Economía

De banco modelo a colapso histórico en pocos años: la historia tras la crisis de Popular

Antes de la debacle financiera, banco Popular era el más rentable de España. Pocos años después tuvo que ser intervenido por falta de liquidez y vendido por apenas 1 euro.

Por: Renato García | Publicado: Jueves 8 de junio de 2017 a las 11:13 hrs.
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"Nuestras señas de identidad, que se han forjado en los últimos cincuenta años, pueden resumirse en pocas palabras: independencia para no ser engullidos por otros, defensa de la solvencia patrimonial, de la rentabilidad y de la eficiencia".

Así se expresaba Ángel Ron el 31 de mayo de 2006 en la primera junta de accionistas de Popular sin la presidencia de los hermanos Luis y Javier Valls Taberner, que habían gestionado la entidad desde 1957.

El alumno favorito

Ron, entonces presidente de la entidad, se vanagloriaba de haberse mantenido al margen de un proceso de concentración que afectó a la industria en España. "Sólo Popular mantiene su independencia".

El balance del banco crecía 22%, el beneficio atribuido mejoraba 34,8% y la rentabilidad sobre fondos propios estaba en 21,02%, por encima de la media del sector, que rondaba el 19%. La mora estaba situada en 0,78%, con una cobertura de 249%.

La burbuja del sector inmobiliario aún no había estallado, pero Popular tenía ya una fuerte dependencia del crédito para viviendas, que suponía 55,2% de la inversión crediticia.

Las palabras de Ron reflejaban una percepción histórica, el más pequeño de los grandes bancos de España, pero el más rentable.

Estalla la burbuja

Ahora es un modelo de fracaso. El banco, históricamente centrado en el negocio de Pymes, no quiso quedarse al margen de la borrachera de crédito. Y lo pagó cuando en 2007 se produjo el estallido de la burbuja inmobiliaria, un segmento al que había llegado tarde.

Tampoco supo prevenir la posterior crisis económica y financiera, que le golpeó de lleno y sin pulmón suficiente para resistir. En este contexto se negó a participar en operaciones de fusión compró Banco Pastor. En 2011 pagó unos 1.300 millones de euros, sin ayudas. También compraría Citibank.

Ron sacaba pecho y pedía que las entidades con beneficios débiles salieran a la venta de forma inmediata. Sus palabras, sin embargo, no ocultaban la situación de la entidad, que sufría por la persistencia de la crisis, el deterioro de sus activos inmobiliarios, el alza de la mora y el crecimiento de las provisiones. El negocio sano era incapaz de compensar los deterioros del inmobiliario, ni tampoco lo conseguía la venta de activos.

Pozo sin fondo

Con la solvencia erosionada, se vio forzado a recurrir a los accionistas, con sucesivas ampliaciones de capital desde 2012. Las apelaciones al mercado fueron insuficientes para sanear el banco, que el año pasado declaró pérdidas por 3.500 millones de euros.

Ron empezó a ser cuestionado por los consejeros por los malos resultados y el desplome de la cotización. Renunció y cedió el puesto a Emilio Saracho en febrero.

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