Economía

Doble desafío para Macri: sacar a Argentina de la recesión y liderar un Mercosur casi paralizado

El mandatario trasandino inicia la recta final de su gobierno con la economía en rojo y con la presión de lograr hechos concretos que aseguren la continuidad de su administración.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Miércoles 19 de diciembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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La crisis económica en Argentina no deja de arrojar cifras negativas: el país cayó oficialmente en recesión en el tercer trimestre de 2018, cuando su Producto Interno Bruto (PIB) registró un retroceso de 3,5% interanual y de 0,7% trimestral, en línea con las estimaciones.

El dato fue publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y, aunque mostró una leve mejoría respecto del trimestre anterior -cuando cayó 4,2% producto de la sequía-, expuso una desaceleración más profunda en otros sectores como el consumo privado y público, y las exportaciones de bienes y servicios.

A ello se suma la cifra de desempleo que se ubicó en 9% y la tasa de empleo que fue de 42,5% entre julio y septiembre de este año.

“Estos resultados (del mercado laboral) no representan diferencias estadísticamente significativas con respecto al trimestre anterior”, aunque si se considera el dato interanual, se destaca un alza importante en la tasa de desocupación frente al mismo período de 2017, dijo el Indec en su informe.

Más cifras rojas

Hace una semana, se publicaron estadísticas que hacen ver al país sumido en un espiral de contratiempos: inflación disparada a niveles no vistos desde 1998, un aumento de la pobreza que recuerda los inicios del gobierno de Cristina Fernández, y un riesgo de default mayor al de varios países africanos.

Además, el riesgo país trepó a su punto más alto desde que fue electo Mauricio Macri, ante la expectativa de una nueva alza de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos hoy y en medio de las tensiones de una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo.

Todo ello refuerza el mal desempeño que ha tenido el país este año y que apenas empezaría a quedar atrás después del primer trimestre de 2019, según las propias estimaciones oficiales y del Fondo Monetario Internacional.

Oportunidad de oro

Ese es el contexto que acompañará a Macri en los próximos meses, cuando además estará al frente del Mercado Común del Sur (Mercosur).

Ayer recibió de manos de su par uruguayo, Tabaré Vásquez, la presidencia pro témpore con la mirada puesta en relanzar el bloque, en medio de importantes desafíos.

“Los argentinos estamos convencidos de que la integración de nuestra región en el mundo es fundamental”, dijo Macri en un discurso en el que además recordó la cumbre del G20 y los compromisos asumidos.

Según analistas, el presidente buscará que el Mercosur logre hechos concretos en los meses de su mandato y deje al menos un legado visible. “Esta es una oportunidad para reposicionarnos como bloque de cara al mundo, sin temor de reconocer que hay cosas en las que tenemos que avanzar”, dijo Macri.

El jefe de Estado tiene en sus manos la oportunidad de oro para catapultarse en la esfera internacional, si es que logra los objetivos que se ha trazado y le devuelve al bloque la relevancia de otrora, en momentos en que está casi paralizado por diferencias entre los países miembros.

Desafíos en Mercosur

Pero no la tiene fácil. El titular de la Casa Rosada enfrentará varios desafíos, cuyo devenir marcará el tramo final de su mandato en materia de política exterior.

Por los próximos seis meses, deberá intentar sellar el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), que se negocia desde hace décadas y que está en vilo, sobre todo ahora, con la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil, luego de que éste prometiera la flexibilización de las reglas del grupo y considerara que el bloque no será tema prioritario en la agenda del nuevo gobierno.

“Estamos más cerca de lo que estuvimos nunca”, aclamó Macri. Sin embargo, la semana pasada la canciller alemana, Angela Merkel, se mostró preocupada por la postura de Bolsonaro frente a un eventual pacto comercial y consideró que el ultraderechista será un obstáculo para la firma.

Sus palabras coincidieron con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien condicionó el acuerdo a que los países del Mercosur se mantengan dentro del pacto de París sobre el cambio climático, que Bolsonaro dijo que abandonará.

Macri deberá interceder, entonces, por su par brasileño y por el bloque. Pero además deberá hacerlo mientras aborda la crisis en Venezuela y el éxodo migratorio que ésta ha generado, y tendrá que elegir si mantendrá la presión diplomática como hasta ahora o si va a endurecer su discurso.

Ayer reconoció que “la región enfrenta una crisis humanitaria que requiere esfuerzos para continuar trabajando incansablemente y de manera coordinada para la liberación de los presos políticos, el respeto a los derechos humanos y la restitución de la democracia en Venezuela”.

También están de por medio los acuerdos comerciales que están en su etapa final con Canadá y Singapur.

Si lo logra todo, podría recuperar la confianza en su gestión y con ello la tan anhelada recuperación del país; así se aseguraría la reelección en el cargo o al menos la continuidad de Cambiemos en 2019.

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