Economía

El dólar en Argentina sube a niveles récord y amenaza lucha contra la inflación de Macri

Las estancadas negociaciones salariales y las señales de mayor flexibilización desde el banco central decepcionan a los mercados.

Por: | Publicado: Lunes 12 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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El dólar está recién recuperando las pérdidas de su dramática caída mundial de fines de enero, y en Chile la semana pasada se hundió por debajo de los $ 595 por primera vez desde mediados de 2015. Pero en la vecina Argentina, en el último mes, el peso perdió más de 7% frente a la divisa estadounidense, convirtiéndose en un nuevo dolor de cabeza para la Casa Rosada, que se esfuerza por lograr a la meta de inflación de 15% este año.

Los precios subieron 3,1% en diciembre, y el gobierno espera que su avance se recorte en un tercio, a 2%, en enero. Sin embargo, el optimismo se desvanece a medida que el alza de tarifas y las negociaciones estancadas sobre aumentos salariales presionan las expectativas de inflación.

El nuevo protagonista es el dólar. La divisa subió el viernes a cerca de 20,3 pesos argentinos, su máximo histórico, antes de ceder un poco de terreno. Los expertos temen que el salto puede trasladarse a los precios, en un círculo vicioso donde la volatilidad de la moneda argentina fue agravada precisamente por el aumento en la meta de inflación del gobierno desde 10% en diciembre.

La semana pasada, la moneda estadounidense recibió un nuevo impulso alcista por la salida de capitales de toda la región, causada por las expectativas de aceleración de ajuste de política monetaria de la Reserva Federal, un salto en rendimiento de bonos del Tesoro y el desplome de Wall Street que arrastró a los mercados locales.

“Esto arrancó como un movimiento buscado por la política económica con el cambio de las metas, aunque se potenció por la corrección que vemos en los mercados internacionales”, explicó a El Cronista la economista Marina Dal Poggetto, directora del estudio EcoGo.

Amenaza inflacionaria

Ante ello, un informe de BBVA Research pronosticó la semana pasada que la inflación en el país cerrará este año con 18,5%, mientras que las expectativas más pesimistas apuntan a que no logre bajar de 20%. El banco también está por debajo del promedio en sus expectativas para el dólar, que espera que cierre el año en 20,21 pesos, versus el consenso de entre 21 y 23 pesos.

Cualquiera de estas cifras, sin embargo, complicaría al gobierno, que incorporó en el presupuesto el valor de 19,3 pesos. “Se pasó una barrera estratégica de la que va a ser difícil volver”, consideraron en una conversación con El Cronista funcionarios del gobierno, agregando que “va a costar cada vez más” respetar la cifra.

Así, aseguró al mismo medio el economista Orlando Ferreres, “la receta del gobierno para atacar la inflación no funcionó”, por lo cual “no va a bajar significativamente”.

Negociaciones salariales

La poca credibilidad de la meta oficial sigue alimentando las tensiones entre los sindicatos y el gobierno. El viernes, los bancos del país realizaron un paro nacional de 24 horas en rechazo al aumento salarial ofrecido de 9%, por debajo del objetivo de inflación y del límite que exige el gobierno, también de 15%.

La banca planifica repetir la medida el 19 y 20 de febrero, ad portas de una manifestación masiva contra las políticas de la Casa Rosada.

La convocatoria –a la que se sumaron grandes sindicatos de la Confederación General del Trabajo– fue hecha por el enemigo casi personal de Macri, el jefe del sindicato de camioneros Hugo Moyano, quien el viernes anunció que demandará al presidente ante la Organización Internacional del Trabajo.

“En un escenario de alza de expectativas de inflación, va a haber un aumento de las demandas salariales. Y esto va a implicar más conflicto social”, afirmó Hernán Hirsh, de FyE Consult.

La estrategia del gobierno, hasta ahora, es la del garrote y la zanahoria: la semana pasada se reunió con las partes dialoguistas de la CGT –del sector de servicios e independientes- y accedió a incluir el aumento por inflación en ajustes salariales, la llamada cláusula gatillo, rechazada anteriormente por la Casa Rosada.

También ofreció a los profesores –un sindicato rebelde que se sumó a la marcha de 21F- pagos extra, pero sin el aumento automático por inflación. El año pasado, el gobierno logró zanjar un acuerdo salarial recién en junio, después de 16 días de paro, y este año, la situación podría repetirse.

En tanto, no solo el “desanclaje de las expectativas sobre negociaciones salariales” alienta los precios, destaca BBVA. “Las señales de un banco central que favorece mayor flexibilización” tampoco ayuda. Los gobernadores, en una decisión sorpresiva para los mercados, bajaron el mes pasado la tasa de interés en 75 puntos base, a 27,25%, y los expertos esperan que termine el año con 21%.

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