Economía

China prepara más estímulo y desregulación para asegurar el crecimiento, ante un incierto 2019

Recortes tributarios, impulso a industrias extractivas y retiro de controles al sector inmobiliario están en la agenda del gobierno. También podría emitir bonos perpetuos.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Jueves 27 de diciembre de 2018 a las 13:13 hrs.
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Tras un 2018 marcado por la guerra comercial con Estados Unidos y la consolidación del poder de Xi Jinping, China se alista para un 2019 en que tendrá que equilibrar una economía en desaceleración, los riesgos persistentes de la deuda corporativa y la continuación del conflicto arancelario.

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El gobierno prometió este mes un recorte "significativo" en los impuestos corporativos para el próximo año, que vendría de la mano de una política monetaria "prudente", según un comunicado publicado al final de la Conferencia de Trabajo Económico. Con ello, el gigante asiático busca dar impulso al sector privado, que ha enfrentado mayor control de acceso al crédito a lo largo de 2018.

Economistas interpretaron el informe como el inicio de un giro hacia una política más favorable al crecimiento de lo que la segunda mayor economía mundial ha desarrollado hasta ahora.

Analistas de Goldman Sachs reportaron que los anuncios indican que el país "no tolerará una desaceleración aguda", mientras que Citigroup prevé un aumento de la meta de déficit fiscal del 2,6% de este año a 3%.

"La política macroeconómica pasó de enfocarse en reducir los riesgos de corto plazo a impulsar la demanda de corto plazo", dijo a Bloomberg el analista Larry Hu, de Macquarie.

El consenso de economistas apunta a que China confirmará en marzo una meta de expansión del Producto Interno Bruto de entre 6% y 6,5% para 2019, menor al 6,6% estimado para este año. Analistas de Morgan Stanley prevén que el próximo año cerrará con una expansión de 6,3%, que, aunque alto, sería el menor desde 1990.

Estímulo con prudencia

El Libro Beige de China (CBB, su sigla en inglés), que recopila información anecdótica del sector empresarial local, informó ayer que prevé un deterioro en la economía del país en 2019.

"El problema no es la falta de crédito, sino que el crédito abundante no está impulsando el crecimiento", manifestó el reporte. Agregó que "las cifras muestran que hay firmas que acceden a préstamos, pero no invierten. Pagan sus cuentas o reducen sus problemas de flujo de caja, mientras el crecimiento sigue desacelerándose".

El pesimismo también se traspasó a los indicadores: las ganancias del sector industrial se redujeron 1,8% en noviembre en comparación con el mismo período del año anterior, reportó ayer la Oficina Nacional de Estadísticas.

Ante ello, el gobierno buscará impulsar el desarrollo de industrias como el petrólo y gas, al tiempo que diversifica sus exportaciones. También relajará las restricciones del sector inmobiliario, un plan que ya partió este mes en las ciudades de Hengyang, Guangzhou y Heze, y que, según la firma investigativa Centaline Group, podría alcanzar a 30 localidades.

En tanto, el Banco Popular de China (PBOC, su sigla en inglés) buscará mantener una liquidez razonable en el sistema, a fin de fortalecer a un sector privado que, según cifras oficiales, explica el 60% del PIB y 90% de la creación de empleo. Entre las medidas, según el diario local China Securities Journal, estarían tres recortes al ratio de reserva de los bancos, además de bajas a las tasas de interés.

A ello se sumaría, por primera vez, la emisión de bonos perpetuos que totalizarían 40 mil millones de yuanes (US$ 5.800 millones), según fuentes anónimas consultadas por Bloomberg. Hasta ahora, no hay fecha para la subasta.

Guerra comercial

Desde que Trump y Xi negociaron una tregua a inicios de diciembre, Beijing ha eliminado aranceles punitivos a los automóviles de EEUU, rebajó los cobros de importación a más de 700 productos y reanudó las compras de petróleo, gas natural y soya desde la primera economía mundial. Ahora, mientras evalúa impedir la transferencia forzosa de tecnología -uno de los temas clave para Washington-, se pregunta cuántas reformas serán suficientes para poner fin a la guerra comercial.

Las delegaciones de ambos países se reunirán en Beijing la semana del 7 de enero, pero fuentes gubernamentales consultadas por Bloomberg aseguran que persiste la frustración por lo que consideran falta de claridad sobre las aspiraciones del gobierno estadounidense.

"El incentivo para que China acelere la apertura y las reformas ha aumentado", dijo a la agencia el experto en relaciones bilaterales de la Academia China de Ciencias Sociales (un think tank estatal), Lu Xiang. "El obstáculo clave para un acuerdo es la posibilidad de que las demandas estadounidenses sean un pozo sin fondo", sentenció.

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