Economía

Analistas coinciden en que principal desafío político de nuevo gobierno será formar alianzas

Su fuerza política liderará sólo cinco distritos, pero los más importantes de Argentina, con casi dos tercio del PIB.

Por: Isabel Ramos Jeldres | Publicado: Martes 24 de noviembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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Al asumir el 10 de diciembre, Mauricio Macri se convertirá en el primer presidente de Argentina en un siglo que no es ni peronista ni radical. Llega, además, a un país profundamente fraccionado, ya que menos de 3 puntos lo separaron del candidato oficialista, Daniel Scioli, en la segunda vuelta. No tiene mayoría en el Congreso y su fuerza política tampoco controla a la mayoría de las provincias (aunque sí a las más poderosas). Según analistas, el mayor desafío que tendrá será conformar alianzas que aseguren su gobernabilidad, para convertirse en el primer presidente no peronista en terminar su mandato.

El desafío inmediato de Macri será "formar su equipo de gobierno, lo que no es menor teniendo en cuenta que tiene el desafío al mismo tiempo de construir un equipo a nivel nacional y otro en la provincia de Buenos Aires, que es un estado enorme, donde gobernó el peronismo desde el año '87 a la fecha", afirma Sergio Berensztein, de la consultora Berensztein, a DF.

La complejidad adicional es que su equipo en el gobierno nacional "deberá superar el desafío de llegar y no tener un diagnóstico claro de cuál es la situación de cada una de las áreas de gestión", debido a la intervención política de la oficina de estadísticas, el Indec, agrega.

Construir poder

Una vez que asuma el desafío de Macri "será la construcción de poder. Lo que obtuvo es legitimidad electoral, dada por el voto democrático, pero lo que le falta y va a tener que construir es poder político, ya que sube sobre la base de una alianza con el radicalismo, pero de todas maneras tiene un bloque legislativo limitado y no cuenta con la mayoría de los gobernadores del país", asegura por su parte Ricardo Rouvier, director de Ricardo Rouvier & Asociados, a DF.

Macri tendrá el apoyo de cinco de los 24 distritos del país, pero de ellos, sólo dos serán gobernados por representantes de su partido, el PRO (la ciudad autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires), mientras que los tres restantes serán encabezados por sus aliados radicales (Mendoza, Jujuy y Corrientes).
Ahora bien, estos territorios "significan más de la mitad del padrón electoral nacional y casi dos tercios del PIB", apunta Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

La mayor dificultad la encontrará en el Congreso: su alianza (Cambiemos), tiene sólo quince de los 72 senadores y 91 de los 257 diputados nacionales. Por eso, la clave será forjar alianzas. "La idea de Macri pareciera ser buscar un acuerdo con las principales fuerzas opositoras al estilo del alcanzado en México tres años atrás por Enrique Peña Nieto con sus dos adversarios, que permitió avanzar en reformas importantes en el Congreso sin que ello implicara un gabinete de coalición", postula Fraga.

Es por este deseo de buscar acuerdos que "Macri ya ha estado moderando sus propuestas durante la campaña electoral y esto es lo que le permitió ganar", dice Rouvier.

Como presidente, tiene que lograr "transformar una coalición electoral exitosa en una coalición de gobierno efectiva", lo que no será fácil, anticipa Berensztein.

La poca diferencia entre los dos candidatos en el balotaje muestra además que "el kirchnerismo no sufrió una derrota catastrófica, sino que tuvo una derrota que lo mantiene en pie", dice Rouvier. ¿Cómo se reinventará el Partido Justicialista? Una opción es que Cristina Fernández entre de lleno a la escena política y asuma el liderazgo, otra es que la posta la tome Sergio Massa, quien salió en tercer lugar en la primera vuelta con más de un 20% de los votos.

Sindicatos buscan unidad

Otra de los desafíos de Macri será enfrentarse a una de las fuerzas más poderosas de Argentina: los sindicatos. La Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) está dividida. Macri se ha visto cercano al secretario general de la CGT opositora, el dirigente del transporte Hugo Moyano, quien no quiso entregar un apoyo explícito, pero sí asistió a dos actos de Macri y realizó duras declaraciones en contra de Scioli y el gobierno.

Pero el presidente no contará con el apoyo de la CGT oficialista, encabezada por Antonio Caló, de la Unión Obrera Metalúrgica.

Sin embargo, en las semanas previas a la primera vuelta del 25 de octubre se inició un proceso de reunificación de la confederación, que podría acelerarse tras el triunfo de Macri, expresaron dirigentes a El Cronista.

Esto, con miras a fortalecer el poder sindical y enfrentar los ajustes que lleve a cabo el nuevo gobierno.

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