Economía

Canadá busca sumarse al nuevo Nafta y Congreso de EEUU presiona a Trump

El premier Justin Trudeau dijo ayer que buscará “el acuerdo correcto”, pero ya es objeto de críticas. En tanto, republicanos piden mantener pacto tripartito.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Jueves 30 de agosto de 2018 a las 04:00 hrs.
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El gobierno canadiense de Justin Trudeau buscaba ayer la manera de sumarse al acuerdo comercial bilateral entre Estados Unidos y México, países que sellaron el lunes un pacto que podría poner fin a 24 años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, su sigla en inglés).

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La Casa Blanca notificará mañana al Congreso del nuevo acuerdo, con lo cual abriría un trámite legislativo de 90 días para implementarlo. Si Ottawa no se suma esta semana, Trump ha señalado que podría quedar excluida e, incluso, ha amenazado con aplicar aranceles a la importación de automóviles.

En una ronda de reuniones en Washington, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, se manifestó “optimista” sobre las “conversaciones productivas” que sostiene con el principal representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer.

Pero agregó: “Defenderemos los intereses nacionales y los valores canadienses, a medida que buscamos áreas donde podamos encontrar un término medio (...) Esto será un esfuerzo a todo vapor hacia adelante”.

Por su parte, desde Ontario, el primer ministro Justin Trudeau manifestó que “veremos si podemos llegar a algo adecuado antes del viernes, pero he insistido en que tiene que ser el acuerdo correcto para Canadá y en eso no mantendremos firmes”.

Los términos

Lighthizer ha asegurado que Canadá podría sumarse al pacto incluso después del viernes, pero las amenazas arancelarias de Trump siguen poniendo presión a Ottawa.

Las conversaciones de ayer se enfocaban en los productos agrícolas y, particularmente, lácteos. El jefe de la Casa Blanca ha cricticado insistentemente los aranceles de Canadá y exigido que abra su mercado a la competencia, algo políticamente sensible para Trudeau.

En tanto, una de las polémicas ya cerradas gira en torno a la duración del acuerdo, que, según lo pactado entre EEUU y México, será de 16 años, punto que fue aceptado por Ottawa, según fuentes de Bloomberg. No obstante, habrá evaluación después de transcurridos seis años, lo que podría llevar a nuevas negociaciones para modificar el pacto.

No sólo Trudeau está bajo presión. En México, el presidente Enrique Peña Nieto, quien ha defendido la mantención de un pacto tripartito, busca asegurar la aprobación del texto en el Legislativo antes del cambio de mando del 1 de diciembre, cuando será reemplazado por el líder de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien contará con mayoría parlamentaria.

Tensiones políticas

Pero las amenazas de Trump no han caído bien en el Congreso estadounidense, donde algunos republicanos han condicionado su respaldo al acuerdo con México a la participación de Canadá. Ello podría obligar a la Casa Blanca a buscar respaldo opositor.

“Nafta era un acuerdo tripartito”, dijo en un comunicado el senador oficialista Pat Toomey, quien agregó que el Ejecutivo “debe lograr un acuerdo” con su vecino del norte.

Otros han criticado directamente el pacto bilateral. El senador republicano Ben Sasse dijo que había “razones para preocuparse” y defendió que “el comercio crea puestos de trabajo en EEUU, punto”.

En Ottawa, las cosas no van mucho mejor. La oposición conservadora rompió ayer la tradición de unidad en torno al tema y el líder Andrew Scheer acusó al primer ministro de “fallarle a los trabajadores canadienses (...) Canadá ahora está al margen (de la negociación) y hay miles de puestos de trabajo en juego”.

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