Economía

El socialismo francés sufre fuga de miembros hacia movimiento del presidente electo Macron

La coalición de izquierda podría perder cientos de escaños en el parlamento en las elecciones de junio.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Miércoles 10 de mayo de 2017 a las 04:00 hrs.
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“Yo tengo un vínculo con el Partido Socialista, con su historia y sus valores, pero el Partido Socialista está muerto y quedó atrás”, sentenció ayer el exprimer ministro de Francia, Manuel Valls, una de las figuras más prominentes de esa colectividad.

El expremier anunció así su decisión de abandonar las filas de la organización que hoy domina el parlamento y que, hasta esta semana, tiene a uno de los suyos en la presidencia: el impopular François Hollande. En cambio, buscará competir por un escaño en la Asamblea Nacional bajo la bandera del presidente electo, Emmanuel Macron, y su joven movimiento, En Marche.

“Voy a ser candidato en la mayoría presidencial y me gustaría unirme a su movimiento”, anunció en una entrevista con la radioemisora francesa RTL.

El socialismo francés está golpeado por la baja popularidad de Hollande y el mal resultado de su candidato al Palacio del Elíseo, Benoît Hamon, quien obtuvo un lejano quinto lugar en la primera vuelta de abril, con poco más de 6% de los votos.

Valls, quien compitió con Hamon en las primarias de enero, señaló que “lo esencial hoy es dar una mayoría amplia y coherente a Macron para que pueda gobernar (...) yo quiero que Macron, su gobierno y su mayoría tengan éxito, por Francia”.

Las encuestas más recientes apuntan a que el joven movimiento del mandatario electo podría lograr una mayoría en el próximo parlamento, mientras el socialismo tendría una histórica pérdida de escaños: de los actuales 300, caería a menos de 50.

Debacle socialista

La victoria de Hamon –ex ministro de Educación y defensor de las ideas más de izquierda– en las primarias de enero dejó un mal sabor de boca en el ala centrista del partido, que representaba Valls y que está abierta, entre otras cosas, a modificar las estrictas leyes laborales del país.

Por ello, la salida del expremier podría ser sólo una de las muchas fugas que el socialismo podría sufrir antes de junio, a favor de En Marche la République. Ayer, el dirigente del PS Jean-Christophe Camadelis enfatizó que es “imposible” para sus representantes permanecer en el partido y hacer campaña hacia el parlamento bajo la bandera del nuevo oficialismo. “Si algunos quieren separarse, pueden hacerlo y dejarnos trabajar”, sentenció.

El exministro de Hacienda de Hollande, Pierre Moscovici, actualmente comisionado ante la Unión Europea, señaló que planea mantenerse en el partido, pero pidió a su colectividad no convertirse en oposición al nuevo gobierno.

“No tiene sentido que un socialista trabaje contra Macron”, sostuvo Moscovici. “Él es pro-europeo, tiene ideas progresistas y no ha revelado todos sus planes ni escogido a su gobierno”, aseguró.

El nuevo centro

El eventual aterrizaje de Valls y otros socialistas es vista sin compromisos desde el campo de Macron. El director del panel que coordina las candidaturas a la Asamblea Nacional del movimiento, Jean-Paul Delevoye, señaló que “todo apoyo hacia el presidente es bienvenido, pero no necesariamente se convertirá en una nominación”. Sobre el expremier, manifestó que “su voz no es insignificante, pero su candidatura se tratará como cualquier otra”.

Asimismo, el vocero de la plataforma, Benjamin Griveux, advirtió ayer que Valls no había postulado aún al proceso de selección y que tenía hasta hoy para hacerlo.

Al menos cinco formaciones políticas disputan los 577 escaños de la Asamblea Nacional que, además de tener funciones legislativas, puede vetar la conformación del futuro gabinete. Por ello, de no lograr una mayoría absoluta, el joven partido se verá forzado a buscar una coalición.

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