Economía

De agencia de turismo a cotizar en Wall Street ¿Cuál es el secreto de Despegar.com?

El emprendimiento argentino que partió de la mano de cinco sub 30 ingresó esta semana la documentación para abrir su propiedad en el índice tecnológico de Wall Street.

Por: Diario Financiero Online/El Cronista | Publicado: Jueves 17 de agosto de 2017 a las 10:12 hrs.
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Será la tercera firma argentina en debutar en el mercado bursátil de Nueva York, tras Mercado Libre y Globant. Así es como Despegar.com presentó esta semana la documentación para registrarse ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (Securities and Exchange Commission) y concretar la oferta pública de sus acciones.

Prevé cotizar en el mercado tecnológico Nasdaq de Wall Street, donde solicitó ser listada bajo el símbolo "DESP". En el mercado anticipan que la oferta permitiría recaudar unos US$ 100 millones, lo que posicionaría el valor de la compañía en unos US$ 1.000 millones.

La oferta se realizará únicamente mediante un prospecto de emisión a través de los bancos Morgan Stanley, Citigroup, Itaú, UBS, Cowen y Keybanc Capital.

Un poco de historia

Despegar.com, una firma que hoy se autodefine como "una empresa de tecnología que opera en el sector turístico", comenzó su historia en 1999, cuando el argentino Roberto Souviron cursaba el segundo año de su MBA en la Universidad de Duke, poco tiempo antes de que estallara la burbuja puntocom. 

Cuando volvió a su país, se juntó con otros cuatro sub 30:, Martín Rastellino, Christian Vilate, Alejandro Tamer y Mariano Fiori, quienes se tiraron de cabeza. Consiguieron un millón de dólares de inversión y comenzaron a operar. Ocho meses después tenían oficinas en nueve países de América latina.

Hoy, la empresa es uno de los siete "unicornios" de la región (aquellas compañías avaluadas en más de US$ 1.000 millones), con oficinas en 21 países y es, con sus casi 3.000 empleados, una de las cinco agencias de turismo más grandes del mundo, ya que factura US$ 4.000 millones.

Camino al IPO, Souviron dejó su cargo de CEO, siendo reemplazado por Damián Scokin. Fue el último del quinteto fundador en dar el paso al costado.

"Me dedicaré al control de gestión", dijo Souvirón, en declaraciones públicas. "A los inversores les gusta saber que el dinero no se va en cosas superfluas, sino que se invierte para hacer crecer el negocio".

El paquete accionario de Despegar hoy es controlado por sus cinco fundadores y cuatros fondos de inversión de Estados Unidos: Tiger Global Management, Atlantic, Sequoia Capital y Expedia.

Golpe de timón: confiar en la tecnología

El gran salto del negocio se dio cuando los fundadores decidieron dejar de comprar soluciones tecnológicas en el exterior, como India, y comenzaron a realizar sus propios desarrollos.

En aquel entonces, con solo seis desarrolladores in house, deciden instalar su primer Centro de Desarrollo de Software. Hoy ya tienen tres centros y 1.000 personas dedicadas a la IT.

Así, logaron mejorar el funcionamiento del sitio y ampliar la base de datos de proveedores para convertirse en una de las principales opciones para los clientes a la hora de planear un viaje, desde los vuelos y los hoteles hasta el alquiler de autos y la compra de tours en el destino.

En la actualidad, su App móvil, con cinco años de existencia, ha tenido millones de descargas y fue la primera del mercado regional en ofrecer una solución que supera en opciones a la página web. Por supuesto, fue desarrollada completamente in house, y el 50% del tráfico de la empresa proviene de este canal, lo que la convierte en una referente del comercio electrónico móvil.

Los números que brinda la empresa son indicativos de su tamaño: dan acceso a 200.000 hoteles, 500 líneas aéreas internacionales, 150 rutas de cruceros y más de 400 empresas de alquiler de autos.

Las crisis superadas

Pero este camino no fue fácil. Tuvieron que sortear dos crisis en este trayecto: la merma del turismo pos atentados del 11-9, en 2001; y  meses después, la complicada salida de la convertibilidad de Argentina.

Tras rechazar ofertas de compras, se reestructuraron internamente para capear el temporal, incluso los fundadores suspendieron sus sueldos. De hecho, algunos de ellos emigraron a otros países para reforzar la estrategia regional.

Dos años después, la empresa empezó a ganar dinero y a recuperar una inversión que se había esfumado a poco de empezar por los altos costos operativos del comienzo.

 

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