este mix de productos”, señala.

Exportación

Actualmente la empresa produce dos millones de cajas de conservas en la planta de Coronel; 5 mil toneladas de choritos y 33 mil toneladas de harina de pescado, estas últimas principalmente destinadas al extranjero.

Y si históricamente la exportación de conservas San José era intensiva, cuando las cuotas bajaron la empresa se concentró en Chile, razón por la que en la medida en que los volúmenes se incrementen esperan recuperar los envíos.

El 50% de las ventas de la empresa corresponden a exportación de harina y aceite de pescado. “Acabamos de poner un agente en Estados Unidos y con él buscamos posicionar nuestros productos más fuertes en ese país”, dice Rojo y concluye que la conserva también la esperan potenciar en América Latina.