Economía

Argentina cerraría el año en recesión y deja a Macri ávido de una recuperación

El país no sólo acumularía dos trimestres consecutivos de retroceso, sino que registra la inflación anual más alta desde 1998, un índice de pobreza que no se veía en una década y un riesgo de default mayor al de naciones africanas.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Lunes 17 de diciembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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Argentina se prepara para finalizar este 2018 con la publicación, mañana, de la cifra del Producto Interno Bruto (PIB) para el tercer trimestre, que Capital Economics estima mostrará una caída de 3,5% interanual y 0,4% trimestral, confirmando que la economía está formalmente en recesión.

A ello se suman los datos publicados la semana pasada –de una inflación disparada, de aumento de pobreza y de un riesgo de default mayor al de varios países africanos- que refuerzan el mal desempeño del país que se extenderá hasta después del primer trimestre de 2019, según las propias estimaciones oficiales y del Fondo Monetario Internacional.

El gobierno del presidente Mauricio Macri mantiene así el ritmo de cortos ciclos económicos que caracterizó a los últimos años del kirchnerismo: crecimiento en años impares y caída en los pares.

Después de un 2016 en números rojos, el PIB argentino creció 2,9% en 2017 y empezó 2018 aún mejor: con un avance de 3,9%. Pero la tendencia se invirtió apenas arrancó el segundo trimestre.

Entre abril y junio, el crecimiento de la nación trasandina cayó 4,2% interanual, golpeado por la peor sequía en 50 años y el inicio de la brusca devaluación del peso.

En recesión

Considerando el dato trimestral que se publica mañana -de un retroceso de 0,4% frente a los tres meses previos-, Capital Economics destaca que es mucho menor a la caída registrada en el período anterior, probablemente debido a la recuperación del sector agrícola que había sido golpeado por la sequía.

“Sin embargo, hubo una desaceleración más profunda en otros sectores (…) como las ventas minoristas, la producción industrial y la construcción, que se deterioraron entre el segundo y el tercer trimestre”, apuntó la consultora.

“Probablemente ello sea el resultado de agresivas políticas monetarias y el ajuste fiscal, así como una mayor inflación. Proyectamos que el PIB caerá 4% este año y 2% el próximo”, agregó.

En tanto, el banco central del país prevé un retroceso de 2,4% en 2018.

Tocando piso

Sin embargo, el FMI estima que la contracción de la economía tocará piso entre enero y marzo del próximo año, y que comenzará a recuperarse en el segundo trimestre.

Así lo expuso Roberto Cardarelli, jefe de la misión del organismo en Argentina, durante su visita a Buenos Aires en noviembre para evaluar el acuerdo de financiamiento por US$ 57.100 millones.

Con él coincidió el ministro de Hacienda trasandino, Nicolás Dujovne, quien reconoció que la economía no está en su mejor momento, pero que se contraerá menos de lo esperado tanto este año como el próximo.

La eventual recuperación es vital para Macri, quien deberá hacer frente a una campaña electoral presidencial que, desde ya, se perfila complicada tanto para el oficialismo como para la oposición.

El año pasado, el avance de 2,9% de la economía ayudó a que la coalición de Cambiemos ganara las elecciones legislativas de octubre.

Este año, las medidas fiscales más estrictas acordadas con el FMI han afectado con fuerza la popularidad del jefe de Estado, mientras que los escándalos de corrupción han dejado en vilo el poder de la expresidenta Cristina Fernández y del kirchnerismo duro.

Inflación, pobreza y riesgo

La situación financiera de Argentina, que se suma a la cercanía de las elecciones presidenciales, la han llevado a ubicarse como la nación con mayor riesgo de default, por encima de países africanos como Angola, Nigeria y Senegal.

Por una parte, el aumento de los precios ha seguido al alza, lo que ha llevado a la inflación a acumular un avance de 48,5% en los once meses hasta noviembre, su peor desempeño desde 1998.

Sin embargo, el dato mensual (de 3,25%) muestra una leve desaceleración frente a los meses anteriores, lo que podría dar a los ejecutivos y a las entidades financieras la posibilidad de presionar al banco central a bajar las tasas de interés, que están cerca de un 60%, las más altas de América Latina.

Además, los números apoyarían la tesis del Ejecutivo de que la inflación alcanzó su punto máximo en septiembre y que reanudará su tendencia a la baja.

En tanto, el índice de pobreza también se disparó durante el tercer trimestre, a un 33,6% de la población, aunque el nivel de indigencia se mantuvo estable en 6,1%, debido a los programas sociales.

En general los índices son los más elevados de la última década y no se veían desde el primer gobierno de Fernández.

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