Economía

EEUU y G7 presionan a Rusia para que deje de apoyar al régimen de Bashar al-Asad en Siria

Tras la movida militar estadounidense, China y Corea del Sur acordaron endurecer las sanciones en contra de Corea del Norte si realiza nuevas pruebas de misiles.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Martes 11 de abril de 2017 a las 04:00 hrs.
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El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, visitará hoy Moscú para reunirse con su par ruso, Sergey Lavrov. El encuentro -que no prometía ser nada fácil desde el principio- se complicó todavía más luego de que EEUU lanzara una ofensiva militar contra el régimen sirio -aliado del Kremlin- en represalia por un presunto ataque con armas químicas contra una región rebelde, lo que llevó a cancelar la reunión del alto funcionario estadounidense con el presidente ruso, Vladimir Putin.

“Nos comprometemos a hacer responsable a cualquiera que cometa crímenes contra los inocentes en cualquier parte del mundo”, dijo ayer Tillerson durante su visita a un sitio de crímenes nazi en Italia, en una clara referencia al reciente bombardeo de la base militar del presidente sirio, Bashar al-Asad.

El endurecimiento de la posición de Trump puso en alerta al régimen sirio y a sus aliados, Rusia e Irán, que el fin de semana señalaron que cualquier futura acción estadounidense tendrá una respuesta militar. Sin embargo, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró ayer que “en caso de otros ataques por el estilo, estamos abiertos a la posibilidad de futuras acciones“.

Las tensiones políticas entre ambas partes ya llevaron a cancelar la reunión -nunca oficialmente anunciada pero confirmada por varias fuentes- entre Tillerson y el mandatario ruso, Vladimir Putin. “Actualmente, en la agenda del presidente no hay una reunión con Tillerson”, dijo ayer el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

Presión de G7

Mientras tanto, el secretario estadounidense está presionado también por sus socios. Tras una reunión entre los ministros de Relaciones Exteriores del G7, el canciller británico, Boris Johnson, llamó ayer a endurecer las sanciones en contra de Rusia en caso de que ésta no deje de apoyar a al Asad.

“Lo que estamos tratando de hacer es entregar a Tillerson nuestro mandato más claro posible, de Occidente, del Reino Unido, de todos nuestros aliados, para decir a Rusia: estas son sus opciones: siguen con ese tirano o trabajan con nosotros para encontrar una solución mejor”, dijo el ministro.

Las declaraciones de Johnson –que canceló su visita a Moscú agendada para ayer tras la conversación telefónica con Tillerson- causaron fuertes críticas de las autoridades rusas. La embajada del país en Londres advirtió que cualquier ultimátum sobre Siria “llevará a una guerra real”. Además, señaló que la cancelación de la reunión “confirma otra vez las dudas sobre el valor agregado” del Reino Unido, “que no tiene opinión propia en la mayoría de los temas de hoy ni influencia real”. A su vez, Peskov aseguró que “volver a los seudo-intentos de resolver la crisis repitiendo mantras que al- Asad tiene que renuncia no arreglarán las cosas”.

Buscando señales

Mientras tanto, los expertos políticos están averiguando qué posiciones adoptarán hoy ambas partes. “La demostración de que la administración está dispuesta a usar la fuerza potencialmente puede agregar apalancamiento a la diplomacia”, dijo a Reuters Antony Blinken, ex vicesecretario de Estado de John Kerry. “Si no lo frenan, emprenderemos más acciones”, sería el mensaje de Tillerson, según Blinken.

Otros ven como una señal de disposición del Kremlin a negociar el hecho de que no rompió –sino que solo suspendió- la cooperación con EEUU por los canales diplomáticos, ni canceló la visita de Tillerson a Moscú.

Sin embargo, las acciones militares apuntan a lo contrario. Así, los activistas sirios informaron ayer que las fuerzas aliadas al régimen bombardearon durante el fin de semana Hama e Idlib, la región que sufrió el presunto ataque químico, usando esta vez bombas incendiarias.

Tras el ataque, ayer un funcionario militar de EEUU señaló a Reuters que las fuerzas armadas reajustaron sus operaciones en Siria para fortalecer la seguridad de los militares. EEUU tiene alrededor de 1.000 funcionarios en el país entrenando a los milicianos sirios que combaten en contra de ISIS.

Amenaza norcoreana

Mientras tanto, el endurecimiento de la posición estadounidense llevó a cambios en otra región problemática. Las autoridades de China y Corea del Sur acordaron ayer endurecer las sanciones contra de Corea del Norte. “Ambas partes acordaron que... si Corea del Norte realiza provocaciones estratégicas, como un ensayo nuclear o el lanzamiento de un misil balístico intercontinental, debería haber fuertes medidas adicionales”, dijo el enviado nuclear jefe de Corea del Sur, Kim Hong-kyun, que se reunió con el representante especial chino para asuntos de la península de Corea, Wu Dawei.

Sin embargo, el funcionario rechazó que la medida tuviera algo que ver con la decisión de EEUU que el fin de semana envió un portaviones a la península coreana “como una medida de precaución “.

 

Egipto en estado de emergencia

 

La policía de Egipto mató ayer a siete militantes del Estado Islámico que planificaban ataques a los cristianos, un día después de los atentados a las iglesias que fueron reclamados por ISIS y que dejaron 44 muertos. Tras los ataques, el gobierno aprobó ayer un estado de emergencia por tres meses, que todavía tiene que ser validado por el parlamento. En respuesta, Israel cerró la frontera con Egipto para la salida de sus ciudadanos.

El Papa no cancelará una visita a El Cairo programada para finales de abril, según aseguró el Vaticano. Egipto estuvo bajo estado de emergencia -con poderes casi ilimitados de los militares- desde 1981 hasta 2012.

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