Economía

Débil balanza comercial de China alienta preocupación y pone presión a negociación con EEUU

El impacto de la desaceleración en el gigante asiático empieza a alcanzar a otros sectores. Las ventas de autos en el país también retrocedieron por primera vez en 30 años.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Martes 15 de enero de 2019 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Siguen llegando preocupantes noticias desde China. Ayer, el país reportó una caída en las importaciones y exportaciones en diciembre, arrastrando consigo a los mercados bursátiles de Asia y Europa por el temor de una desaceleración global y de una intensificación de la guerra comercial con Estados Unidos.

La Administración General de Aduanas informó de una baja de 4,4% anual en los envíos de bienes al exterior, su mayor descenso en dos años. En tanto, el número de productos que ingresaron al país también se redujo en 7,6%, la mayor caída desde julio de 2016, ante un debilitamiento de la inversión y del consumo como parte de la campaña del Ejecutivo para reducir la deuda.
A ello se sumaron las ventas de autos, cuyos datos reforzaron el temor de que los consumidores estén reduciendo sus gastos.

Mayor presión
En detalle, las cifras mostraron un crecimiento del superávit comercial con EEUU: la brecha se amplió a US$ 323 mil millones -su mayor nivel desde 2006-, ante una serie de órdenes registradas en el último mes del año, que buscaban hacer frente a un aumento planificado de los aranceles, que finalmente no se concretó debido a la tregua bilateral de 90 días alcanzada durante la cumbre del G20 en Argentina.

Estos datos ponen aún más presión sobre Beijing para cerrar el conflicto con la primera economía global, ya que Washington podría exhortar al Ejecutivo asiático a comprometerse con grandes compras de productos agrícolas y energéticos locales para reducir la brecha.
La administración del presidente Xi Jinping ha manifestado que está dispuesta a hacerlo antes de marzo y, según el presidente Donald Trump, las conversaciones "van bien".

Sin embargo, un acuerdo no está del todo asegurado porque ameritaría cambios estructurales de gran alcance en la economía de China.

De hecho, Trump dijo ayer que si Beijing no aborda el robo de propiedad intelectual, las transferencias forzadas de tecnología y otras barreras no arancelarias, el 2 de marzo su gobierno subirá los aranceles sobre las importaciones desde ese país, por un valor de US$ 200 mil millones, desde 10% a 25%.

Representantes de ambas economías se reunieron la semana pasada para destrabar el conflicto y se espera que a fines de este mes el viceprimer ministro, Liu He, visite Washington.

Desaceleración general
"Los aranceles (de EEUU) no son los únicos responsables", dijo Julian Evans-Pritchard, economista para China de Capital Economics. "Las exportaciones al resto del mundo también se desaceleraron, con algunas encuestas apuntando a una demanda global más débil a fines de 2018", agregó.

Por ejemplo, los desembarcos a otros mercados, como Japón y la Unión Europea, se contrajeron y los envíos a Hong Kong -centro para la reexportación de productos chinos- también cayeron 26%.

Dentro del viejo continente, Alemania -que junto a la nación nipona es uno de los mercados de exportación más grandes de China-, reportó una contracción económica entre octubre y diciembre.

Y las noticias pesimistas no quedaron sólo en la balanza comercial. Las ventas de autos en el gigante asiático cayeron por primera vez en tres décadas: el país entregó 23,8 millones de autos de pasajeros en 2018, un 4,1% menos que en 2017.

Las ventas totales de la nación, que incluyen camiones y autobuses, también bajaron un 2,8% a 28,1 millones de autos el año pasado, su primera caída desde 1990.

Los datos muestran que el crecimiento chino, crucial para las ganancias de los fabricantes mundiales, podría estar llegando a su fin.

Golpe al mercado
La reacción de los mercados no se hizo esperar. El índice Hang Seng de Hong Kong cerró con un retroceso de 1,38%, mientras que las acciones que cotizan en Shangái y Shenzen cayeron 0,87%.

En tanto, en Europa los títulos bajaron por efecto de los productos de lujo y tecnología. El índice Stoxx 600 cerró en -0,48%, revirtiendo parte del avance de la semana pasada que lo llevó a máximos en un mes.

El pesimismo mundial tampoco dejó inmune al mercado de metales. Según datos de Cochilco, el cobre –del que China es el mayor consumidor global- cerró la jornada en la Bolsa de Metales de Londres en US$ 2,66 por libra, lo que representa una caída de 1,11% con respecto al cierre anterior.

Imagen foto_00000002

Lo más leído