Economía

Balotaje francés estará marcado por preocupaciones sobre la reactivación de la economía y el alto desempleo

El país elegirá entre mayor gasto público y proteccionismo, y una agenda pro-empresas con recortes del presupuesto.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Martes 25 de abril de 2017 a las 04:00 hrs.
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Mientras los gobiernos y los mercados mundiales están enfocados en las visiones de los candidatos presidenciales franceses sobre Europa, hay algo que importa más a los franceses: sus posturas sobre la economía nacional.

El país sufre niveles de desempleo de casi 10%, mientras que entre los jóvenes la cifra llega a 26,2%. Por eso, no fue sorpresa que en la primera vuelta del domingo la ultranacionalista Marine Le Pen consiguiera el primer lugar en nueve de las diez regiones con mayores niveles de cesantía.

Opción proteccionista

La apuesta del Frente Nacional promete priorizar empleos para los franceses, gravando a las compañías que contratan a extranjeros con un impuesto de 10%. Además, impondrá un impuesto fronterizo de 3% para favorecer a los productos “hechos en Francia”, un bálsamo para el deprimido norte industrial.

Otra propuesta de la candidata de extrema derecha es bajar los impuestos a la renta: ahora, los franceses entregan al gobierno casi la mitad de su sueldo (47,9%), más incluso que los suecos y daneses. Además, promete aumentar los beneficios sociales, los salarios de los empleados públicos, bajar la edad de jubilación y nacionalizar algunos sectores de economía.

“Más gastos y menos cargos” es un eslogan atractivo para más de la quinta parte de los franceses. Sin embargo, junto con sus promesas de salir de la zona euro, sus propuestas horrorizan a los economistas. Tim Worstall, miembro de Adam Smith Institute en Londres, señaló en una columna en Forbes que es “una manera absurdamente eficiente de hacer al pueblo francés más pobre”. A su vez, el grupo de expertos de la Fundación Concordia aseguró que mientras el costo de la reforma será de US$ 213.000 millones, los ingresos solo alcanzarán US$ 54.000 millones.

Agenda centrista

Las intenciones del independiente de centro Emmanuel Macron son tranquilizadoras por su postura pro-europea, pero también parecen más prudentes en términos económicos, combinando iniciativas pro empresas con una fuerte postura social.

Así, Macron promete mantener el creciente déficit presupuestario de Francia en el marco de 3% exigido por la UE, recortando 60.000 millones de euros en gastos y 120.000 empleos públicos (que actualmente ascienden a 5,6 millones), entre ellos senadores y administraciones locales.

Además, promete una rebaja del impuesto corporativo y flexibilizar las leyes laborales. De lograrlo, aumentaría las ganancias netas de las grandes empresas en 4%, según estimaciones de Bank of America. Para las pyme, los beneficios serían todavía mayores.

Sin embargo, en sus políticas sociales Macron sigue el legado socialista de su exjefe François Hollande (por lo cual está bajo constantes ataques de su rival).

Así, asegura que mantendrá el sistema de pensiones, beneficios sociales e incluso ampliará las prestaciones de desempleo para algunas categorías de los franceses. Es más, ofrece un programa de inversiones de 50.000 millones de euros en capacitación profesional, innovación médica y en agricultura, entre otros.

“Es esencial liberar algunos sectores de nuestra economía, pero también garantizar protección para todos”, señaló Macron a principios de marzo, una postura que acomodaría a la mayoría de sus potenciales aliados de partidos tradicionales que tendrá que buscar en caso de llegar a la presidencia.

 

BCE aceleraría el ritmo de la normalización por la reducción de los riesgos políticos

 

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, podría estar dispuesto a adoptar un ritmo más rápido de normalización de la política monetaria, según la mayoría de los economistas encuestados por Bloomberg.

Aunque no se espera ninguna decisión de endurecimiento en la reunión de este jueves, la autoridad está cada vez más dispuesta a normalizar su postura y revisará la orientación a futuro en junio, seis meses antes de lo que proyectaba la encuesta anterior.

A pesar de que Draghi señalaba anteriormente que la economía europea todavía no se ha recuperado completamente, los riesgos políticos van a la baja. Más de 60% de los 47 economistas encuestados aseguran que el BCE anunciará el término de los estímulos cuantitativos en septiembre. La fecha probable de iniciar el proceso sería el primer trimestre de 2018, según 93% de los expertos. A la vez, más de la mitad espera un alza de la tasa de depósitos –actualmente en menos 0,4%– en el tercer trimestre de 2018, comparado con el cuarto trimestre en la encuesta anterior. "Si asume que no hay grandes conmociones (en las elecciones francesas), el BCE querrá empezar a reducir el estímulo monetario", dijo Alan McQuaid, economista de Merrion Capital. "Es probable que comience por cambiar la orientación futura después de la elección francesa, anuncie luego sus intenciones de retirar el estímulo tras las elecciones alemanas de septiembre y que después aplique la reducción de la compra de bonos", agregó.

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