Economía

Ayuda humanitaria eleva la presión global sobre Maduro y tensiona fronteras de Venezuela

Los llamados al diálogo de países afines al régimen no han encontrado apoyo internacional. En tanto, el chavismo amenaza con disolver al Legislativo opositor.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Miércoles 6 de febrero de 2019 a las 04:00 hrs.
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Venezuela vive horas críticas, a la espera de la inminente llegada de cientos de toneladas de alimentos y medicinas como parte de la ayuda humanitaria que gestiona el gobierno interino de Juan Guaidó, con el respaldo de gran parte de la comunidad internacional.

El arribo de insumos se ha convertido en el caballo de batalla del gobierno encargado, pero también es un flanco de disputa con Nicolás Maduro, quien busca demostrar que todavía tiene control sobre los militares y sus fronteras internacionales.

Para ambos, el asunto es una prueba con altos costos políticos.

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Según Eurasia Group, la férrea oposición de Maduro lo coloca en posición perdedora, porque sólo tiene dos opciones: permitir que ingrese la mercancía al país y, con ello, afianzar aún más el gobierno encargado; o forzar al Ejército a bloquear la entrega, lo que podría aumentar la tensión en las calles y generar mayor presión desde los países del mundo que piden la pronta celebración de elecciones libres, limpias y justas.

Para el joven dirigente opositor, la misión es demostrar que su equipo realmente puede atender las necesidades de los ciudadanos, a pesar de no tener el control completo del aparato ejecutivo.

Cúcuta expectante

Ayer, la ciudad colombiana de Cúcuta, en la frontera occidental de Venezuela, empezó a prepararse para convertirse en uno de los tres centros de acopio del material.

El gobierno de Iván Duque comenzó a enviar los insumos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, su sigla en inglés) a la localidad, donde se almacenarán para su entrega a través de la frontera.

“Será el puente binacional Las Tienditas -que conecta el estado venezolano de Táchira con el Norte de Santander- a través del cual se realizará el traspaso de la ayuda”, explicó en entrevista a DF el concejal de la ciudad, Juan Felipe Corzo.

“Es muy alta la expectativa considerando que, por porcentaje, Cúcuta es la ciudad con mayor presencia de venezolanos. Nos preocupa que se puedan generar hechos de desorden público, si quienes ahí residen quieren acceder a la ayuda”, contó.

Y es que, según sus cálculos, entre 180 mil y 200 mil venezolanos están radicados en la ciudad, sin contar los que transitan diariamente en búsqueda de trabajo y sustento. “Hay que entender que esto es, principalmente, para quienes aún se encuentran en Venezuela”, aseguró.

También existe el temor de una escalada del conflicto, en momentos en que el paso fronterizo fue bloqueado desde el lado venezolano por un camión de bencina.

Pugna por el control

Maduro ha asegurado que la ayuda es un pretexto para una intervención militar, por lo que condicionó su ingreso a que EEUU levante las sanciones económicas en su contra.

En tanto, los aliados internacionales de Guaidó siguen respondiendo a sus llamados. EEUU ya había prometido enviar US$ 20 millones, Canadá se sumó con US$ 50 millones más, y ayer la Unión Europea asignó otros 5 millones de euros y anunció que abrirá una oficina en Caracas para atender a los afectados por la crisis.

En tanto, el diputado opositor Miguel Pizarro, envió un mensaje a los militares. “A quienes no son parte del generalato corrupto, que no viven como unos reyes sino que tienen los uniformes gastados y las botas rotas: esta ayuda también es para sus familiares”, dijo al explicar que la primera ayuda proviene de empresas venezolanas en Colombia, del gobierno de Bogotá y de EEUU.

El legislador calcula que los insumos podrían asistir a venezolanos por un mes y faltaría coordinar lo ofrecido por Canadá, Alemania, Puerto Rico, Argentina y Chile.

La estrategia de la oposición ha sido apelar a los funcionarios castrenses que, por años, han sido bastión del oficialismo. Tras ello, el presidente del Legislativo chavista, Diosdado Cabello, amenazó con disolver al Parlamento opositor y convocar nuevas elecciones.

Presión por el diálogo

Mientras, los países ideológicamente afines a Maduro siguen presionando por un diálogo como solución, con Rusia liderando los llamados a sentar “al gobierno y a la oposición en la mesa de negociaciones”; una posición que ha sido apoyada por México y Uruguay.

Mañana, ambos países junto a Bolivia y el Grupo de Contacto Internacional -formado ocho naciones europeas- se reunirán en Montevideo. “Pedimos convocar a ambas partes a un diálogo. Caso contrario, se corren riesgos muy grandes de que haya enfrentamiento o se agrave la situación”, reiteró el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.

Chile, en tanto, descartó participar en la cita y consideró necesario que Maduro se comprometa a celebrar nuevas elecciones presidenciales.

El canciller Roberto Ampuero consideró que el plazo de 90 días para evaluar la situación “es demasiado tiempo para el pueblo de Venezuela”.

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