Economía

EEUU, el mundo y sobre todo los cubanos miran con más expectación que nunca el futuro del embargo

Tras partida de Fidel Castro, cubanos y élites por ambas partes del Estrecho de Florida están en espera de cambios políticos y económicos en la isla.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Lunes 28 de noviembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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La muerte del líder de la revolución cubana, Fidel Castro, ha desatado un sinfín de especulaciones y pronósticos sobre que va a pasar con la isla. "A todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos", dijo Castro en su último acto público, cerrando el séptimo congreso del Partido Comunista, en abril. Sin embargo, la pregunta es: ¿qué tan fuerte es el legado del "Comandante" para hacer los cambios económicos y políticos que tanto se necesitan?

Medio siglo de guerra fría

Fidel Castro, que llegó al poder en 1959 tras encabezar la revolución contra el gobierno pro-estadounidense de Fulgencio Batista, se alió con la Unión Soviética para crear un gobierno comunista a 150 kilómetros de las costas americanas, impulsando nacionalizaciones de empresas y expropiaciones de terrenos agrícolas.

Como respuesta, en 1960 EEUU impuso un embargo económico a la isla, que entonces dependía de su vecino del norte para 67% de sus exportaciones y 70% de sus importaciones, incluyendo posteriormente la restricción a los viajes y el congelamiento de los activos cubanos en ese país, además de la prohibición para los ciudadanos estadounidenses de hacer negocios con Cuba y la ampliación de la restricción a los filiales extranjeras de las empresas estadounidenses.

Sin embargo, ninguna de las medidas logró derrotar al gobierno comunista. En 2006, tras una enfermedad intestinal, Fidel dejó el poder en manos de su hermano Raúl, que, conocido como un hombre más práctico, anunció reformas económicas –sin alterar la ideología comunista- para abrir el país y protagonizó el acercamiento con EEUU en 2014. Aunque el presidente Barack Obama no pudo lograr que el Congreso eliminara el embargo, ayudó con sus decretos a aumentar el comercio, el turismo y a flexibilizar las restricciones financieras a la isla, las medidas que culminarán hoy con el primer vuelo comercial de American Airlines que aterrizará en La Habana.

¿Reformas o mantener el curso?

Tras la muerte de Fidel, que siguió siendo una figura clave en la vida política del país, viene el período de incertidumbre. Mientras que algunos aseguran que Raúl Castro no va a acelerar los cambios, quedando fiel a la herencia ideológica de su hermano mayor, otros creen que ahora -cuando la sombra del líder de la revolución ya no está encima- las manos del líder cubano están desatadas. "Sabemos que Fidel estaba en contra de normalización con EEUU y ha puesto freno en muchas reformas económicas que quería implementar su hermano menor. (La partida de Fidel) abre espacio a Raúl", dijo Ric Herrero, director ejecutivo de Cuba Now, durante las celebraciones de los cubanos en Miami.

Mientras tanto, los analistas están de acuerdo que mucho va a depender del nuevo presidente electo de EEUU. Mientras que Obama entregó sus condolencias a la familia de Castro y dijo que era una "persona única", Donald Trump fue mucho más crítico, caracterizándolo como "un dictador brutal", diciendo que su gobierno hará todo lo que pueda para asegurar que el pueblo cubano pueda al fin iniciar su viaje hacia la prosperidad y la libertad".

Durante su campaña presidencial, el futuro mandatario prometió mantener la línea dura contra el gobierno de los Castro y cerrar la recién inaugurada embajada de EEUU en La Habana. Además, uno de los pocos miembros del equipo de Trump que ya se conocen, Mauricio Claver-Carone, a quién eligió para el Departamento del Tesoro, responsable de que se cumplan las restricciones comerciales y de viajes a Cuba, fue fuerte crítico de los esfuerzos de Obama de normalizar la relación bilateral.

Sin embargo, Trump, tanto como Raúl Castro, son conocidos como hombres prácticos, lo que les podría obligar a suavizar y hasta retroceder en su posición. "Este podría ser un lugar donde sus intereses de negocios lo inclinen a adoptar un curso más pragmático", dijo a Reuters un funcionario de inteligencia de EEUU.

"Es un interés nacional para el país competir con China y Rusia por la influencia en la isla", señaló, a su vez, Richard Feinberg, un ex consejero de seguridad nacional del ex presidente estadounidense Bill Clinton, agregando que la partida de Fidel elimina una fuente de odio, temor y venganza para muchos cubanos americanos, que influyen a las políticas tanto regionales como nacionales estadounidenses.

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