Economía

Desorden en el gobierno británico dificulta camino hacia el Brexit

Negociadores de la Unión Europea insisten en que el Reino Unido no ha tenido una posición clara sobre su salida del bloque y está intentando evadir compromisos ya adquiridos.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Lunes 11 de septiembre de 2017 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Tres meses después de que los conservadores británicos sufrieran una derrota en las elecciones parlamentarias convocadas por la primera ministra Theresa May, la falta de liderazgo político de la premier se siente tanto en Londres como en Bruselas.

Han pasado casi quince meses desde que 52% de los británicos votaron a favor de sacar al Reino Unido de la Unión Europea, pero el gobierno no ha alcanzado una posición definida en torno al Brexit. May no logra equilibrar a su gabinete, que aboga por una salida gradual, y los parlamentarios conservadores pro-Brexit que piden una partida limpia y definitiva.

En las vacaciones de verano (boreal), mientras May disfrutaba de las vistas en Alpes suizas, el ministro de Hacienda Philip Hammond –quien interpretó las elecciones de junio como un rechazo a un Brexit duro- y el principal negociador británico, David Davis, buscaban apoyo político para establecer un período de transición, que dejará al país dentro de la Unión de Aduanas y el mercado único por los tres años posteriores a la salida formal en 2019.

Un frágil consenso sobre ese elemento parecía haberse alcanzado… hasta la semana pasada, cuando un documento filtrado sobre la postura migratoria mostró que el gobierno pretendía apoderarse de las fronteras inmediatamente en 2019.

También salió a la luz una rebelión interna de conservadores pro-Brexit. “Cuando abandonemos la UE en 2019, tenemos que asegurarnos que estamos verdaderamente fuera”, señalaron en una carta 35 miembros de la bancada oficialista.

Falta de claridad

Con presiones internas y externas, la primera ministra no se arriesga con definir su posición, quedándose con la ambigüedad de una “fase de implementación” como el chaleco salvavidas para mantenerse a flote.

“El peligro para Theresa May es parecer espectador en su propio gobierno. Ella tiene que imponer su autoridad sobre el Brexit rápidamente o arriesga ser tratada como irrelevante”, afirmó a Financial Times Craig Oliver, jefe de comunicaciones del exprimer ministro David Cameron.

Sin embargo, la primera ministra pretende seguir buscando el equilibrio. Durante los próximos 30 días, entrega dos grandes discursos: en uno, a finales de septiembre, intentará asegurar su compromiso con un Brexit suave para complacer a Bruselas y al sector empresarial. Con otro, en la conferencia de su partido el 4 de octubre, pretende mostrarse como partidaria de un Brexit “limpio”, según altas fuentes del partido.

“El peligro de hacer dos discursos está en que el sector empresarial y el City preguntarán: ¿cuál de estos tomarlo en cuenta?”, señaló Iain Anderson, co-fundador de consultora financiera Cicero.

Ironías europeas

La falta de una posición clara molesta a Bruselas. “Para ser flexible, uno necesita dos puntos de vista, el de nosotros y el de ellos. Necesitamos primero conocer su posición, y de allí podré ser flexible”, ironizó a principios de mes el jefe negociador europeo, Michel Barnier.

La semana pasada, las minutas de una reunión europea de julio demostraron descontento con los británicos. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dudó de la “estabilidad y responsabilidad” de Davis mientras que Barnier subrayó la falta de su participación directa en negociaciones.

Aunque Barnier trató de suavizar el impacto, señalando que tiene “buenas relaciones” con Davis, calificó la filtrada posición migratoria del gobierno británico como un “retroceso en sus compromisos anteriores”.

Con eso, el inicio de la segunda fase de las negociaciones, enfocadas en el futuro acuerdo comercial con la UE, está en duda. Los líderes europeos se reúnen en octubre para determinar si hay suficientes acuerdos para continuar avanzando.

Lo más leído