Economía

“Chalecos Amarillos” doblegan al gobierno de Macron que da marcha atrás al alza de impuestos

El costo total de la suspensión será cercano a US$ 2.300 millones y el Ejecutivo galo prevé que tendrá que recortar su presupuesto para evitar un aumento de la deuda.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Miércoles 5 de diciembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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Los llamados “Chalecos Amarillos” en Francia lograron doblegar al gobierno de Emmanuel Macron, al menos por seis meses.

El presidente, que aseguraba que iba a mantenerse firme en la ejecución de sus reformas económicas incluso a pesar de su baja popularidad, revirtió el rumbo y suspendió ayer un aumento planificado del impuesto sobre el combustible que había llevado a las calles a más de 300 mil manifestantes durante 16 días, emergiendo como una de las peores crisis del país desde 1968.

El anuncio lo hizo el primer ministro galo, Edouard Phillipe, tras una reunión del gabinete que buscó poner fin a las protestas que cobraron dos vidas, dejaron más de 263 personas heridas y 412 detenidas, y golpearon con fuerza a la economía local.

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“Estas decisiones deben aliviar las tensiones y devolver la serenidad al país”, dijo la autoridad en un discurso televisado. “Ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la nación”, agregó.

Es la primera vez en 18 meses de gestión que Macron da marcha atrás a sus medidas por manifestaciones.

El gobierno tenía previsto elevar los impuestos a la bencina y al diésel a inicios del próximo año, en parte para frenar el aumento de las emisiones de carbono.

Pero la propuesta desencadenó violentas movilizaciones que sacudieron al país durante dos semanas.

Golpe al presupuesto

Para el Ejecutivo, el impacto de la suspensión lo forzará a recortar su presupuesto. “Si los impuestos bajan, el gasto público también tiene que bajar porque no queremos dejar a nuestros hijos endeudados”, dijo el premier. “La deuda actual ya es considerable”, apuntó.

El costo total de la medida será cercano a 2 mil millones de euros (US$ 2.300 millones), según fuentes del Palacio del Elíseo, y economistas sugieren que la cifra subirá por la cantidad de dinero que se deberá destinar a aplacar las manifestaciones.

“El gobierno francés sabe que tendrá que gastar mucho más para salir de la crisis”, dijo Patrick Artus, economista jefe de Natixis.

Cualquier recorte de impuestos y aumento en el gasto para frenar las protestas aumentará la incertidumbre sobre el camino del déficit presupuestario del país, que está cada vez más cerca del límite del 3% de la Unión Europea (UE).

Según el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, aún es demasiado pronto para ver cuál será el impacto en la economía, pero aseguró que sí es posible cumplir con los objetivos.

“El presidente ha establecido un camino: respetar nuestros compromisos europeos, reducir el gasto, reducir la deuda y reducir los impuestos”, dijo. “Este curso se mantendrá”, apuntó.

Macron ha hecho de la disciplina fiscal una de las banderas de su política económica después de que sus antecesores fallaron reiteradamente en alcanzar las metas de déficit de la UE.

¿Será suficiente?

Los “Chalecos Amarillos” no exigían, precisamente, la suspensión del alza de impuestos. Pedían que el Ejecutivo dejara de lado por completo la idea y que incluyera entre sus propuestas el aumento del salario mínimo y la celebración de consultas en todo el territorio sobre las contribuciones.

“No queríamos una suspensión; queremos que el aumento anterior se cancele de inmediato”, dijo Benjamin Cauchy, uno de los primeros organizadores del movimiento. “Suspender el impuesto para restablecerlo en seis meses más, es como llevar a los franceses a dar un paseo. Los franceses no son gorriones que esperan migajas del gobierno”, aseguró.

Y agregó: “Queremos una transformación política total. Un cambio en la forma cómo se han hecho las cosas en los últimos 30 años”.

Aunque Phillippe no hizo referencia a esas exigencias, sí adelantó que durante estos seis meses se discutirán otras medidas que permitan ayudar a los trabajadores más desfavorecidos que dependen del transporte en vehículos.

Se evaluará, por ejemplo, frenar el aumento de las tarifas de gas y electricidad, y eliminar los beneficios tributarios al diésel para tractores. Además, se iniciará -el 15 de diciembre- un debate nacional por tres meses sobre cómo combatir el cambio climático sin impactar el bolsillo de los franceses.

Pero advirtió: “Los ciudadanos no pueden esperar mejores servicios públicos pagando tributos más bajos”, por lo que pidió a todas las partes hacer concesiones.

La duda están en si las nuevas promesas serán suficientes. Para muchos, falta más y por ello podrán aumentar las presiones.

Para este sábado sigue en pie una nueva movilización en la capital y no se descarta que se vuelva a tornar violenta. Tanto es así, que el equipo de fútbol Paris St Germain pospuso su partido de la Liga 1.

Sin embargo, el gobierno de Macron apunta a que, con las concesiones, se logre satisfacer a un grupo grande de “moderados” entre los manifestantes y que ello los lleve a alejarse de las barricadas.

Si lo logra, los “Chalecos Amarillos” perderán fuerza y, aunque puede que no desaparezcan, su debilidad favorecerá al Ejecutivo.

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