Banco Mundial baja proyección para PIB global ante “panorama sombrío”, pero mantiene la de Chile

El panorama de la economía global se ensombrece, reconoció hoy el Banco Mundial, al publicar sus proyecciones para 2019 en que prevé un debilitamiento del comercio y la inversión.

La entidad rebajó a 2,9% su proyección para el crecimiento del Producto Interno Bruto del planeta este año, una décima menos de lo que preveía en julio. También recortó su estimación de cierre del año 2018, desde 3,1% a 3%. Ello, en atención a las tensiones comerciales y la menor actividad manufacturera, además de las mayores presiones financieras en los mercados emergentes.

"A inicios de 2018, la economía global tenía todos los motores encendidos, pero perdió velocidad a lo largo del año y el viaje podría ser más dificultoso en el que comienza", dijo en un comunicado la CEO del banco, Kristalina Georgieva.

Agregó que "a medida que los obstáculos económicos y financieros se intensifican para los países emergentes y en desarrollo, el progreso del mundo en la reducción de la pobreza extrema podría verse comprometido. Para mantener el impulso, los países necesitan invertir en las personas, impulsar el crecimiento inclusivo y construir sociedades resilientes".

La entidad detectó una serie de tendencias que podrían poner frenos a la actividad del planeta, entre ellos el aumento del costo del crédito -a medida que la política monetaria en el mundo desarrollado se restringe-, así como las mayores vulnerabilidades por la deuda privada y pública incrementada.

El banco mantuvo su proyección de crecimiento para la economía de Estados Unidos en 2,5% para 2019 y rebajó la de 2020 en tres décimas a 1,7%. Para China, recortó la previsión de este año a 6,2% desde 6,3%.

En tanto, en la zona euro, la desaceleración se notará más este año: el grupo pasará de una expansión estimada de 1,9% en 2018 –revisada a la baja desde el 2,1% esperado- a una de 1,6% este año, una décima menos de lo previsto en junio.

América Latina

El debilitamiento del comercio mundial y las condiciones más duras de financiamiento externo pasaron la cuenta a América Latina y el Caribe, advirtió el Banco Mundial. El PIB regional habría crecido apenas 0,6% en 2018, 1,7 punto porcentual menos que lo previsto en octubre, cuando la entidad actualizó sus proyecciones para el continente.

En 2019, el panorama podría mejorar: el banco prevé una expansión de 1,7%, también menor al 2,3% que proyectaba antes. "Se prevé que las inversiones aumentarán, pero la desaceleración del comercio mundial limitará el crecimiento de las exportaciones", señaló el reporte.

Chile mantiene un lugar privilegiado en la región. La entidad recortó de 4% a 3,9% su estimación del crecimiento del PIB en 2018, pero mantuvo la de este año en 3,5%. El país estaría entre las economías de mayor ritmo en 2019, detrás de naciones como Bolivia (que crecería 4,3%), Paraguay (3,9%) o Perú (3,8%).

Otros lo tienen más difícil. El Banco Mundial recortó a la mitad las estimaciones de crecimiento del PIB de Brasil para 2018 a 1,2%, mientras que este año prevé una aceleración a 2,2%. Argentina, por su parte, se mantendría en recesión este año, con una contracción de 1,7%, muy por debajo de la expansión de 1,8% esperada anteriormente.

La entidad alertó que el endurecimiento de las condiciones mundiales de financiamiento podría afectar a países con grandes déficit de cuenta corriente, entre ellos Argentina y Bolivia. Y, en general, las tensiones entre EEUU y China también "podrían retrasar el crecimiento regional a mediano plazo".

Crecen los riesgos

El Banco Mundial ve varios peligros que acechan a la economía del planeta. "Los riesgos a la baja se han vuelto más agudos", señaló el reporte. "Eventos caóticos en los mercados financieros podrían disrumpir la actividad en las economías afectadas y generar contagio. Las disputas comerciales podrían escalar o volverse más amplias, dificultando la actividad en las economías involucradas y generando efectos negativos globales".

Ante ello, la entidad llamó a los países en desarrollo y mercados emergentes a "prepararse para posibles eventos de estrés financiero, reconstruir las herramientas apropiadas de política macroeconómica".