Salud

Concesionaria del Félix Bulnes acusa incumplimientos de ministerios de OOPP y Salud

Sociedad aseveró que aún no se les compensa por obras extras solicitadas en 2018 y que el MOP les adeuda dos facturas por concepto de subsidio a la operación desde la puesta en marcha del hospital.

Por: Magdalena Arce | Publicado: Miércoles 1 de julio de 2020 a las 04:00 hrs.
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Los problemas en el hospital Félix Bulnes no acaban. Esta vez, la concesionaria -compuesta por el fondo francés Meridiam y Astaldi Concessioni- acusa incumplimientos por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y su mandante, la cartera de Salud (Minsal), que impactarían directamente en la cadena de pagos con sus proveedores.

“Lo incomprensible es que, si el MOP o Minsal contrata directamente a un proveedor de servicio les pagan sus facturas sin problemas. Desde el momento que se realiza a través de una concesionaria, cambia totalmente la actitud y rechazan o a lo mejor dilatan los pagos, poniendo una presión irrazonable a los concesionarios”, señalan.

El primero de los problemas se remonta a octubre de 2018, cuando el MOP les solicitó obras adicionales por unas 150 mil UF (del orden de $ 4.300 millones al día de hoy), que se tradujeron en la adquisición de más equipamiento médico y mobiliario clínico, entre otros. Desde la concesionaria explican que, como la autoridad aún no genera la resolución respectiva, no han podido conseguir la compensación que les corresponde.

Los otros dos conflictos se generaron a contar de la entrada en operación a fines de abril. Dada la compleja situación de pandemia desde marzo, la operación desde un comienzo tuvo que adaptarse a los requerimientos del Minsal para combatir la crisis sanitaria.“Hoy el hospital cuenta con más de 700 camas en uso, pese a tener una capacidad máxima por contrato de 523 para el quinto año y empezando en el año 0 con 403. Esto se ha traducido en servicios adicionales”, señalan.

Pese a que han cumplido con todas las solicitudes de la autoridad sanitaria, dicen que ésta aún no se pronuncia respecto al mecanismo de compensación y que estos mayores costos también inciden en su situación financiera.

Por último, están dos facturas impagas y vencidas por concepto de subsidio fijo de operación. Una vez concluida la construcción de la infraestructura, la concesionaria tiene derecho a cobrar semestralmente este beneficio que corresponde al pago de los servicios concesionados (alimentación, aseo, seguridad y vigilancia, mantenimiento de infraestructura, entre otros). Esta condición se cumplió en abril y de momento, la deuda del MOP totaliza unos $ 18.939 millones.

Con todo, la sociedad concesionaria dijo estar trabajando para “encontrar soluciones y no interrumpir los servicios en un momento tan crítico para el país”. Además, dijeron que no descartan recurrir a otras instancias para exigir las compensaciones. “Nos preocupa que el MOP y Minsal se aprovechen de nuestra buena voluntad y nunca demuestre reconocimiento y reciprocidad”, agregaron.

Incertidumbres en el sistema

Una de las mayores preocupaciones del operador del hospital Félix Bulnes dice relación con el cambio en el actuar del Estado. “El sistema de concesiones chileno ha debido su éxito a que las reglas eran claras, lo establecido en el contrato de concesión se cumplía y la plena y positiva cooperación entre las partes permitió mejorar el servicio a los usuarios”, señala.

“Sin embargo, vemos con preocupación que se han introducido incertezas al sistema y se exige respeto de un lado del contrato, pero del otro, el MOP no respeta sus obligaciones. Todo eso afectará la confianza de los inversionistas y perjudicará a largo plazo la reputación de Chile como unos de los líderes en el mundo”, sentencian.

Pago de multas se resolverá en comisión arbitral

Debido al retraso en más de 180 días para la puesta en servicio del hospital Félix Bulnes, la Dirección General de Concesiones (DGC), dependiente del MOP, cursó multas por más de $ 1.300 millones a la concesionaria. Fuentes conocedoras del proceso, señalan que la sociedad decidió recurrir a comisión arbitral para no pagar las dos últimas cuotas, dado que estas se produjeron entre octubre y marzo de este año, por lo que los retrasos no serían imputables a ellos, toda vez que ocurrió el estallido social y posterior crisis sanitaria, y que sus efectos externos imposibilitaron comenzar la marcha blanca antes. De momento, la discrepancia se encuentra en fase previa, por lo que aún podrían restar varios meses antes de que se resuelva.

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